De 'Making a murderer' a 'Alcàsser': cuando los fanáticos de las series juegan a resolver crímenes

Investigan el hallazgo de huesos en la escena de crimen de 'Alcàsser' tras la emisión del documental en Netflix
'Making a murderer', el primer 'true crime' de la plataforma, puso en jaque al sistema judicial americano, llegando a la Casa Blanca
'Chernobyl' (HBO), la australiana 'The teacher's pet' y otros casos de ficciones basadas en hechos reales de gran impacto en la audiencia
Vicente B. y su novia, vecinos de Piles (Valencia), decidieron ir a visitar el paraje de la Romana (Tous) donde hace tres décadas se produjo el triple crimen de Alcàsser. Allí encontraron de casualidad una falange, y escarbando un poco más, tres trozos más de hueso que podrían pertenecer a alguna de las chicas asesinadas, como se está investigando.
Que la pareja descubriese estos huesos es producto de la casualidad. Lo que no es casual es que lo haya hecho, 27 años después del crimen, justo cuando se emite en Netflix la serie documental del caso.
Y es que el hallazgo que hoy es noticia en todos los medios, aunque no será probablemente de gran relevancia para el caso, sí pone de manifiesto cómo la fiebre actual por las series, y en especial las de crímenes reales, pueden reabrir o alterar la realidad de los sucesos abordados por la curiosidad que estos despiertan en los espectadores.
El asesinato de Miriam, Toñi y Desirée conmocionó a España en 1992, pero lo teníamos olvidado hasta que hace unas semanas Netflix nos lo devolvió a la actualidad.
‘Making a murderer’ sacudió la justicia americana y llegó a la Casa Blanca
No es la primera vez que un ‘true crime’ sacude un caso real abierto. ‘Making a murderer’, la primera serie documental de este género que emitió Netflix en sus inicios, llegó a poner en jaque al sistema judicial americano en 2015. Basada en la historia real de un preso encarcelado injustamente, la trascendencia de esta producción llegó hasta la Casa Blanca.
‘Making a murderer’ recreó en 10 capítulos, y tras 10 años de documentación, el caso de Steven Avery, un chico que a los 22 años fue condenado a 32 años de prisión por asalto sexual e intento de homicidio. 18 años después fue puesto en libertad porque se comprobó su inocencia con la ayuda de un estudio de ADN y las labores de Innocent Project. Después fue acusado y condenado por violar y asesinar a la fotógrafa Teresa Halbach. Unos delitos que, según la fiscalía, cometió junto a su sobrino Brendan Dassey, un adolescente con problemas intelectuales.
El impacto mediático de la serie (19 millones de espectadores solo en USA) fue tal que durante el primer mes de su emisión se levantó un clamor popular por la revisión del caso, con dos peticiones. Una en Change Org, con más de 300.000 firmas en 144 países, y otra directamente en la Casa Blanca. Hasta Anonymous participó asegurando tener pruebas de los supuestos agentes que pusieron las pruebas que inculparon a Steven Avery.
La petición se basaba en la creencia de que Steven Avery no había matado a la fotógrafa Teresa Halbach, tal como le ocurrió con el caso anterior de 1985 cuando fue encerrado por una violación que no hizo, como se descubrió 18 años después.
La Casa Blanca reflexionó y respondió finalmente a la petición pública de We the People, denegando la absolución. “Dado que son prisiones estatales, el presidente no puede perdonarlos. (…) Se debe emitir un indulto estatal” señalaba la respuesta, que también incidía en el compromiso de Obama para “restaurar el sentido de la justicia”, según recuerda El Confidencial.
La petición popular no prosperó, pero el caso ya es conocido en todo el mundo y ‘Making a murderer’, premiada con 4 Emmys, sigue siendo una de las series estrella del catálogo de Netflix.
La emisión de la serie sí propició un cambio en el caso de Avery y Dasey. Entre sus espectadores estaba una reputada abogada de Chicago, Katherine Zellner, quien junto a Tricia Bushnell (directora legal de una organización jurídica benéfica), decidieron representar a Avery en enero de 2016, con el objetivo de intentar anular su condena.
Ahora, lo último que se sabe del caso de Steven Avery es que podría salir absuelto de prisión. El Tribunal de Apelaciones de Wisconsin le otorgó la capacidad de complementar su apelación posterior a la condena, y esa evidencia se presentará ante un tribunal de primera instancia para considerar la posibilidad de conceder un nuevo juicio.
Zellner, la abogada de Steven, ahora puede presentar evidencia de que el estado manejó mal la evidencia anterior, lo que podría haber generado dudas significativas en la teoría del caso que encarceló a Avery, informa Infobae.
‘The teacher’s pet’, el crimen que conmocionó a Australia
Otro ejemplo es ‘The teacher’s pet’, un ‘true crime’ australiano que propició la revisión del caso real narrado al descubrirse nuevas pruebas. Con más de 28 millones de descargas en el mundo, la serie ‘podcast’ del diario The Australian analizó la desaparición de Lynette Dawson en 1982, presuntamente asesinada por su ex marido, el profesor de instituto Chris Evans. Después de 36 años de especulaciones (él alegaba que su mujer le abandonó por una secta religiosa), fue arrestado en diciembre gracias al interés global de la serie y los nuevos datos revelados en ella.
Chris Evans (70 años) fue posteriormente declarado ‘no culpable’ del asesinato de su esposa, por falta de pruebas, a la espera de un nuevo juicio en Agosto.
También en Australia, el proyecto Crime Stoppers, basado en la colaboración ciudadana para la resolución de crímenes, ha elevado la popularidad de sus podcasts y el número de pistas recibidas por los usuarios, de 12.845 en 2012 a más de 24.000 en 2018, informa la web MTM. Otro ejemplo de cómo los ‘true crimes’ conmueven y movilizan a la audiencia a intentar tomar parte donde la justicia no ha llegado o se ha equivocado.
Las consecuencias de la emisión de ‘Chernobyl’ en HBO
‘Chernobyl’, la aclamada ficción de HBO sobre la catástrofe nuclear de 1986, no es un 'true crime', pero sí otro claro ejemplo de cómo una serie efectiva sobre un suceso real puede provocar una reacción positiva en los espectadores.
La miniserie de 5 episodios ha avivado el interés del público por conocer los detalles de lo acaecido en la central nuclear y convertido a Chernóbil en un destino turístico en alza.
En Rusia han anunciado que va a grabar su propia versión de los hechos tras el accidente en Chernobyl y abrir un caso penal contra los creadores de la serie por “demonizar” al viejo régimen soviético.
El 'true crime', género al alza en televisión
El ‘true crime’ es uno de los géneros de moda en las plataformas de ‘streaming’. Entre las series documentales más comentadas de los últimos años figuran producciones de HBO como ‘The Jinks’ (triple homicidio cometido por el millonario Robert Durst), y de Netflix como ‘Ted Bundy’ (conversaciones con asesinos en el corredor de la muerte), ‘Dark tourist’ (sobre el caníbal Jeffrey Dahmer), ‘The Innocent Man’ (basada en el libro de John Grisham sobre dos crímenes reales en Oklahoma) o ‘Wild Wild Country’ (sobre el polémico líder de una secta).