"Mortadelo", el asesino sordo y gangoso que se llevó al niño disfrazado con peluca y maquillaje a su portal en Lardero

Tenía nueve años. Celebraba una fiesta de Halloween con sus amigos en un parque de Lardero (La Rioja) cuando desapareció. A las 20:24 horas la madre llamó por teléfono a la Guardia Civil. Iba disfrazado de la niña del Exorcista, con una peluca de pelo largo y maquillaje en la cara.

Una patrulla acudió de inmediato. A los pocos minutos recibieron otra llamada de una mujer señalando que había visto a un niño que se iba con un hombre que no parecía su padre. Comenzaron a buscar por las inmediaciones junto a la Policía Local. A las 20:45 les avisaron de que había un niño en el rellano del segundo piso del numero 5 de la calle río Linares.

A llegar los agentes del instituto armado encontraron al menor inconsciente junto a Francisco Javier Almeida López Castro, un hombre de que había cumplido condena por violación y homicidio y que estaba en libertad condicional desde febrero de 2020. Residía en ese inmueble.

Una ambulancia intentó reanimar al niño, que acabó falleciendo. Decenas de vecinos increparon al detenido cuando le sacaron esposado e intentaron lincharle: "¡Sacadlo, sacadlo!", "¡traed a ese hijo de puta!", "hay que matarle", gritaban exaltados. Ahora tendrán que practicar la autopsia al pequeño para determinar la causa de la muerte, aunque todo apunta a una asfixia. También tendrán que tomar declaración al detenido.

En los grupos de whatsapp de los padres de la localidad alertaban de que había un hombre acechando a los menores, aunque según confirma la benemérita solo se había presentado una denuncia de una mujer de Kazajistán asegurando que un varón había intentado raptar a su hija, pero la descripción física que aportó no coincide con la de Almeida.

El menor se encontraba con sus progenitores y otros niños en un parque de Lardero cuando de pronto desapareció. Un testigo llamó a la Guardia Civil porque observó un comportamiento extraño. Pensó que no era su padre.

El niño estudiaba en el colegio de los Jesuitas de Logroño, donde este mediodía han guardado un minuto de silencio en memoria de su compañero. Psicólogos, orientadores y profesores están acompañando y atendiendo a los alumnos para asimilar la noticia, especialmente los alumnos de primaria.

También le han rendido homenaje los niños del colegio que había al lado del parque donde le vieron por última vez. Los profesores han colocado lazos negros y varios agentes de la Guardia Civil se han acercado hasta allí. Todos están consternados.

Francisco Javier Almeida López Castro estuvo en la prisión de Logroño y en la de El Dueso. Dentro de los muros le apodan "Mortadelo", es un hombre alto y desgarbado. Está prácticamente sordo y es gangoso. "Parece un psicópata y tiene un comportamiento lineal", cuentan a NIUS los funcionarios que le han tratado.

Salió a la calle en febrero de 2020 con libertad condicional, tras pasar casi tres décadas en la cárcel. La primera vez que ingresó fue en 1991, aunque por poco tiempo. En 1993 fue detenido por una violación y condenado a otros siete años de prisión. Quedó en libertad el 12 de mayo de 1.997. Pero un año después volvieron a arrestarle por el “crimen de la inmobiliaria”.

El Dueso es una prisión con un alto porcentaje de agresores sexuales. Vivía en el departamento de ingresos, aunque era un preso de máxima confianza. Realizaba labores de apoyo a los funcionarios en el departamento de objetos retenidos, donde se encargan de custodiar las joyas, objetos, teléfonos móviles, televisiones, radios de los presos que ingresan y realizan labores administrativas.

Allí consiguió conocer a una mujer de fuera de la cárcel con la que se escribía cartas. Comunicaron varias veces a través de los cristales del locutorio y llegaron a tener un vis a vis. Entonces decidieron suministrarle viagra para que pudiera culminar el acto sexual.

Ahora con toda probabilidad, le volverán a enviar a prisión provisional. Primero tendrá que cumplir el protocolo covid y estar 10 días aislado en una celda, hasta que la PCR le de resultado negativo. Luego posiblemente le aplicarán el protocolo de prevención de suicidios y el art 75.2 del reglamento penitenciario, lo que en el argot de la cárcel se conoce como refugiado, refugiadoalejado del resto de los internos, aislado solo en una celda y saliendo solo al patio para preservar su seguridad.

Según la sentencia Francisco Javier estuvo esperando en el portal del inmueble a María Virtudes, trabajadora de la la inmobiliaria San Martín, con la excusa de visitar pisos en venta.

Entraron en una de las viviendas. La mujer dejó el bolso y el paraguas en la entrada y se dirigieron hacia las habitaciones del fondo. En un dormitorio había dos camas. Entonces el hombre "súbita e inesperadamente empujó por la espalda a la víctima, que cayó sobre la cama boca abajo y se abalanzó sobre ella, inmovilizándola de ese modo, con el fin de evitar que pudiese defenderse, e incluso de poder pedir ayuda o auxilio al tener la boca sobre la cama", según figura en la sentencia.

Después la acuchilló 17 veces con una navaja. Uno de los cortes le seccionó las glándulas tiroideas y la tráquea, causandole la muerte por shock hemorrágico de no haber recibido asistencia médica. María Virtudes agonizaba. Aún así, Almeida se sacó los genitales y abusó sexualmente de ella.