Guillermo Fernández Bueno, el violador y asesino fugado de la prisión de El Dueso, es extraditado a España desde Senegal

El hombre fue condenado a 36 años de cárcel por dos violaciones y un asesinato
Es un peligroso delincuente con rasgos antisociales y agresivo-sádicos propios de un psicópata
Aprovechó un permiso penitenciario para darse a la fuga con su pareja y huir al país africano. Ya ha ingresado en la prisión de Aranjuez.
Esposado y escoltado por agentes de la Policía Nacional, Guillermo Fernández Bueno subía este viernes por la mañana en un avión en Dakar (Senegal). Cinco horas más tarde aterrizaba en Madrid, donde ha sido trasladado a los juzgados de Instrucción, ubicados en Plaza de Castilla.
Las autoridades españolas reclamaban su extradicción desde agosto de 2018, cuando el hombre, que cumplía condena en la prisión cántabra de El Dueso, se fugó con su pareja. Debía pasar 36 años entre rejas por dos violaciones y un asesinato, pero huyó al país africano aprovechando un permiso penitenciario. Ya ha ingresado en la prisión de Aranjuez.
Calificado como un peligroso delincuente con rasgos antisociales y agresivo-sádicos, propios de un psicópata -según los psicólogos que le han tratado- Fernández Bueno había gozado de más de 40 permisos para salir a la calle desde el año 2012. El interno pasó por varios programas de reinserción. Antes de fugarse había solicitado varias veces el tercer grado, sin éxito, lo que podría haber motivado su huida de España.
Dos violaciones y un asesinato
Guillermo Fernández Bueno tenía 23 años en el 2000. Se había ido a vivir a Vitoria, donde había encontrado un trabajo como alicatador en la construcción. De gran estatura y complexión fuerte, el 12 de noviembre entró en una panadería aprovechando que una empleada estaba sola. La golpeó y tras tirarla al suelo, la violó entre amenazas.
Un mes después, el 14 de diciembre Fernández Bueno entró en el bar Acua y abordó a Ana Rosa Aguirrezabal, de 34 años, que trabajaba en el local como limpiadora. La golpeó con una botella en la cabeza, y la agredió sexualmente. Después la asfixió y la degolló utilizando un cuchillo de dientes de sierra.
Este crimen conmocionó a la capital alavesa. El 6 de enero de 2001, el hombre fue detenido y confesó ser el autor de estos hechos. Durante el juicio por el asesinato. Según consta en la sentencia del asesinato, Fernández Bueno "empleó una violencia inusitada" y el juez le calificó como un delincuente muy peligroso, con rasgos propios de un psicópata.
Fue condenado a 36 años de cárcel, pero el recluso siempre tuvo una conducta buena y pasó por varios programas voluntarios de reinserción: Terapias de agresores sexuales, el curso “vivir sin violencia”, programas de control de impulsos, de preparación para los permisos de salida, incluso fue preso "sombra" acompañando a otros internos para prevenir posibles suicidios.
Aún así, la Junta de Tratamiento se oponía a saliera de permiso en el año 2012. Pero lo consiguió y salió más de 40 veces hasta que se fugó.
Una fuga planeada con su pareja
Fernández Bueno llevaba 17 años entre rejas cuando, aprovechando un permiso penitenciario, se marchó con su pareja. Cumplía condena en la prisión cántabra de El Dueso aunque antes había estado en la de Santander. Allí conoció a María Elena Ruiz Sancho, una trabajadora social que trabajaba como voluntaria y con la que mantenía una relación sentimental desde hacía un par de años.
El 15 de julio de 2018, Fernández Bueno obtuvo un permiso para estar una semana en la calle. Se fue a Torrelavega, donde solía pasar sus días en libertad, en la casa de María Elena. Debía regresar el día 22. Pero no lo hizo y las saltaron las alarmas. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pusieron al reo en busca y captura y difundieron su fotografía pidiendo colaboración ciudadana para dar con su paradero.
El 31 de julio consiguieron localizarles en la frontera entre Gambia y Senegal. Los dos fueron detenidos. Habían cruzado Marruecos y Mauritania con un pasaporte falso y a bordo de una furgoneta Volkswagen blanca, propiedad de la mujer, que además tenía un negocio de compraventa de muebles de la India. Ahora está acusado de quebrantamiento de condena y fuga, lo que aumentará su tiempo en prisión.