Juan Cano, declarado no culpable del asesinato de Alejandro Ponsoda, alcalde de Polop

El jurado popular ha absuelto a los siete acusados del crimen
"Lleváis 10 años abusando de mí, dejadme en paz, ya soy una persona normal" han sido las palabras de Cano a su salida del juzgado
De las 39 preguntas sólo se han considerado probadas dos y ambas únicamente confirman los hechos
El jurado popular ha absuelto a los siete acusados del crimen de Alejandro Ponsoda, el alcalde de la localidad alicantina de Polop (Alicante) que fue tiroteado a las 21.20 horas del 19 de octubre de 2007, a las puertas de su domicilio, en la pedanía de Xirles. La magistrada-presidenta del tribunal del jurado ha dictado en la sala la sentencia 'in voce' con la absolución de los siete acusados.
Los acusados eran el exconcejal de Urbanismo de Polop y sucesor de Ponsoda, Juan Cano; el empresario del calzado Salvador Ros; los responsables del club Mesalina, donde según las acusaciones se urdió el crimen, Pedro Hermosilla y Ariel Gatto, y los considerados presuntos autores materiales del crimen: Raúl Montero Trevejo, Robert Franek y Radim Rakowsk.
Los cuatro inductores e instigadores se enfrentaban a una petición de 25 años de prisión por asesinato con alevosía y precio, en concurso con atentado a la autoridad, y a 27 años de cárcel los tres acusados de ser autores materiales del asesinato, al sumar un delito de tenencia ilícita de armas del que también han sido absueltos.
"Lleváis 11 años abusando de mí"
A lo largo de las 13 sesiones en la Audiencia Provincial de Alicante han declarado cerca de un centenar de testigos, incluido un testigo protegido, peritos y agentes de las Fuerzas de Seguridad.
Los 9 miembros del jurado popular, 6 hombres y 3 mujeres, se retiraron a deliberar este lunes a las 13 horas. En este tiempo han dado respuesta a las 39 preguntas elaboradas por la jueza del caso, Cristina Costa. De ellas, sólo han considerado probadas dos, ambas únicamente confirman los hechos. Que el alcalde fue asesinado a tiros.
A su salida del juzgado, Cano lanzaba un "Ya habéis abusado de mi y de mi imagen durante 10 años. Dejadme ya tranquilo. Ya soy una persona normal, soy inocente" a los medios de comunicación.
Por su parte, Raul Montero, absuelto también como presunto autor material de los hechos, afirmaba: "Aquí no hay ganadores ni perdedores. Aquí hay dos víctimas, las hijas de Ponsoda. Hay que buscar a los culpables. La investigación estuvo mal hecha"
Un juicio tenso sin pruebas directas
Ha sido un juicio largo. Durante las tres semanas de duración las defensas han tratado de desacreditar desde el principio la investigación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que puso prácticamente desde el principio el foco en Juan Cano, sucesor de Ponsoda en la alcaldía tras su muerte, como presunto autor intelectual del asesinato. Una acusación defendida por la fiscal, Lourdes Giménez-Pericás, que señaló que Cano es “el único autor intelectual posible del asesinato”. No obstante, los agentes no pudieron recabar pruebas directas que demostraran la vinculación de Cano, ya que no hay testigos, ni arma del crimen.
Sin embargo, la investigación ha mantenido en el proceso que fue en un reservado del club de alterne Mesalina, situado entre Finestrat y Benidorm, donde se urdió el plan para acabar con la vida de Ponsoda. Allí Cano se reunió presuntamente con los otros seis acusados. Salvador García, empresario de Polop y amigo personal de Cano, el propietario del club, Pedro Jesús Hermosilla, el gerente, Ariel Alberto Gato y un expresidiario, Raúl Montero. Este último fue según los investigadores el encargado de captar a dos sicarios, los checos Radim Rakowski y Robert Franek, que junto al propio Montero recibieron 50.000 euros para asesinar de dos disparos a Ponsoda.
El otro objetivo de las defensas fue desacreditar el testimonio del testigo protegido, en el que se basaba la acusación, que aseguró haber recibido el encargo de Cano para asesinar a Ponsoda a cambio de 35.000 euros.
En el otro lado, la fiscal ha insistido durante el proceso en demostrar la veracidad de las declaraciones del testigo protegido y la diligencia de los investigadores en sus actuaciones. Además, trató, sesión tras sesión, de demostrar los continuos enfrentamientos entre Cano y Ponsoda.
Presentando al acusado como un hombre ambicioso, que trataba de controlar el urbanismo de Polop y que no se resignaba a estar bajo el mando del alcalde. Una situación insostenible para Cano, que ideó, según la fiscal, el asesinato para hacerse con el mando del ayuntamiento. También la acusación particular ha definido a Cano como un hombre ambicioso que odiaba a la víctima.
Finalmente, las tesis de las defensas han convencido a los miembros del jurado, que ha declarado no culpable al principal acusado y a los otros seis acusados.
El 19 de octubre de 2007 Ponsoda recibió tres disparos en la cara en el interior de su coche, cuando se disponía a entrar al aparcamiento de su vivienda. Después de 8 días en coma falleció. Los autores del crimen huyeron del lugar de los hechos y se deshicieron del arma utilizada, sin dejar testigos, ni pruebas. Sin embargo, después de más de dos años de investigación, la Guardia Civil detuvo a Juan Cano y a otros 6 hombres acusados del asesinato.