El peligro de las explosiones de gas: "En este oficio no valen los errores, son mortales"


En estos días posteriores a la explosión de un edificio de Madrid han aumentado las llamadas de comunidades y particulares pidiendo una revisión de su edificio o de su vivienda
"El punto débil de las calderas de gas es la manipulación por gente que no está preparada", aseguran los expertos
El problema suele ser la acumulación de gas en un espacio cerrado y sin ventilación
La explosión tras un escape de gas de un edificio del barrio de Salmanca en Madrid, que ha dejado dos muertos y 18 heridos ha hecho saltar las alarmas. Hace algo más de un año, el 21 de enero de 2021, un edifico en la calle Toledo, también el la capital, dejó cuatro muertos por otro escape de gas. ¿Son las calderas de gas de los edificios un motivo de alarma después conocer estos accidentes?
"En estos días posteriores a la explosión han aumentado las llamadas de comunidades y particulares, sobre todo, pidiendo una revisión de su edificio o de su vivienda. Ha surgido el miedo. Y hemos acudido a varias llamadas que decían que olía a gas. La gente está más susceptible", explica Fernando Brogueras Sánchez, copropietario y jefe del servicio técnico de la empresa Gaspromin instalaciones SL.
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Manipulación no profesional
Brogueras asegura que lo más probable es que en la explosión de la calle General Pardiñas 35 de Madrid, haya sido un accidente. "El punto débil de las calderas de gas es la manipulación por gente que no está preparada. Nos hemos encontrado barbaridades, que en la mayoría de los casos han sido cometidas por gente no profesional. Por ejemplo, si alguien hace una reforma y hay que tocar el gas, hay que cerciorarse de que la empresa de reformas está en contacto con una empresa autorizada para manipular el gas. Si se cambia la encimera de la cocina y no se corta adecuadamente el gas (cortar, taponar y precintar) puede terminar produciéndose una explosión".
"Es posible que hubiera un escape en algún lado o que se haya perforado una tubería y haya estado saliendo gas durante bastante tiempo. Cuando se acumula más del 10% de gas en el ambiente de un espacio cerrado, y no hay ventilación, cualquier chispa puede ocasionar una deflagración. El microondas, encender la luz, hacer una llamada o coger el ascensor", explica el jefe del Sevicio Técnico de Gaspromin.
El problema no suele estar en las calderas, sino en los conductos que llevan el gas. El espacio de combustión de las calderas actuales no se comunica con el resto del hogar, está en una cámara estanca, por lo que las fugas no vienen de la caldera en sí. Ha tenido que ser un accidente, estás deflagraciones tan grandes no son habituales en condiciones normales. Un pequeña perforación de una tubería se detecta con anterioridad", comenta.
¿Es fácil que se produzcan esas fugas?
Los expertos coinciden. "No. Hay que mandar un mensaje de tranquilidad. No hay que tener miedo al gas es totalmente seguro si se trabaja con responsabilidad", dice Brogueras que añade que si las instalaciones están aprobadas según normativa no tienen porque haber ningún problema. Los escapes de gas son mínimos y se detectan en revisiones o porque huele a gas. Tener gas en casas y edificios es seguro.
En la explosión de la calle Toledo la juez determinó que fue un accidente, "habiendo sido provocada la explosión por un escape de gas natural, que se desarrolló de forma lenta, continua y prolongada en el tiempo". Los investigadores encontraron una pista. La tubería que estaba enterrada bajo tierra a la entrada del edificio estaba separada de su acometida, es decir, el enganche que conecta el gas de la calle con el de la casa estaba roto. La Policía científica continúa investigando los motivos de la explosión de la calle Ayala.
Desde hace años, los conductos del gas están en las fachadas para que estén ventilados. Ahora ya se están haciendo de acero, se pintan de amarillo para que sea imposible confundirlos y llevan un sistema de doble envoltura, un tubo dentro de otro. Si se rompe el conducto, un segunda cubierta, ventilada en sus extremos, canaliza las fugas. La recomendación ante un olor a gas, ventilar la estancia y llamar a la compañía.
"En este trabajo no valen los errores"
"En este trabajo no valen los errores, los errores son mortales", apunta Paco Ballesteros, gerente de una empresa de instalación de gas. "Hay que estar muy seguro de los que se hace, hacer el trabajo según la normativa y con materiales adecuados. Trabajar con el gas es una responsabilidad muy grande porque puede haber vidas en juego, por eso es básico que los profesionales tengan vocación y que estén preparados".
"La normativa de instalaciones de gas que tenemos en España es suficiente. Exige muchas precuaciones y muchas medidas de ventilación", dice Ballesteros. Los expertos apuntan a que "si ha habido una explosión, lo normal es que el combustible sea gas natural porque el gasóleo no tiene ese comportamiento". En la Comunidad de Madrid, la mayoría de los edificios tienen gas natural. El titular de la instalación es el responsables del mantenimiento, conservación, explotación y buen uso de la instalación. El objetivo es que dicha instalación se encuentre en servicio con el nivel de seguridad adecuado. Las revisiones se deben hacer cada cinco años, y dentro del año natural de vencimiento de este período con una empresa instaladora de gas habilitada.