Helvia, la leona nacida en un circo confinado en un pueblo de Jaén: “Por fin, una buena noticia”


Helvia es la primera leona que nace en el circo desde que están confinados
El Estado de Alarma los pilló trabajando en Arjona (Jaén) y, desde entonces, permanecen allí gracias a la ayuda de los vecinos
Un particular les ha cedido un terreno para que se instalen y otros les llevan comida, diariamente. A cambio su “zoológico” está abierto para todos los que quieran visitar a los animales
La llaman la leona de Arjona (Jaén). Pesa algo más de un kilo y ha llegado al mundo en la madrugada de este martes, tras un largo parto de casi 24 horas. Su nombre, Helvia, hace también honor al pueblo que ha acogido a su familia, durante los últimos meses. “Así se llamaba la madre del filósofo Séneca que era de aquí y ha sido nuestro particular homenaje”.
La que nos lo cuenta, mientras sostiene en sus brazos a la pequeña leona, es Antonia. Junto a su marido, Ricardo, son los propietarios de un circo al que el confinamiento pilló en esta localidad jiennense de la que todavía no han podido moverse. “Primero, tiramos de nuestros ahorros y, después, de la solidaridad del ayuntamiento y los vecinos que se han convertido ya en nuestra familia”, agradece.
El nacimiento de Helvia ha traído un soplo de aire fresco a esta familia circense que lleva meses viviendo en la incertidumbre, sin actividad ni ingresos. Un vecino les cedió un terreno donde tienen instalada su autocaravana y donde acampa su zoológico itinerante, como a ellos les gusta llamarlo. “Los animales no trabajan ni hacen actuaciones”, aclaran. Leones, dromedarios, hipopótamos y, ahora también, la pequeña Helvia. “Hay que darle el biberón cada hora. Come mucho”, cuenta Antonia, que no ha podido pegar ojo en toda la noche pendiente de ella.
Su madre, Tata, una leona primeriza, la ha rechazado al poco de dar a luz. Algo habitual, dice Antonia, en los animales en cautividad. “Ahora, duerme conmigo como si fuera un bebé y mi marido en el sofá”, nos cuenta, divertida, mientras admira a la cría que hace el intento de gruñir. “Ya tiene carácter. Se ve que quiere ser leona”, dice orgullosa. En dos meses, comenzará a comer carne y a los siete, se acercará a los 100 kilos. Será entonces cuando tenga que dejar la autocaravana y trasladarse con el resto de la manada.
Para los vecinos de Arjona, la pequeña leona ha sido también un regalo, entre tantas malas noticias. “Hay muchos que ya han venido a conocerla”, cuenta Antonia, emocionada. Es una forma, dice, de devolverles el favor que ellos les hacen cada día. “Están muy pendientes de nosotros, nos ayudan mucho y traen bolsas de comida”, dice agradecida. A cambio, su zoológico está siempre abierto para todo aquel que quiera visitar a los animales.
En condiciones normales estarían recorriendo toda España, pero la pandemia y las restricciones se lo impiden. A pesar de ello, no se plantean dejar a sus animales. “Somos una familia”, dice Antonia. Una familia que crece, a pesar de los obstáculos.