El ‘negro de humo’, el componente clave de los neumáticos que ya no llega de Rusia: ¿Peligran las ruedas en unos meses?


El 70 % del negro de humo proviene de Rusia y Ucrania y el precio y la disponibilidad de los neumáticos peligra
En España se venden anualmente entre 15 y 20 millones de neumáticos
Se trabaja en el reciclaje del humo negro de los neumáticos usados, de momento, solo el 1% de todo el negro de humo se recicla a nivel mundial
Solo en el mes de abril, la producción de coches en España ha caído un 10,3% respecto al mismo mes de 2021, que ya fue un ejercicio complicado. El problema, la falta de componentes, pero no solo faltan microchips, hay un componente imprescindible para los coches que sin él, el mercado de los neumáticos peligra y por lo tanto, el de los vehículos. Un neumático tienen más de 150 componentes y uno de ellos es el negro de humo o también conocido como negro de carbón. Un pigmento que contienen una gran cantidad de carbono y que es imprescindible en la industria de las mezclas de caucho, es decir, para la construcción de cualquier neumático, desde el patinete eléctrico hasta el de un autobús.
Es un pigmento producido por la combustión parcial de productos pesados del petróleo como el alquitrán o de grasas y aceites vegetales. Una vez integrado en las mezclas, el negro de humo ordena las partículas del caucho y aporta a la goma diferentes cualidades que ésta por sí sola no posee: resistencia a la abrasión, resistencia a la tensión y disipación de calor, en otras palabras, se utiliza para reducir el daño térmico y aumentar la vida útil y mantener el rendimiento a lo largo del tiempo. Por ello, no es casual que la mayoría de las gomas que vemos en nuestro entorno sean negras. El negro de humo se presenta normalmente en forma de pellets para facilitar su manipulación y dispersión en las mezclas, con una densidad aparente cercana a 0,35 kg/dm³.
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De dónde viene el negro de humo
El 70 % de este componente proviene de Ucrania y Rusia. Con estos dos países en guerra lo neumáticos, su precio y su disponibilidad peligran. "Empezamos a notar la escasez ya en marzo, al poco de comenzar la guerra. Nosotros recibíamos la mayor parte del negro de humo de Ucrania y de otros fabricantes europeos, además teníamos stock suficiente, así que no nos ha afectado mucho pero nos hemos tenido que reinventar y buscar otros proveedores y otras maneras de lograr este componente", explica Alberto Delso, Jefe del Servicio Técnico de Bridgestone. "Esto afecta a todos los competidores del mercado y por lo tanto a todos los consumidores". En España se venden anualmente entre 15 y 20 millones de neumáticos. El sector del neumático, incluidos todos los agentes que operan en él (fabricantes, distribuidores y recicladores, principalmente) facturó en 2019 alrededor de 6.500 millones de euros. La industria del neumático esta consume alrededor del 70% del total de la producción, y constituye más el 10% del gasto total en materia prima de las compañías de llantas.
Es una pescadilla que se muerde la cola. "Rusia y Ucrania dejan de entregar el producto y las otras empresas que también lo producen necesitan del gas ruso para su exportación", cuenta Delso. Bridgestone, por ejemplo, ha suspendido su operaciones y ha parado su fábrica en Rusia. Por eso se están readaptando. "Por el momento en Bridgestone no hemos tenido ningún impacto en el negocio, pero los precios de las materias primas, el precio del petróleo y el transporte se han encarecido, y esto termina pasando factura.
Reciclar las ruedas ya usadas
Según Alberto Delso, no peligra la fabricación de neumáticos, pero sí se dificulta. Los fabricantes de neumáticos aseguran que ya están buscando una alternativa, entre ellas, las de poder reciclar este componente de las ruedas ya usadas. Así se expuso en la Smithers Recovered Carbon Black Conference, en Ámsterdam, en 2021 dónde Bridgestone y Michelin plantearon esta solución.
Se estima que cada año mil millones de neumáticos en todo el mundo llegan al final de su vida útil. "Hay una conciencia clara en torno al uso de materiales reciclados y recuperados de neumáticos al final de su vida útil, pero quedan barreras por superar para conseguir que la circularidad de los materiales tenga una escala suficiente como para lograr un ecosistema de movilidad más sostenible. Hoy en día, solo el 1% de todo el negro de humo utilizado en la producción de neumáticos nuevos se recicla a nivel mundial. "El motivo es que el canal de suministro para la recuperación y reutilización de negro de humo es débil. Pero esto va a cambiar y a mejorar", dicen desde Bridgestone.
El negro de humo recuperado ofrece la oportunidad de reducir la dependencia hacia productos petroquímicos en la industria de los neumáticos, reemplazando una parte del negro de humo tradicional por una alternativa circular y sostenible sin comprometer el rendimiento. Además, emplear negro de humo recuperado en neumáticos nuevos reduce las emisiones de CO2 en hasta un 85% en comparación con cuando se utilizan materiales vírgenes.