Así fue el terremoto y tsunami que vivió Japón en 2011

El 11 de marzo de 2011, se registró un terremoto de magnitud 9,1 en la costa norte de Japón y le siguió un tsunami que arrastró olas de hasta 10 metros
Se calcula que este suceso dejó más de 20.000 muertos y unos 2.500 desaparecidos
Es el cuarto terremoto más potente que ha habido en el mundo desde que hay registros
Este jueves 11 de marzo se cumple una década del fatídico terremoto y tsunami que tuvo lugar en Japón y que se saldó, trágicamente, con más de 20.000 muertos y unos 2.500 desaparecidos, según la Agencia de Manejo de Desastres e Incendios de Japón. Este desastre natural también acabó desencadenando la crisis nuclear de Fukushima.
El terremoto más potente en toda la historia de Japón
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El 11 de marzo de 2011, a las 14:46 hora local, se registró un terremoto de una magnitud de 9,1 en la Escala de Richter. En concreto, se localizó a 371 kilómetros del noroeste de Tokio, la capital nipona, con una profundidad de 24 kilómetros.
Se trata del terremoto más fuerte en toda la historia del país japonés y del cuarto más potente de todo el mundo desde que hay registros.

Tras el seísmo, que duró unos seis minutos según los expertos, se produjo un posterior tsunami que arrastraba olas de más de nueve metros dejaron completamente devastada la región de Tohoku. El tsunami empezó una hora después del seísmo.
Una vez este temblor de tierra tuvo lugar, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico envió una alerta de tsunami inminente que podría afectar a países como Nueva Zelanda, Australia, Rusia, Guam, Indonesia, Filipinas, Papúa Nueva Guinea, Taiwán, México, Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Canadá, Alaska o Estados Unidos. Finalmente, golpeó de una forma muy dura en la costa norte de Japón, con olas que incluso alcanzaron los 10 metros en zonas como el aeropuerto de Sendai.
Además, el terremoto tuvo numerosas réplicas, que llegaron a tener una magnitud superior a 7. Estas réplicas se produjeron en los 40 minutos posteriores al terremoto más potente y, tras estas, se sucedieron otro centenar por debajo de la magnitud 4,5.
Se calcula que el terremoto y el tsunami dejaron destrozados más de 100.000 edificios y que seis millones de hogares (que representan el 10% del total de casas que hay en Japón) se quedaron sin electricidad durante varios días y, en algunos casos, meses.
Fruto del terremoto y del tsunami, se declaró el estado de emergencia en la central nuclear de Fukushima Daiichi. La energía eléctrica de la planta se vio comprometida y los sistemas de refrigeración fallaron. Los generadores de emergencia no llegaron a funcionar, puesto que el tsunami destrozó y dejó completamente inundada la planta cercana a los edificios del reactor.
Esto hizo que circulara refrigerante por los núcleos de los reactores y que ello derivara en tres explosiones de hidrógeno y la liberación de elementos radioactivos altamente contaminantes.
Con el paso de los días, el gobierno tuvo que ampliar la zona de evacuación a un radio de 20 kilómetros por el peligro que entrañaba la radiación emitida a la atmósfera. Se calcula que se evacuaron a unas 185.000 personas.
Los niveles de radiación fueron muy altos durante muchos meses y eso provocó consecuencias ambientales y para la salud muy negativas. Con el paso de los años, siguieron habiendo más muertes fruto de la presencia de elementos radioactivos.
Finalmente, el daño económico que causaron estos desastres naturales se cifró en 300.000 millones de dólares.