María, la mujer que murió sin recibir atención de su ambulatorio: "Pedí auxilio y nadie ayudó a mi madre"

Candela fue a su centro de atención primaria para pedir un médico mientras su madre fallecía en casa
El sanitario llegó cuando no se podía hacer nada: media hora después de la petición de Candela y cuatro horas después de la primera llamada
El centro reconoce un error y el Ayuntamiento critica la falta de recursos del ambulatorio
María Tomás Hernández, de 93 años, se quedó tetrapléjica tras una caída en enero que le provocó una rotura cervical. A partir de entonces, ella y su familia han vivido una pesadilla que ha derivado en la muerte de la anciana sin que recibiera asistencia sanitaria alguna. "Cuando uno va a pedir auxilio o socorro, no lo hace por gusto: ¡qué menos que te atiendan!", lamenta su hija, Candela, recordando la desesperación que sintió en el ambulatorio mientras su madre fallecía en casa.
La primera ola de coronavirus y la necesidad de liberar camas para atender a pacientes de la pandemia hizo que la mujer dejara su ingreso en el hospital para estar en casa, con una constante atención por parte de sus hijos y la cuidadora: "Tenía que estar siempre acompañada, no podía ni tocar el timbre de la cama de un hospital". Durante este tiempo, el personal de su ambulatorio se acercaba tres veces a la semana para practicarle unas curas hasta que, con la campaña de vacunación de la gripe y la práctica de test PCR, "la dejaron sin asistencia", lamenta candela.
Debido a un fuerte constipado, María se encontraba muy mal el 19 de octubre y uno de sus hijos llamó al Centro de Atención Primaria para pedir un médico en una primera llamada a las 10:37. "Poco más tarde, me llama la cuidadora y me dice 'Cande, yo a tu madre no la veo muy bien, le cuesta respirar, vente para casa'", explica la hija de María. Todavía no había llegado ningún médico, por lo que Candela fue directamente al ambulatorio pidiendo auxilio y, mientras el personal le pedía los datos, recibió la llamada que más se temía: "Ya no respira".
María murió a las 14 horas mientras su nieta, que había pedido una ambulancia en el 112, le practicaba un masaje de reanimación cardiopulmonar. Finalmente, llegó la ambulancia primero y el médico del ambulatorio después, pasada media hora desde que Candela acudiera desesperada en su búsqueda y cuatro horas después de la primera llamada de su hermano. Después supo, por parte de la máxima responsable del centro, que el personal no pasó la petición de la familia para que un médico visitara a María. "Me reconoció que fue un error".
La vivienda de María, a cinco minutos del ambulatorio: "¿Por qué tardó media hora?"
Ahora, Candela, que no pudo ver a su madre antes de que falleciera, lamenta no haber recibido auxilio cuando lo pidió en el ambulatorio: "¿Por qué no salieron los médicos? ¡Había tres delante del ordenador, tecleando, y no salió ninguno!". De hecho, la vivienda de María está a cinco minutos del centro sanitario, pero "el médico que al final vino tardó 27 minutos en llegar". Asimismo, el sentimiento de injusticia que sufre esta familia de la Llagosta (Barcelona) lleva a Candela a desear "que no se repita esto, que nadie muera sin asistencia médica: no hay derecho".
El Ayuntamiento de la Llagosta ha lamentado la muerte de la mujer y ha pedido investigar por qué el ambulatorio tardó cuatro horas en enviar a un médico a casa de María, una persona conocida en este pequeño pueblo. Precisamente, los responsables del consistorio se han reunido con el Departament de Salut para valorar la falta de recursos que sufren los centros de atención primaria y, en concreto, el de este municipio. Además, el equipo de gobierno reconoce "colas cada mañana en el ambulatorio" y que "la atención telefónica no se está realizando de la mejor manera, con líneas colapsadas en muchas ocasiones".