Cae 'El Limonero', el 'Pablo Escobar' de la heroína a la sombra de la mafia turca


Viajó en junio y septiembre para cerrar una alianza con proveedores turcos en Estambul
La Policía le considera el hombre en España de Ufir Cetinkaya, apodado El Paralítico
Era el principal proveedor de heroína de La Cañada Real de Madrid
Su nombre es de sobra conocido entre los agentes que luchan contra el tráfico de heroína. Su apodo, más. Es El Limonero, el “Pablo Escobar” de la heroína en España, El Limonero como llegan a apodarle desde fuentes policiales, en una trayectoria que le vincula con el mundo del narcotráfico desde hace más de 20 años. La pasada semana, El Limonero fue detenido en una finca rural de Toledo, desde donde distribuía la mercancía comprada en Holanda a toda España. Por encima de él, los agentes colocan como proveedor al turco Ufir Cetinkaya, apodado El Paralítico considerado uno de los mayores señores de la heroína en todo el mundo y que residió varios años en España durante la década de los 90.
Los investigadores consideran que la alianza entre Cetinkaya y El Limonero se forjó durante dos viajes a Estambul que el ahora detenido realizó entre julio y septiembre del pasado año. Allí, según los investigadores, El Limonero pactó con los narcos turcos la entrega de grandes cantidades de heroína en España. No era la primera vez. En 2001, ya fue detenido por la Policía Nacional tras participar presuntamente en una red que procesaba heroína en el pueblo toledano de Nobles, para distribuirla después por el país. Ahora, los agentes se percataron de que su objetivo había sofisticado la seguridad, cambiaba cada poco tiempo de teléfono móvil y era más complicado vincularle con la heroína.
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En esta ocasión, los agentes detectaron que gran parte de la droga iba a parar a la Cañada Real, el principal mercado de la heroína de España. Allí, El Limonero había establecido contactos con uno de los principales clanes locales para la distribución de su mercancía. Este grupo, contaba además con un taller y concesionario de vehículos en Cáceres, que según las pesquisas serviría para lavar los fondos procedentes de la venta de la droga.
Un intercambio en La Cabrera
Tras los primeros viajes, los investigadores detectaron que la red de El Limonero se había ubicado en varias fincas rurales de la zona de Toledo. Allí, según la Policía Nacional, se cortaba la droga, se prensaba y se preparaba para ser enviada después a los distintos clanes que se nutrían con ellos de heroína. En noviembre, los agentes localizaron a uno de los correos del clan, que tiró por la ventanilla del coche varios paquetes con cinco kilos de heroína antes de ser detenidos.
El Limonero comenzó entonces a moverse y a cerrar acuerdos con los eslabones más bajos de su escalafón: aquellos a los que debía de proveer droga para que la pusieran en circulación en la calle. En diciembre, los agentes siguieron de incógnito a uno de sus hombres de confianza hasta una estación de servicio en plena autovía, a la altura de la localidad madrileña de La Cabrera. Allí, tomaron imágenes de cómo un camionero de nacionalidad búlgara sacaba tres grandes bultos de su camión y se lo entregaba al objetivo.
El coche fue parado en la A-42 a la altura de Fuenlabrada. En su interior había 51 kilos de heroína dispuestos en 85 paquetes. En ese momento, El limonero y dos de sus hombres de confianza esperaban la recepción de la llegada del pedido en una finca rural de Toledo. Ante la falta de noticias de su hombre, el principal investigado trató de escapar de la finca, pero fue detenido por la Policía Nacional.
En la vivienda, los agentes encontraron 21.000 euros en efectivo, una escopeta, una pistola, un revolver, munición para las distintas armas y una prensa de gran tamaño para preparar los paquetes de heroína una vez cortada.
La operación se lanzó entonces contra el resto de los investigados, diez en total (siete hombres y tres mujeres) de los que ocho están ya en prisión preventiva. Además, los agentes registraron varios domicilios y el concesionario de vehículos que servía presuntamente para canalizar los fondos.