El vídeo que triunfa esta Navidad: una abuela baja las escaleras en silla de rueda a golpe de saeta

Esta es la historia de una cena de Nochebuena, una abuela en silla de ruedas y una familia malagueña con mucha guasa. Pongámonos en situación. Son las diez de la noche del 24 de diciembre, los Hidalgo se disponen a cenar en el sótano de la casa familiar. La mesa ya está puesta: langostinos, jamón, canapés. Solo falta una cosa. La abuela Lola, Yeya como la llaman en casa. Va en silla de ruedas y no hay ascensor. Así que no queda otra. Entre nietos e hijos, la cogen en volandas y se disponen a bajarla por los quince escalones que la separan de la planta de abajo. Un recorrido que da para mucho y que una de las nietas captura en un vídeo.

Un minuto de grabación que no tiene desperdicio. Suena de fondo una marcha de semana santa, mientras Jesús, un amigo de la familia, hace de improvisado capataz. "Izquierda adelante, derecha atrás", dirige a los que sostienen la silla con la abuela encima. Abajo, el resto contempla divertido la escena. Llega la parte complicada, la cuerva de la escalera. "Vamos a dar la revirá", anuncia el capataz. "Poquito a poco". Justo ahí, José, uno de los nietos, se arranca con una saeta para acompañar a la comitiva hasta el final del trayecto. La Yeya, mientras, mira exultante y se parte de la risa. Esta peculiar procesión termina con el aplauso generalizado de todos cuando, finalmente, la abuela llega a la planta baja.

Mar es una de las nietas que presencia la escena y que comparte el vídeo en las redes sociales. "Nunca imaginé que pudiera tener esta repercusión. Para mi familia estas cosas son normales", cuenta a NIUS, divertida. Dice que su abuela, con 94 años, está ya más que acostumbrada a estas bromas. "Ella estaba encantada, le gusta el cachondeo", se ríe. Lo mismo deben pensar las miles de personas que han visto ya las imágenes. En sólo un día, ha conseguido 200.000 reproducciones, 10.000 'me gusta', 3.000 retuits y decenas de comentarios.

Espíritu navideño y cofrade, pero, sobre todo, mucho sentido del humor. Todos los ingredientes para convertirse en el vídeo de la Navidad. Eso sí, nos hemos quedado con las ganas de ver la vuelta al templo.