Los restaurantes de comida rápida buscan fórmulas para que sus productos lleguen crujientes a domicilio


Las cadenas de 'fast food' están variando sus recetas para aumentar el tiempo que aguantan el pollo o las patatas fritas hasta las entregas
El servicio a domicilio ha crecido de manera de manera exponencial desde que estalló la pandemia
McDonald's incluyó entre sus opciones de comida rápida su nuevo Crispy Chicken el pasado mes de febrero. Wendy's, otra de las cadenas norteamericanas más conocidas, también vende croquetas de pollo crujientes. Y otras como Shake Shack son famosas por tener algunas de las patatas fritas más crujientes de esta industria.
Con el incremento de los pedidos a domicilio durante la pandemia, la palabra "crujiente" es arriesgada como estrategia de marketing cuando la comida llega al destino lo menos crujiente que se pueda esperar En su afán por mantener la textura el mayor tiempo posible, muchas compañías están modificando sus recetas, probando diferentes aditivos, así como técnicas de cocción o temperaturas para conseguir un acabado más aceptable cuando la entrega no es en sus restaurantes.
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Sólo en Estados Unidos, los pedidos a domicilio fueron un 154% más en enero de 2021 con respecto al mismo mes del año anterior, según The NPD Group, especialistas en análisis de datos.
El combo de fingers de pollo y patatas fritas es el menú preferido por los estadounidenses para disfrutarlo sin salir de casa. Pero disfrutar del auténtico crujido puede ser más complicado.
La cadena White Castle, con 375 restaurantes en Estados Unidos está probando nuevas fórmulas para que los alimentos crujientes aguanten más tiempo en el estado que esperan los consumidores. Y su nueva materia prima es más costosa pero ya se ha testado en 50 de sus establecimientos de Nueva York y Nueva Jersey con buena aceptación por parte de los clientes.
Según McDonald’s, sus patatas fritas aguantan hasta 7 minutos en perfectas condiciones después de salir de la freidora. Pero son conscientes que deben mejorar para satisfacer la demanda de su comida en el servicio a domicilio, “porque el negocio de las entregas está creciendo a pasos agigantados", como asume un responsable.
La revista Restaurant Business publicaba un ranking con los mejores sándwiches de pollo frito, y en el mismo se impuso la hamburguesa de McDonald’s. Aunque el editor jefe de la publicación reconocía que “no es tan crujiente como su nombre te hace creer".
Según reconocieron dos proveedores de la compañía, McDonald’s está ensayando con nuevas fórmulas para empanar su pollo. Aunque la compañía ha negado que esté experimentando con su producto, sí han reconocido que estudian formas de empaquetado para una mejor conservación en el trasporte hasta los hogares.
Pero con el modelo de negocio en auge a raíz de la pandemia, la industria de comida rápida está estudiando la manera de mejorar el resultado final de sus platos para que lleguen como se sirven en sus establecimientos.
La compañía Ingredion ha desarrollado una cobertura para sus patatas fritas que evita que el aceite empape el interior de las mismas y ayuda a mantenerlas crujientes para que no lleguen a su destino blandas y arrugadas. Algo que estaría ayudando a conservarlas entre 10 y 25 minutos más, que facilitaría a las empresas satisfacer la experiencia de los consumidores en las entregas.
En cuanto a pollo empanado, las principales cadenas utilizan cada vez más harinas elaboradas con plantas como habas y garbanzos que incrementan su textura crujiente.