El zoo que cuida a la gata que cruzó el Estrecho en patera pide ayuda para alimentar a los animales


La gata llegó en brazos de su dueña, una niña de 10 años que hizo la travesía junto a su familia
El animal sufrió las duras condiciones del viaje y ahora en el Zoo de Castellar luchan por salvarle la vida
El zoológico hace un llamamiento de ayuda porque la falta de ingresos pone en peligro su continuidad
Cruzó el Estrecho de Gibraltar en una patera en brazos de su dueña de 10 años. Ni el calor de ella evitó que llegara en muy malas condiciones. De sus brazos pasó a otros que se esfuerzan por salvarle la vida, los de los trabajadores del Zoo de Castellar, en Cádiz: “Su pronóstico es reservado, está en cuarentena y hemos observado una mejoría”, explica a NIUS Javier Morales, encargado del zoológico
“Nuestro trabajo es cuidar a todos los animales que rescatan los diferentes organismos competentes, como Policía, Seprona, Guardia Civil y Aduanas", relata el encargado. Asegura que están atravesando una situación muy complicada. Incluso escasea el dinero para comprar la comida que necesitan todos los animales.
Piden ayuda para hacer frente a las consecuencias que les está dejando la pandemia: “No tenemos visitas, llevamos siete meses cerrados y no podemos echar el cerrojo y dejar que los animales se mueran de hambre”, relata el encargado. Actualmente, tienen alrededor de 1.500, de 80 especies diferentes.

Debido al aislamiento preventivo por el coronavirus ha caído la principal fuente de ingresos: los visitantes. “¡Necesitamos tu ayuda!", es la campaña que han lanzado los responsables del centro de rescate en sus redes sociales.
Desde entonces, algunos particulares han estado enviando comida para atender a los inquilinos del zoo, que tiene un apartado en su web para donaciones.
Su encargado explica que fue fundado para "ayudar a los animales que resultan de los decomisos realizados por las autoridades". Estos eran las víctimas de un creciente mercado negro y nadie se hacia cargo de ellos.
Lo que comenzó su andadura como una iniciativa particular, pocos años después abrieron las puertas al público. “La administración nos da una minuta que solo nos mantiene 2 o 3 semanas”, asegura Javier. Por ello, hacen esta llamada de ‘auxilio’ para mantener con vida este zoo.