Paola recupera su piso realquilado por unos okupas en Sevilla: "Al fin se han ido, parecía imposible"


Tres personas han abandonado de forma pacífica la casa con sus pertenencias tras la aparición de una empresa de seguridad especializada en desalojos
Los desalojados afirman que lo habían alquilado a una pareja, que echó a la mujer de su casa tras arrendarle una habitación
Paola Mancilla, la joven boliviana de 24 años, y su hija de dos años, Isabella, han podido por fin recuperar este lunes por la mañana el piso que había sido realquilado por unos okupas, después de muchos meses de angustia y noches en vela. Paola no ha podido contener las lágrimas mientras las personas que vivían en su casa, en el barrio de El Tardón en Sevilla, se marchaban de la vivienda.
Jaime Sanz, el gerente de la empresa privada de seguridad especializada en este tipo de desalojos, Desokupación Legal, a la que Paola recurrió tras meses de desesperación, ha explicado a los medios de comunicación que estaban presentes durante el desalojo cómo han conseguido que abandonen la casa. Según ha manifestado,"hemos hablado, lo han entendido y van a abandonar la vivienda. Uno de ellos, con una pulsera telemática, tiene antecedentes y eso nos ha facilitado el trabajo, no quiere problemas". "Nos han invitado a entrar en la casa, no hemos entrado a la fuerza, lo primero es el diálogo y con educación podemos ir a todos los sitios", ha añadido.
Gracias a su ayuda, Paola ha conseguido recuperar su casa y ha acudido al desalojo amistoso con los que llevaba intentando acordar poder volver a su casa. Tres personas han salido del inmueble con sus pertenencias y la propietaria, entre sollozos, mostraba su gran felicidad por volver junto a su hija a su vivienda. "Estoy muy contenta de que por fin se hayan ido, parecía imposible", suspiraba con alivio.
Al entrar a su vivienda, Paola se ha cruzado con uno de los hombres que okupaban su casa y le confesó, muy afectada: "He estado mucho tiempo fuera con mi hija y yo sé que tú has sido engañado", a lo que le contestó el hombre: "Yo también he sido engañado, te pido mil disculpas. Ya ha pasado todo". Según le dijo, el anterior inquilino le realquiló el piso por el que pagó por adelantado varios meses, por lo que le aseguró que lo ha denunciado.

"Hacía mucho tiempo que no entraba en mi piso -relata Paola- y, aunque esté un poco sucio todo lo importante es que he recuperado mi casa. Faltan camas, toda mi ropa, algunos de mis muebles. Lo han tirado a la basura”.
Al comienzo del confinamiento Paola decidió alquilar una habitación a una pareja. La convivencia cada vez fue más insostenible y tras recibir insultos, amenazas e incluso agresiones, la joven boliviana decidió abandonar la vivienda con su hija pequeña, aunque nunca dejó de entrar para que no pensaran que la había abandonado.
A mediados de julio, cuando la pareja finalmente se marchó al regresar de su trabajo Paola se dio cuenta que le habían okupado de nuevo su piso, por lo que comenzó a revivir de nuevo una pesadilla, que hoy ha tenido un final feliz.
Paola ya tiene las llaves de su piso, al que llevaba tres meses sin poder volver. Con su pequeña en brazos ha recorrido la habitaciones. "Ahora le daremos una buena limpieza y también cambiaremos las cerraduras para que ningún desconocido okupe nunca más de forma ilegal mi casa".