Rosario Porto no dejó carta de despedida, pero se investiga un cuaderno hallado en su celda


Se trata de una libreta con anotaciones que habría sido encontrada entre sus pertenencias
Se busca si puede haber alguna mención al asesinato de su hija o al por qué decidió poner fin a su vida
El Juzgado de Instrucción número 2 de Ávila abre diligencias por su ahorcamiento
El Juzgado de Instrucción número 2 de Ávila ha abierto diligencias por la muerte de Rosario Porto, después de que su cuerpo apareciese colgado en su celda de la prisión de Brieva (Ávila). Este proceso es habitual siempre que aparece un cuerpo sin vida, según apuntan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Si la autopsia y los análisis de las muestras remitidas al Instituto Nacional de Toxicología no arrojan indicios de criminalidad en su muerte, esas diligencias concluirían.
En la celda donde apareció ahorcada no se encontró ninguna carta ni escrito de despedida. Pero sí pertenencias de la reclusa metidas en bolsas. Porto había recogido todas sus cosas, lo que hace pensar que su decisión de quitarse la vida estaba meditada. Entre esos enseres ha aparecido un cuaderno en el que ella hacía anotaciones.
A Porto, además de leer, le gustaba escribir en prisión. Era una de las cosas, según ha explicado su abogado en otras ocasiones, que más la entretenían. Ahora, los investigadores analizan ese libro de notas por si pudiesen encontrar en él las causas que la empujaron a terminar con su vida. También por si ahí pudiese haber hecho mención al asesinato de su hija. Al por qué ella y Alfonso Basterra decidieron poner punto y final a la vida de su hija adoptiva. El móvil es la gran incógnita del caso. En los siete años que ha estado en prisión, siempre había defendido su inocencia.
Rosario Porto apareció ahorcada en la prisión de Brieva. Llevaba allí unos meses, desde que a principios de este 2020 la trasladaron desde la prisión de A Lama (Pontevedra) y le habían retirado el protocolo de prevención de suicidios. La madre de Asunta utilizó una tela para suicidarse, amarrándola a la ventana de su celda. Fueron los funcionarios de la prisión de Brieva quienes encontraron su cuerpo después de que no bajase a desayunar. La habían visto en el primer recuento de la mañana, en la inspección que realizan a las 08.00 horas. Cuando llegaron a la celda se la encontraron inconsciente. Pese a las maniobras de reanimación, no se pudo hacer nada por su vida. Tenía 51 años.
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