Los policías que rescataron a una joven en la ría de Bilbao: “La vimos, nos miramos y nos tiramos al agua”

Todo apunta a una discusión de pareja que llegó a las manos entre la joven que cayó al agua y su novia de 19 años
“Si no nos quitábamos todo, íbamos nosotros para el fondo”, asegura Mario
“No es algo que otro policía no hiciera así que me cambié y fui a otro servicio”, nos cuenta Ihintza
Ihintza tiene 26 años, Mario 38 y llevan a penas tres meses trabajando juntos, pero el sábado demostraron que son un gran equipo al salvar a una joven de 18 años de morir ahogada en la ría de Bilbao. Se encontraban patrullando uno de los barrios de Erandio, en Vizcaya, donde trabajan de interinos como policías locales, cuando recibieron el aviso de que se estaba produciendo una pelea en el embarcadero. “Llegamos y vimos a una persona haciendo señas de que alguien se había precipitado al agua”, comienza a relatar Ihintza.
La joven estaba flotando boca arriba, todavía consciente, así que no se lo pensaron dos veces y comenzaron a quitarse el cinturón, el chaleco, las botas y los pantalones. “Si no nos quitábamos todo, íbamos nosotros para el fondo”, asegura Mario. Así que “nos miramos y nos tiramos al agua”, nos cuenta su compañera. Mario saltó mientras ella esperaba en la orilla metida hasta la cintura.
Rescate agotador
El rescate no era sencillo, la joven se encontraba a varios metros de la orilla por lo que Mario tuvo que bracear hasta alcanzarla. “La zona estaba inclinada, había verdín, la chica se patinaba y no podía subir”, continúa contando el aspirante a agente. Además, se sentía mareada y dolorida por los golpes recibidos. Como veían que se podía complicar, Ihintza pidió a un transeúnte que fuera corriendo a la comisaría para pedir la ayuda de otro compañero.
Una vez fuera del agua, la agente se encaramó a un banco, agarró a la chica por debajo de la axila y con la otra mano sujetaba el móvil con el que iba respondiendo a las preguntas del 112, pero “no tenía fuerza, estaba agotada y pedí que siguiera una vecina”, recuerda. Fue trasladada al hospital de Cruces y ya ha recibido el alta médica.
En busca de testigos
Ya había pasado lo peor, pero tenían que saber qué había sucedido exactamente así que Ihintza se puso de nuevo los pantalones y salió corriendo en busca de un testigo. Ambas son viejas conocidas de la policía por algún que otro altercado anterior.
Ahora la investigación corre a cargo de la Ertzaintza quien se encargará de realizar el atestado por violencia doméstica y que, seguramente, implicará a las dos como víctimas y agresoras.
“Es parte del trabajo, lo volveríamos a hacer”
Cuando las aguas volvieron a su cauce, los dos compañeros volvieron a comisaría, se cambiaron de ropa y continuaron su jornada. “No es algo que otro policía no hiciera así que me cambié y fui a otro servicio”, nos dice Ihintza. Para Mario es parte del trabajo de un agente, “lo volveríamos a hacer”, asegura. “Lo que quieres que hagan por ti, hazlo tú”, concluye su relato.
Los dos, policías de vocación, reconocen que están recibiendo muchas felicitaciones y aspiran a conseguir una plaza en la oposición conjunta de Ertzaintza y policías locales que se están celebrando ahora en Euskadi. Sólo les queda pasar la entrevista personal y ocuparán su nuevo puesto más que merecido.
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