El porqué del auge del negocio de la marihuana: muy rentable y fácil de montar


La Policía han desmantelado 300 plantaciones de marihuana en ocho meses
El paisaje es idílico. Parque Natural de la Serranía de Cuenca. En mitad de un pinar, entre espesa vegetación, cuatro albaneses han montado tres sofisticadas plantaciones de marihuana muy parecidas a cómo lo hacen los narcos en la selva colombiana. Son los últimos detenidos por un delito que se ha disparado desde hace unos años.
Sólo desde febrero hasta agosto de 2019, los agentes de la Policía Nacional han desmantelado más de 300 plantaciones de cannabis y han arrestado a 814 personas. De las 176.165 plantas incautadas en 2013 se pasó a 1.124.674 plantas en 2017, lo que supone un crecimiento del 538%.
Los expertos aseguran que el cultivo de esta planta no solo se ha incrementado, también se ha profesionalizado con tecnología de última generación. Si antes eran invernaderos sueltos, ahora hay chalés enteros dedicados solo a cosechar. En sus redadas, los agentes encuentran reflectores, transformadores, cuadros eléctricos, balastros, sistemas de riegos, ventiladores o filtros de carbono: "Todo ello con el objetivo de aumentar el rendimiento y exprimir al máximo la capacidad de plantación".
La Policía asegura que la marihuana producida en España no sólo se consume aquí sino que tiene como destino terceros países, principalmente, de la Unión Europa, lo que implica que en este creciente negocio ilegal estén involucradas diferentes organizaciones criminales extranjeras.
Las penas por tráfico de marihuana van de uno a tres años de cárcel si no se superan los 10 kilos. En el caso de sobrepasar esa cantidad, las penas ascienden de tres a cuatro años y medio.
Lo cierto es que el negocio de la marihuana está llegando a mucha gente, es fácil de montar y es muy "rentable", según los expertos. "Son muchas pequeñas escalas en muchos sitios que venden marihuana, y eso genera que su consumo se esté incrementando", explica Joan Carles March, de la Escuela Andaluza de Salud Pública.
El cannabis. En 2017 empezaron a consumirla 223.000 personas (casi la mitad eran menores) frente a los 159.000 que comenzaron a hacerlo en 2015, según datos de la última encuesta elaborada por el Plan Nacional sobre Drogas.