Colapso administrativo: el atasco de los carnés de conducir empieza en la autoescuela


Según estimaciones de las autoescuelas, en España hay 300.000 aspirantes con el examen teórico aprobado que están pendientes de pasar el práctico
La patronal de profesores advierte de que tiene a sus trabajadores al 150% y exige más exámenes, pero se siguen presentando a los alumnos sin estar preparados
Una de las soluciones sería que la DGT exigiera un programa teórico y práctico formativo, definido y cerrado con una duración determinada y controles de asistencia
"Me saqué el teórico en julio y todavía no he conseguido examinarme. Me han dado fecha para finales de septiembre", cuenta Raúl, madrileño de 21 años. "A mí me parece alucinante todo el verano esperando y nada".
Ahora ha empezado las clases y todo es mucho más complicado. "Tengo que hacer alguna práctica más antes del examen. Y la fecha no es segura, es lo que estiman en mi autoescuela, pero me pueden llamar de un día para otro después de llevar meses esperando”, advierte.
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Como Raúl hay más de 300.000 aspirantes con el examen teórico aprobado que están pendientes de pasar el práctico en España, según estimaciones la Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas CNAE). Pero la DGT matiza: "Esa cifra no es real, es la de todos los que están pendientes de hacer el examen, pero no se cuenta que muchos se han sacado el teórico ayer y todavía no han empezado las clases prácticas. O jóvenes que tienen el teórico y por estudios o trabajo han decidido examinarse al año siguiente. Los aspirantes preparados para examinarse realmente serán un tercio de esa cifra”, explican.
Ya en junio, Pere Navarro, director de la Dirección General de Tráfico (DGT), avanzó que durante la pandemia se habían dejado de hacer 286.000 pruebas y la bolsa no deja de crecer.
Autoescuelas desbordadas
"Estamos desbordados por la paralización que sufrimos en la pandemia, a esto se ha unido los que no pudieron sacarse el carnet y los que se lo han querido sacar en verano, y ya para colmo nos topamos con la Administración que ha reducido personal y tiene una carencia tremenda de funcionarios y examinadores. Así es imposible ir presentando a la gente a los exámenes", cuenta Pepe Paños, propietario de la Autoescuela Paños en Albacete.
"En Albacete somos privilegiados, estamos en torno a un mes de espera. En otros sitios llegan a tres meses. Hay que hacer algo, ahora no es el momento pero nos movilizaremos para que la DGT se de cuenta de cuál es el problema: falta de personal administrativo y falta de examinadores", asegura. Cuando acabaron las restricciones, no pudieron convertir la gran demanda que llegó a las autoescuelas en ingresos porque faltaba personal en la DGT que “ha paralizado los procesos”, dejando las empresas del sector “en una situación muy comprometida”.
“Es verdad que España está desbordada de alumnos pendientes de hacer el examen”, explica Luis Fernando Fernández de Formaster, de la patronal de autoescuelas, pero también es verdad que hay varios motivos por los que esto ocurre.
El primero es la falta de examinadores. En diez años han bajado un 10%, de 888 examinadores en 2010 a 802 en 2020, según cifras de la DGT. “Y para el año que viene se prevé que unos 100 se jubilen. Se necesitan examinadores de manera urgente. Está previsto que para este año se incorporen entre 40 y 60, que llegarán a finales de año siendo muy optimistas. Siguen siendo insuficientes, para poder empezar a atajar el problema se deberían incorporar unos 250”.
Pere Navarro reconocía también esta semana que faltan examinadores, pero insiste en que el "pico" de actividad es en verano y Navidad, "cuando los jóvenes tienen vacaciones", pero señala que no se puede tener una plantilla "dimensionada" para afrontar sólo estos dos periodos y cree que es mejor reforzar el servicio en estas épocas o ante incidencias como el coronavirus.
Aún así, ha indicado que el 4 de octubre, si el Covid19 lo permite, se celebrará en Madrid un nuevo examen para contratar nuevos examinadores. Se trata de una prueba que estaba preparada para junio y se tuvo que cancelar por la pandemia. Se recibirá a unos 1.300 candidatos, ha indicado.
En este sentido Joaquin Jiménez Murillo, presidente de ASEXTRA, la asociación de examinadores que abarca a más de 80% del colectivo examinador de toda España, asegura que “en ningún momento nos hemos sentido desbordados porque estamos habituados a ejercer nuestras funciones bajo la presión y responsabilidad que ya normalmente conllevan, asumiendo ahora con entereza estas nuevas circunstancias que nos han sobrevenido. La DGT en general y el colectivo examinador en particular, han hecho y están haciendo un esfuerzo titánico para volver a una situación de plena normalidad en pro del ciudadano".
