De Tacande a Teneguía, las erupciones históricas que han sacudido La Palma y Canarias


La Palma es la isla que más erupciones ha sufrido desde el siglo XV, con ocho sumando la de Cumbre Vieja
La erupción más larga documentada fue la del Timanfaya en Lanzarote, que duró 2055 días, entre 1730 y 1736
La erupción palmera de Teneguía, la más reciente, es la única con fallecidos
La actual erupción en La Palma se suma a las siete que se han dado en la isla desde que hay registros documentales. Precisamente, las islas Canarias, junto con la comarca de La Garrotxa, ubicada en Cataluña, son los únicos territorios patrios que han vivido este tipo de fenómenos y solo el archipiélago lo ha experimentado en épocas recientes.
Pero, ¿cómo fueron las anteriores erupciones en la Isla Bonita y el resto de Canarias? ¿Llegaron también al mar? ¿Hubo víctimas mortales?
La Palma, la isla con más erupciones
Como decíamos, con la erupción de Cumbre Vieja, en La Palma se han registrado ocho eventos de este tipo en los últimos seis siglos. Es decir, es la isla canaria que más fenómenos de este tipo ha experimentado, desde principios del siglo XV, según los datos recogidos por el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Le siguen Tenerife con seis y Lanzarote con cuatro.

La erupción volcánica más antigua registrada en Canarias fue, precisamente, en La Palma, entre 1470 y 1492, en la zona de Tacande -donde está una de las bocas de la erupción actual-. Un periodo que coincide con la conquista del archipiélago, primero por nobles castellanos y después por los Reyes Católicos. No existen registros documentales -por lo que se puso en duda durante mucho tiempo-, pero se han encontrado evidencias geológicas. Es en el único caso en el que las coladas no llegaron al mar, deteniéndose al sur de Los Llanos de Aridane.
La segunda erupción palmera fue en 1585 en Tehuya, con Felipe II al frente de España. Fray Alonso de Espinosa escribió que "junto a una fuentecilla, en un llano, fue creciendo la tierra" en forma de volcán, "echando fuego espantoso y peñascos encendidos". La siguiente fue denominada la de Martín, que ocurrió en 1646 durante el reinado de su nieto, Felipe IV. En este caso, una intensa lluvia de cenizas cubrió la zona, enterrando los campos de cultivo y arruinando la cosecha.
La cuarta fue en San Antonio, en 1677, solo 28 años después. La lava sepultó la Fuente Santa, que era muy visitada por sus supuestas aguas curativas. Pedro de Mendoza, futuro fundador de la ciudad de Buenos Aires, fue uno de los que acudió al lugar. La próxima erupción, la de El Charco de 1712, con España inmersa en la Guerra de Sucesión, creó lo que hoy es el Paisaje Protegido de Tamanca.
En algo más de 120 años hubo cuatro erupciones en la Isla Bonita
Las erupciones más recientes se registraron ya entrado el siglo XX: la erupción de San Juan y Nambroque (1949) y después la del Teneguía (1971). De hecho, muchos oriundos de La Palma recuerdan todavía este último acontecimiento. También es el único episodio en el que se han registrado víctimas mortales, con un fallecido oficial -hay otro que su familia reivindica pero que no consta en los documentos oficiales-.
En esta imagen se puede ver el recorrido que hicieron las coladas de lava, desde la base de la erupción hasta el mar. Todas las erupciones palmeras se han concentrado en la parte sur de la isla y han sido de tipo estromboliano, con la aparición de conos volcánicos que escupen magma.

El Timanfaya, en erupción durante seis años
En cuanto la época de más actividad volcánica en Canarias, esta fue el siglo XVIII, con siete episodios. El doble que en cualquiera de los siglos anteriores y posteriores. En total, hubo 2321 días de erupción activa, es decir, un 6,35% de esos cien años.

Pero, aunque la "Isla Bonita" es la que más erupciones ha sufrido, nunca han superado los tres meses de duración, siendo la de Tehuya la más larga, de 84 días. Aunque de la primera, en Tacande, no hay datos sobre su duración.
Muy lejos de la sucedida en el Timanfaya (Lanzarote), que duró hasta 2055 días, de 1730 a 1736. El testimonio más conocido es del manuscrito del cura de Yaiza, Don Andrés Lorenzo Curbelo. En su relato describe como al principio la lava "corría con tanta rapidez como el agua" o como "una gran cantidad de peces muertos sobrenadaban en la superficie del mar" tras la llegada de las coladas a la costa.
En este gráfico, creado a partir de datos del IGN, se puede ver con detalle la fecha y el lugar donde han tenido lugar todas las erupciones del archipiélago, desde el siglo XV.
