Extrañeza por los datos de siniestralidad: los accidentes sólo se reducen a la mitad durante el confinamiento

Aunque la movilidad se ha reducido un 86%, la mortalidad solo se ha reducido un 48%
Según Fesvial, los factores de riesgo que posiblemente mayor repercusión pueden tener en la conducción son el estrés, la tensión, el sueño o la fatiga
Aunque parezca difícil de creer, cuando la sociedad española se encuentra en confinamiento y la mayoría está recluida en sus casas el número de accidentes de tráfico en el país "ha caído apenas un 50%, cuando debería haberlo hecho en un porcentaje mucho mayor", dice José Ignacio Lijarcio, director de proyectos de FESVIAL.
Resulta impactante ver los resultados del balance de la Semana Santa publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT), sobre la movilidad y los accidentes producidos en vías interurbanas: 13 muertos en la Semana Santa con las carreteras prácticamente vacías frente a los 27 fallecidos del año pasado.
"Sabemos que todos los recursos van destinados a la pandemia, es completamente normal, pero sigue habiendo problemas subyacentes en los que hay que seguir trabajando. Los accidentes de tráfico, según datos de la Organización Mundial de la salud (OMS), matan al año a 1,3 millones de personas", asegura Lijarcio.
El estrés personal y social del coronavirus
Desde FESVIAL quieren hacer un balance y reflexión sobre algunas dimensiones de la siniestralidad que se ha producido. Las calles y carreteras dan la sensación de que están vacías, y aun así la movilidad sigue existiendo para aquellas personas y actividades imprescindibles para asegurar las necesidades básicas de la sociedad. Esto se refleja en los 2,1 millones de desplazamientos que se han producido durante los once días del periodo de la Semana Santa. Esto ha supuesto que la movilidad se ha reducido un 86%, pero la mortalidad solo ha bajado un 48 %.
"Este hecho -aparte de peculiar- lo podemos calificar como preocupante, ya que muchos de los riesgos viales derivados de compartir el espacio en la vía pública, se tendrían que haber reducido de manera considerable, al haber menos personas y vehículos desplazándose", asegura Lijarcio.
El 80% de estos desplazamientos los han realizado conductores profesionales o de reparto, muchos de los cuales se ven en la necesidad de realizar grandes trayectos, bajo la presión y el estrés personal y social derivado del estado de alarma.
"Creemos que es muy importante conocer en qué circunstancias se produjeron los siniestros y en qué condiciones se encontraban los conductores que sufrieron esos accidentes.
Según Fesvial, los factores de riesgo que posiblemente mayor repercusión pueden tener en la conducción están relacionados con el estrés, la tensión, el sueño o la fatiga. "Piensas, me echarán la semana que viene, o, si voy más rápido y llego antes, o si has dormido mal ese día o tienes pesadillas, el miedo al coronavirus, algo normal en está situación excepcional que vivimos. Todo esto puede afectar en mayor medida a la siniestralidad que ha habido", explica Lijarcio.
Por eso los datos de siniestralidad indican la necesidad de investigar con mayor profundidad sobre cómo es la movilidad durante estas semanas de confinamiento y qué factores de riesgo y circunstancias predominan en la conducción, ya que el conocimiento real de la situación es fundamental para poder aplicar de forma inmediata y rigurosa, medidas eficaces que contribuyan a prevenir los actuales accidentes de tráfico.
Las carreteras convencionales, las de mayor riesgo
Respecto las características de los siniestros registrados durante la Semana Santa, las vías convencionales fueron las que mayor número de accidentes registraron, con 10 fallecidos, frente los 3 producidos en autovías o autopistas. Las vías convencionales siguen siendo, por lo tanto, las de mayor riesgo, incluso con menor densidad de tráfico, dimensión esta que habría que tener muy en cuenta.
Es llamativo también el hecho de que de los 13 fallecidos, ocho lo han sido por salidas de vía, los mismos que el año anterior, a pesar de que la movilidad este año ha sido mucho menor. Normalmente las salidas de vía o el accidente solitario se produce, según los datos de diferentes investigaciones, por sueño y fatiga en la conducción.
"Nos encontramos con vías con poca densidad de tráfico (lo que da lugar a una falta de estimulación cognitiva), con escasez de recursos y servicios (gasolineras, baños, cafeterías, restaurantes, etc.) donde parar a mitigar la fatiga, y la presión derivada del estrés situacional, tanto para conductores profesionales como para no profesionales", aseveran desde Fesvial.
Aunque se hayan reducido los siniestros y víctimas producidas este año en Semana Santa, en términos relativos la siniestralidad ha sido relativamente elevada. "Pedimos un plan de movilidad y campañas para cuando acabe el estado el alarma. La movilidad se irá retomando poco a poco, hay personas que llevan mes y medio sin coger el coche, y eso puede suponer un riesgo que incrementen los accidentes de tráfico si no se conoce como esta situación está impactando en los usuarios de las vías".