Entonces, ¿cuál es el problema?
Aquí, la mayoría de los agentes implicados coinciden. El problema real de las listas de espera es el altísimo porcentaje de alumnos que suspenden en primera convocatoria. Los alumnos no están preparados. Las estadísticas hablan. El porcentaje de suspensos es un 45% para la primera convocatoria del teórico y del 65% en el primer examen práctico. Eso genera que en seguida quieran presentarse al segundo examen y así las listas no paran de crecer.
"Es imposible por muchos examinadores que pongan que se cumplan las expectativas. Uno de los motivos es que van con prisas, dice Fernández de Formaster, y no están adecuadamente preparados. El modelo actual de preparación para el examen no es suficiente para abordar con ciertas garantías el aprobado y para conducir con seguridad. El problema es por tanto estructural”, advierten.
José Mª Marín, presidente de ATAAC, asamblea de trabajadores asalariados de autoescuelas de Cataluña, asevera que la pregunta pertinente es la siguiente: ¿Cuántos alumnos podrían haberse examinado en la DGT si la tasa de suspensos no fuera tan alta?, ¿Van realmente preparados los alumnos?, ¿harían falta más examinadores si la norma fuera aprobar en primera convocatoria?
Posibles soluciones
"Con la normativa vigente que hay sobre la mesa, habría que dar a las autoescuelas herramientas suficientes para que los alumnos pudieran realizar un programa teórico y práctico formativo, definido y cerrado con una duración determinada y controles de asistencia. Y autoevaluaciones que una vez superadas permitan la presentación al examen", defienden desde Formaster.
Por ejemplo: si no has recibido un numero determinado de clases no puedes presentarte al examen teórico y en el práctico, habría que añadir aspecto modulares, como conducción nocturna, condiciones adversas, adelantamientos en carreteras convencionales.
Teniendo alumnos más preparados habrá mas garantías de éxito de aprobar el examen y de rebajar las listas. "Ahora no hay nada que puedas hacer si un alumno ha pagado sus tasas y decide presentarse al teórico. Y con el práctico, muchas veces, llega el padre del niño y dice, venga que se examine ya, que sabe conducir. Si tú crees que no está preparado lo dices pero poco puedes hacer ante tanta insistencia, que suele ir acompañado de no pagar más clases prácticas", explica el dueño de la autoescuela Paños.
La DGT debería poner unas medidas algo más duras. "No se puede dejar a los alumnos presentarse al examen cinco y seis veces. Está claro que cuando un alumno suspende dos o tres veces es que no está bien preparado. Habría que imponer un tiempo de margen, si suspendes dos veces no puedes volver a presentarte hasta pasados tres meses por ejemplo, así se descongestionaría mucho las lista de espera”, explica Marín.
Además echa la culpa a muchas autoescuelas que lo único que quieren es llevar a la gente a exámenes porque así les cobran por cada uno y si suspenden les vuelven a cobrar, explica. "Desde los sindicatos hemos venido denunciando que la guerra de los precios por clase nos había llevado, consciente o inconscientemente, hacia un modelo deformado de negocio donde se trata de compensar la caída de ingresos por clase práctica o gratuidad de las teóricas con las famosas “renovaciones de los papeles”.
Si un día normal se examinan más de 9.000 alumnos, en primera convocatoria aprueban 1.600 y en segunda 800. Quedan casi 7.000 personas que han suspendido. “Aquí algo no cuadra”. Y ahí está el problema, la cola debería estar en las autoescuelas, no en DGT. "El otro día me contaba un compañero: 'Qué frustrante ha sido, he presentado a siete al examen sabiendo que ninguno lo superaría'. Hay que poner una normativa adecuada y no presentar por presentar", advierten.
Protestas en el sector
El sector recibe más clientes que nunca, pero sale a las calles a manifestarse porque muchas empresas están al borde de la quiebra ante la "parálisis administrativa". Esta situación ha derivado en varias manifestaciones del sector a lo largo del verano pidiendo que se solucione la falta de personal administrativo. Enrique Lorca explica que, de cara a este fin, CNAE propone la creación de una bolsa de examinadores, y que a las empresas a las que el Estado ofrece licitaciones para labores como inspeccionar las autoescuelas se las forme para que, eventualmente, puedan ayudar a los examinadores.
A juicio del director de la DGT, "con la que está cayendo", debería realizarse un "mayor esfuerzo" para "remangarse y buscar soluciones" y considera que las manifestaciones "no son la solución".