El jurado declara culpables por unanimidad a Maje y a su ex amante del asesinato de su marido


El jurado considera que Maje planificó el crimen de su marido, que fue asesinado por su examante el 16 de agosto de 2017
Con esta sentencia, el jurado popular entiende que Maje, conocida como la viuda negra de Patraix, participó en la planificación del crimen de su marido, Antonio Navarro, asesinado el 16 de agosto de 2017 por su ex amante, Salvador Rodrigo, después de propinarle varias cuchilladas en el garaje que compartía el matrimonio en el barrio de Patraix (Valencia).
Sin duda, ha sido uno de los juicios más mediáticos de los últimos tiempos. Durante las trece sesiones del proceso se han podido escuchar las declaraciones de amigos y familiares, grabaciones telefónicas y los testimonios de los dos acusados.
Con un argumento más propio de una película, el caso ha girado en torno a los dos protagonistas, Maje y Salva.
Maje: ideóloga o víctima
Sin duda María Jesús Moreno, más conocida como Maje o la viuda de Patraix, ha atraído todos los focos y las miradas durante el proceso. La joven ha sido descrita por la acusación particular y por el propio fiscal como una mujer manipuladora y mentirosa, que aprovechó la influencia que tenía sobre Salvador Rodrigo, su ex amante, para convencerlo de que asesinara a su marido. “¿Alguien duda que Maje indujo a Salva a cometer el crimen?", señaló Vicente Devesa, Fiscal del caso.
Una teoría que también compartían los agentes que han llevado la investigación. No obstante, aunque sí que existían numerosos indicios de la participación de Maje como ideóloga e inductora del crimen, a lo largo del juicio no se mostraron pruebas sólidas que incriminaran a Maje. “Nunca planeé con Salva ningún crimen, nunca”, aseguró la acusada en diferentes ocasiones durante su testimonio. Una versión que mantiene desde la declaración que hizo dos días después de ser detenida, y que se contradice con lo que dijo el mismo día de la detención, cuando confesó haber planeado el crimen con Salva.
En el juicio, Maje se presentó ante el jurado como una persona con “vaivenes emocionales”, que sí que había querido a su marido, a pesar de que habían tenido una relación turbulenta y “nos machacábamos bastante el uno al otro”, declaró. No obstante, la acusada aseguró que nunca se había planteado acabar con la vida de Antonio y que jamás le pidió, ni le insinuó a Salva que lo matase. “Cuando me dijo que lo había matado entré en shock”, aseguró Maje en la sala, para tratar de demostrar que no sabía nada del crimen.
A lo largo del juicio también se ha ido desgranando la intensa vida sexual de la acusada, que llegó a tener hasta cinco amantes. Una circunstancia que, según su abogado, el prestigioso penalista Javier Boix, ha provocado se le haya realizado un juicio paralelo a Maje por parte de la sociedad.
En su alegato final ante el jurado, Maje pidió perdón a la familia de su marido y lamentó no haber acudido a la policía: "Ante todo de nuevo mi arrepentimiento y perdón a la familia de Antonio. Mi egoísmo y cobardía a la hora de no acudir a la policía cuando Salva me contó lo que había hecho. Solo pensé en mí y lo que me podía acarrear. Lo siento mucho".
Salva, el amante-asesino
“Maté al marido de Maje porque ella me lo pidió”, aseguró Salva en su testimonio ante el jurado. Incluso, señaló que ella le dijo “no quiero que me falles”, horas antes de acabar con la vida de Antonio Navarro.
Durante su declaración, Salvador Rodrigo, repitió una y otra vez que él y Maje prepararon minuciosamente el crimen. Para convencerlo, Maje se aprovechó de que Salva “estaba profundamente enamorado de ella” y lo manipuló, contándole que su marido la maltrataba y que “nunca podrían estar juntos mientras Antonio estuviera vivo”.
El autor confeso del crimen ha sido descrito por su propia defensa, el fiscal y la acusación particular como un hombre completamente dominado por Maje, que llevó a cabo el asesinato para “liberar de la vida que llevaba” a la mujer que amaba.
Por su parte, la defensa de Maje, lo presentó como una persona obsesionada con vivir con la acusada y que actuó así para conseguir su propósito.
En su declaración, Salva relató que el día del asesinato se escondió en una plaza de garaje situada junto a la de Antonio. Para cometer el crimen, según su versión, él y Maje habían decidido utilizar un cuchillo porque era más "silencioso". "Fue todo muy rápido, no me acuerdo, llevo años intentando olvidarlo", relató entre lágrimas el acusado, que aseguró que "luego me fui a mi trastero, me cambié de ropa, guardé el arma, preparé la comida a mi hija y fui a ver a Maje porque me mandó un mensaje para quedar, que quería que le contase".
Al igual que Maje, Salva también cambió su declaración inicial. En su primera declaración ante la policía, aseguró que ambos habían planificado el asesinato, pero días después asumió la autoría de los hechos, exculpando a Maje. No fue hasta cinco meses después, cuando confesó ante el juez que el crimen lo habían preparado los dos.
Un cambio de versiones que justificó diciendo que "tenía que decir la verdad. Mi hija me dijo que dejara de mentir". Salva terminó su testimonio pidiendo perdón a su familia y a la familia de Antonio.