Un guardia civil arranca a un bebé de los brazos de su madre "en pánico" para salvarle la vida


La madre del bebé, que entró en parada cardiorrespiratoria en un parque de Madrid, no reaccionaba
"Hay que tener la mente fría y reaccionar, aunque sea llamando a emergencias, que se salvan muchas vidas"
En 2014 el agente participó en un rescate con dos niños cuando estaba de vacaciones en Ibiza
Eran las ocho de la tarde del pasado sábado. Marian estaba en el parque Polvoranca de Leganés (Madrid), con su hijo Izan, de 6 meses. Había quedado con un grupo de padres y había más niños. De repente el bebé dejó de respirar. Empezó a pedir auxilio desesperada.
"Estábamos todos sentados en el césped y ví que Izan empezaba a ponerse morado. Corriendo le cogí en brazos, le soplé para ver si reaccionaba pero no se movía. Me asusté, ya no sabía qué hacer. Comencé a gritar y veía cómo la gente que había alrededor se apartaba. Nadie me ayudaba. En sus piernas se notaban las huellas de mis manos debido a la falta de oxígeno.Donde ponía los dedos se le quedaba una marca blanca. En ese momento ví llegar a Christian, que me lo quitó de los brazos y empezó a hacerle la reanimación cardiopulmonar", cuenta esta madre que todavía no se ha recuperado del susto.
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Christian es un guardia civil que estaba fuera de servicio, con otro grupo de amigos. Al ver lo que ocurría no lo dudó ni un segundo y se ofreció para auxiliar al menor. "Había que salvar al niño. Podía haber muerto. Le levanté del suelo y le puse boca arriba. Después le abrí las vías aéreas y comencé a practicar las compresiones torácicas. En el segundo ciclo el bebé empezó a llorar con fuerza", relata.
Marian, aliviada le dió las gracias y le pidió su teléfono para mantener el contacto. Llevó después al pequeño a un hospital para que le viesen en Urgencias. El lunes acudió a su pediatra para que le hiciera una revisión:" Me dijeron que podía haber sido por un berrinche o que algo le hubiera dado miedo. Le han mirado el corazón y le han hecho un electro pero no le han encontrado nada", explica. Tiene otra hija de 15 años y viven en Villanueva del Pardillo. Van a observar al menor y dentro de dos semanas tiene una cita para otra exploración.
La experiencia
"Ví lo que ocurría y a la gente mirando. Todos se apartaban pero nadie cogía el teléfono ni para llamar al 112 a pedir ayuda. La madre había entrado en pánico y no reaccionaba, no sabía que hacer con el niño. Hay que tener la mente fría y reaccinar, aunque sea llamando a emergencias, que se salvan muchas vidas", señala Christian.
Este agente tiene 31 años. Es granadino. Lleva cuatro años destinado en el cuartel de Las Rozas. Además es instructor e imparte cursos de formación a sus compañeros y a los del puesto de Villanueva de la Cañada, Boadilla, Villaviciosa de Odón y Brunete.
"Cada seis meses damos cursos de reciclaje: tiro, defensa personal, primeros auxilios, para que estemos capacitados para dar la mejor respuesta en cualquier circunstancia, tiempo y lugar", detalla Christian
No es la primera vez que le ocurre algo parecido. En el año 2014 se fue de vacaciones a Ibiza. Estaba en la isla Es Vedrà, en una cala apartada, cuando tuvo que participar en el rescate de cinco personas que iban en una Zodiac y volcaron en el mar. "Ayudé a los socorristas a sacarlos del agua. Entre ellos había dos niños pequeños que viajaban sin chalecos salvavidas", recuerda este guardia al que hoy todos felicitan.