Conducción y alcohol: multas, puntos, riesgos y mitos


El alcohol es una droga que afecta a nuestro sistema nervioso desde la primera copa
El consumo de alcohol es responsable de más del 30% de los fallecidos en las carreteras españolas
Si superamos las tasas de alcoholemia permitidas nos enfrentaremos a sanciones económicas, retirada de puntos y penas de prisión
El alcohol es una droga muy aceptada socialmente. Hay centenares de eventos que van ligados al alcohol: quedar con amigos, una fiesta, un concierto, las comidas familiares, las Navidades… Al estar tan incorporado en nuestras costumbres, podemos pensar que sus efectos no son para tanto. Sin embargo, los datos indican lo contrario.
Te contamos los falsos mitos sobre el alcohol y la conducción y los riesgos a los que te estás exponiendo a ti y a los demás cuando conduces tras haber bebido.
Los riesgos de beber alcohol y conducir
El alcohol es un tóxico que afecta directamente al sistema nervioso central, primero provocando excitación y estimulación y después un efecto depresor y sedante.
Los principales riesgos a los que nos exponemos cuando nos ponemos al volante tras haber bebido son, entre otros:
- Visión borrosa y aparición del efecto túnel.
- Disminución de la agudeza intelectual.
- Agresividad y conducción temeraria.
- Pérdida de reflejos y de control de los movimientos.
La Dirección General de Tráfico (DGT) calcula que si se dejara de consumir alcohol al volante, se salvarían unas 5.000 vidas al año en Europa. Y es que, según un estudio de El Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT (ONSV) de 2017, un 30% de los fallecidos en la carretera españolas se atribuyen al alcohol, así como el 11% del total de accidentes de tráfico.
Falsos mitos
Tras haber analizado los riesgos de mezclar alcohol y conducción y sus terribles consecuencias, llega el momento de desmontar algunos mitos muy extendidos en torno a la bebida.
En primer lugar, comenzaremos por el mítico “por una o dos copas no pasa nada”. Debemos saber que aunque solo hayamos consumido una copa nuestra capacidad de conducir ya se ve alterada. Además, los efectos del alcohol pueden variar mucho en función de nuestro sexo y complexión (las mujeres y las personas con menor peso presentan niveles más altos de alcohol); el grado de alcohol de la bebida que hayamos tomado; y las circunstancias del momento como nuestro estado emocional y de cansancio y si hemos bebido en ayunas o con el estómago lleno.
Asimismo, también hay varios mitos en torno a cómo hacer bajar el alcohol en sangre. Algunos de los más extendidos afirman que si dormimos, tomamos un café o nos pegamos una ducha ya no sufriremos los efectos del alcohol. Esto es totalmente falso, como también otros mitos que prometen disminuir nuestra tasa de alcoholemia si hacemos ejercicio, fumamos, bebemos mucha agua o masticamos chicles.
El único método real y efectivo para bajar la tasa de alcoholemia es dejar pasar entre media hora y una hora (por cada copa) tras haber bebido.
Multas y puntos
Si decidimos seguir creyendo en falsos mitos y conducir tras haber tomado unas copas, no solo nos pondremos en riesgo a nosotros mismo y a los demás, sino que podremos recibir sanciones como multas de hasta 1.000 euros, la retirada del carné de conducir y penas de prisión.
La tasa de alcohol máxima permitida en España es de 0,25 mg/l en aire espirado o de 0,5 g/l de alcohol en sangre. Esta tasa se reduce para los conductores noveles y profesionales hasta los 0,15 mg/l en aire espirado o 0,3 g/l de alcohol en sangre.
Si superamos la tasa permitida y nos situamos entre los 0,25 mg/l y los 0,5 mg/l (o entre los 0,15 mg/l y los 0,30 mg/l para noveles y profesionales) deberemos pagar una multa de 500 euros y perderemos 4 puntos de nuestro carné de conducir.
Si damos más de 0,5 mg/l (o de 0,3 mg/l para noveles y profesionales) la multa puede ascender hasta los 1.000 euros y se retirarán 6 puntos del carné.
Por último, si superamos los 0,6 mg/l en aire expirado o 1,2 g/l de alcohol en sangre estaremos cometiendo un delito recogido por el Código Penal y nos enfrentaremos a penas de prisión, trabajos en beneficio de la comunidad, multas y la retirada del carné de conducir por un tiempo determinado.