Un hombre se suicida en la cárcel de Logroño tras ser detenido por saltarse el confinamiento


El ganadero se ha ahorcado en su celda, en la que permanecía aislado
Le interceptaron en un control de la Guardia Civil en Villamediana de Iregua con droga oculta en los calcetines
Fue detenido dos veces y sancionado en 16 ocasiones durante el estado de alarma
Leoncio entró en la cárcel de Logroño el pasado 18 de abril. Tenía 41 años, era ganadero y todos le llamaban 'Moncho'. La Guardia Civil le había detenido tras descubrirle en un control en Villamediana de Iregua (La Rioja) con droga oculta en los calcetines y acompañado de una mujer.
No era la primera vez. El 4 de abril también fue arrestado por desobediencia grave al incumplir la restricción de movimientos marcada por el estado de alarma y había sido denunciado en 16 ocasiones por esta misma razón.
Un juez había decretado su ingreso en prisión provisional sin fianza. Este domingo por la tarde los funcionarios le han encontrado ahorcado en su celda. Estaba solo, aislado, siguiendo el protocolo por coronavirus, por el que las personas que llegan nuevas permanecen 14 días en observación, antes de ser enviadas a su módulo correspondiente.
Otros internos han dado la voz de alarma. Cuando los funcionarios lo han descubierto todavía estaba vivo y han intentado reanimarle. Los servicios de emergencias han acudido rápidamente pero finalmente ha fallecido. Un forense ha acudido a la prisión y el Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de la investigación.
No era la primera vez que 'Moncho' ingresaba en prisión. Ya había cumplido condena durante siete meses y quedó en libertad el pasado mes de agosto. Era padre de tres hijos y tenía problemas familiares.
La asociación profesional de trabajadores penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar critica la falta de personal satinario en este penal durante los fines de semana y los días festivos. "Por la mañana viene una enfermera a repartir la medicación y hay un facultativo de guardia. Tampoco hay nadie por la noche", aseguran. Una situación similar a la del resto de las cárceles, donde faltan la mitad de los médicos establecidos en las plantillas.
Incendio en una celda
El pasado 19 de abril también era domingo. Un interno del Centro Penitenciario de Logroño provocó un incendio en su celda. Eran las 17:30 horas cuando los funcionarios se percataron de que salían humo y pudieron sofocar las llamas rápidamente.
El interno fue trasladado al hospital aunque recibió el alta y regresó a la prisión. Unos días antes había agredido a varios presos y a un funcionario, por lo que se encontraba en el módulo de aislamiento.