"Perros, hijos de puta": los insultos de los vecinos a unos inmigrantes en cuarentena en Cartagena


El miedo al contagio y la falta de información provocó momentos de tensión entre un centenar de vecinos y los agentes que custodiaban la residencia donde se alojaban
Los inmigrantes llegaron el pasado domingo a Cartagena en una patera en la que viajaban cuatro personas infectadas
Los seis inmigrantes han sido trasladados a un centro de Cruz Roja en Murcia
La llegada de madrugada de seis inmigrantes custodiados por un gran dispositivo médico y policial, puso en alerta a los vecinos de la localidad de Los Nietos (Cartagena) este jueves.
Inmediatamente la noticia empezó a correr de boca en boca y a través de las redes sociales. "Después de realizar varias llamadas a la Delegación del Gobierno nos informaron que eran seis inmigrantes que habían llegado el domingo en patera a Cartagena y que en esa embarcación habían viajado cuatro personas que estaban infectadas de coronavirus", explica Nani Vergara, presidenta de la Asociación de Vecinos.
La respuesta no tardó en llegar y los vecinos comenzaron a concentrase frente a la residencia donde se alojaban los inmigrantes, conocida como la "Casa de las monjitas". Una casa propiedad de Cáritas situada en una céntrica calle de la localidad, junto a dos urbanizaciones y a escasos metros de la playa, en la que viven numerosas personas mayores y niños.
La localización de la residencia, unida a la alerta generada tras el reciente brote surgido en Murcia después de la llegada de una persona procedente de Bolivia contagiada de coronavirus, desataron el miedo y la preocupación entre los vecinos del municipio. "La gente se asustó mucho a mediodía cuando vieron el dispositivo que montaron para traerles comida con personas totalmente protegidas con trajes especiales", cuenta la presidenta de la asociación de vecinos.
Una escena que provocó momentos de tensión entre los vecinos y los cuerpos de seguridad, sobretodo después de que se propagara el falso rumor de que los inmigrantes estaban contagiados y que uno de ellos se había escapado. "No se trata de un tema de racismo, porque aquí residen muchos magrebíes y personas de raza negra que trabajan en el campo y no hay ningún conflicto con ellos. El problema es que la gente tiene miedo y no nos han informado de nada", señala Nani Vergara.
De hecho, el ayuntamiento de la localidad conoció la noticia a través de los medios de comunicación y de los propios vecinos y aseguran que desde la Delegación del Gobierno no les informaron de la llegada de los inmigrante al municipio. "Se lo dije yo al concejal de Sanidad, me dijo que nadie les había contado nada", asegura Vergara.
Traslado a Murcia
El momento de mayor tensión se produjo cuando los seis inmigrantes salieron de la residencia, con sus pertenencias dentro de unas bolsas de plástico y cubiertos con mascarilla, para subirse a un autobús que les iba a trasladar a un centro de acogida de Cruz Roja en Murcia.
Los gritos y graves insultos, como "perros", "maricones" o "hijos de puta", de los vecinos a los inmigrantes no cejaron hasta que el autobús abandonó la zona. Incluso, los agentes de la Guardia Civil que custodiaban la calle, tuvieron que frenar a algunas personas que se abalanzaban contra los inmigrantes. "Nos han dicho que el traslado ya estaba previsto, pero no sabemos si iba a ser tan pronto o más tarde. Creemos que la presión que hemos realizado los vecinos ha podido influir en que todo se haya acelerado y ahora ya estamos tranquilos", explica Nani Vergara.