Los investigadores creen que el Chicle hizo dos intentos para poder hundir a Diana en el pozo


Junto a los dos bloques de cerámica unidos por un cable de red con los que se lastró el cuerpo, se hallaron otros dos contrapesos idénticos
El cadáver de Diana estaba “totalmente” desnudo y, entre el cabello, se encontró una brida de 60 centímetros de largo y 8 milímetros de ancho
En esta sesión se han podido ver, en fotos, los objetos que se hallaron en el interior del agujero: un desodorante, unas gafas de sol, cintas adhesivas y trozos de brida
En las profundidades del pozo de Asados (Rianxo) en el que fue hallado el cuerpo de Diana Quer se encontraron otros dos bloques idénticos a los que la joven tenía sujetos a su cuerpo. Un dato que hace pensar a los investigadores que José Enrique Abuín, más conocido como el Chicle, hizo dos intentos hasta que consiguió lastrar definitivamente el cuerpo la víctima.
Es lo que se desprende de la declaración de los agentes de criminalística de la Guardia Civil que participaron en la inspección ocular que se realizó en la ya conocida como nave de los horrores en la madrugada del 31 de diciembre de 2017. Uno de ellos ha descrito, durante algo más de hora y media, todos los objetos que se encontraron, junto al cuerpo, cuando consiguieron abrir la arqueta del pozo. Objetos que fotografiaron y que han mostrado, en esta sesión, a los miembros del jurado.
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"Era inviable caminar sin luz", dice uno de los agentes
Todo estaba muy oscuro. Por eso, cuando los agentes accedieron al sótano de la nave de Asados, sobre las 3.40 horas de la madrugada, tuvieron que hacerlo con la ayuda de una linterna. Era difícil poder entrar sin luz. Y más aún bajar los catorce empinados peldaños que les conducía a esa planta baja de 400 metros cuadrados en la que se encontraba el pozo. "Era inviable caminar sin luz", ha manifestado uno de los guardias civiles.
En ese momento, Elton, el perro de la unidad canina de la Guardia Civil, ya había marcado la arqueta de hormigón de 1,37 metros de diámetro del pozo. Les costó abrirla. Pero en cuanto pudieron hacerlo, los agentes se encontraron varios elementos flotando en el agua: un desodorante, un bote algo más pequeño de un producto cosmético y una cinta de plástico color azul, similar a las que se utiliza para precintar una botella de agua.

El bolso y el tanga de la joven estaban en las profundidades del pozo
A diez metros de profundidad, además del cuerpo de Diana sin ropa, "totalmente" desnudo, los agentes encontraron su bolso de color marrón. Tras dragar el agua, también hallaron el tanga de la víctima y otras de sus pertenencias, entre las que se encontraban unas gafas y unos auriculares. También, descubrieron dos trozos de cinta adhesiva de cincuenta centímetros de largo y cuatro de ancho “bastante deteriorados” y tres fragmentos de brida.
Los agentes encontraron, además, cuatro bloques de cerámica de color marrón idénticos. Dos de ellos estaban sujetos a un cable de transmisión de red y lastraban el cuerpo de Diana. Los otros dos, hallados también en el fondo del pozo, estaban unidos a un cable de electricidad. Los investigadores sospechan que el Chicle realizó un intento fallido antes de lastrar, definitivamente y con un mecanismo más perfeccionado, el cuerpo de la joven. En el suelo del agujero apareció también un bloque de cemento totalmente distinto a los anteriores.
Pudieron fotografiar, además, la brida plástica enredada en el cabello de Diana. Una imagen que han podido ver, con carácter reservado, los miembros del jurado. Era una brida grande, de color negro y de un solo uso. "Es de esas que, una vez que se cierra, no hay vuelta a atrás. Una vez cerrada, ya no se puede abrir", ha matizado uno de los agentes. Una brida que medía unos 8 milímetros de ancho y 60 centímetros de largo.
No se descarta que el Chicle pudiese traer el cable de otro lugar
El cuerpo de Diana estaba lastrado con dos bloques de cerámica marrón unidos entre sí por un cable de transmisión de datos. Un cable que los investigadores no encontraron en el sótano. Sí hallaron uno de similares características en la planta de arriba de la nave, en la zona de oficinas.
Sin embargo, los agentes han explicado que no pudieron establecer una relación directa entre ellos porque no coincidían en el metraje, es decir, en la numeración que el cable lleva inscrito en el plástico que lo recubre. "La numeración es lo que nos dice si hay una correlación directa entre los cables. Pero lo que comprobamos es que difiere en unos 3000 metros", han dicho. Por eso, no han podido acreditar que el cable con el que se lastró el cuerpo estuviese dentro de la nave.
El resto de las declaraciones no arrojaron demasiada luz
Además de estos dos agentes de la Guardia Civil, han testificado en esta sesión dos vecinas de A Pobra do Caramiñal y un amigo con el que Diana se intercambió mensajes la noche de su desaparición. Sin embargo, los relatos de estos tres testigos, que intervinieron a petición de Fernanda Álvarez, la letrada que ejerce la defensa del Chicle, resultaron ser poco clarificadores.
Este martes empezarán las pruebas periciales.