Liberados ocho ciudadanos chinos esclavizados en dos talleres textiles ilegales en Sevilla


Vivían hacinados en los sótanos de dos talleres, uno de ellos sin luz ni ventilación
Eran vigilados las 24 horas del día y sometidos a jornadas extenuantes
Hacinados en los sótanos de dos talleres clandestinos, sin horarios, sin contrato y sin alta en la Seguridad Social. Así trabajaban los ocho ciudadanos chinos liberados por la Policía Nacional en Sevilla.
La investigación se inició el pasado mes de mayo a raíz de la denuncia de una mujer de origen chino por amenazas y coacciones. Los empleados estaban siendo sometidos a jornadas de trabajo "fatigantes" y sin ningún tipo de derechos por parte de una mafia dedicada a la explotación laboral.
Los agentes han detenido en las localidades de Sevilla y Dos Hermanas a cinco personas que, supuestamente, integraban el grupo criminal dedicado que esclavizaba a estas ocho personas de origen chino. El grupo de trabajadores ha sido liberado.
Los talleres escondidos en los sótanos de dos chalets
Las diligencias practicadas y las vigilancias realizadas, pudieron determinar que se realizaban continuos portes de material hacia un polígono industrial de Sevilla.
El primero de los talleres se encontraba ubicado en un chalet unifamiliar de la localidad de Dos Hermanas, donde residían cuatro de los detenidos. Son miembros de una misma familia, y en el sótano de su casa presuntamente explotaban a los trabajadores. La Policía encontró hasta siete puestos de costura.
El segundo de los talleres se localizó en un inmueble de Sevilla, que contaba con tres plantas y se conectaba a través del garaje con el resto de la vivienda.
Trabajaban en sótanos sin luz ni ventilación
Este taller carecía de cualquier tipo de ventilación y luz natural . Los trabajadores explotados incluso dormían allí, en "condiciones penosas e insalubres". Las víctimas estaban vigiladas las 24 horas por " una persona de confianza del principal encausado". Este taller contaba con veinte puestos de costura.
Ambos espacios carecían de visibilidad desde el exterior y de cualquier tipo de rotulo que pudiera señalar que en su interior se desarrollaba actividad económica alguna y donde los detenidos extremaban medidas de seguridad para no ser detectados.
La operación culminó con la entrada y registro en ambos inmuebles. La policía detuvo a cinco miembros de la organización por los presuntos delitos de grupo criminal y contra los derechos de los trabajadores. En el registro se intervinieron 3.855 euros en efectivo, facturas, cuadernos de anotaciones, ordenes de trabajo y abundante documentación.
La Policía destaca que el 'modus operandi' de este grupo criminal, es el mismo que en otros casos investigados de explotación laboral de ciudadanos chinos, en los que empresarios "se aprovechan de la necesidad de sus compatriotas obligándoles a trabajar en condiciones abusivas careciendo de cualquier derecho inherente al trabajo desarrollado". Esta operación se ha llevado a cabo en colaboración con el Grupo III de la UCRIF de la BPEF de Málaga, así como con la actuación de la Inspección Provincial de Trabajo.