Mejores escapadas rurales en otoño


Con la caída de las hojas de los árboles en otoño, es la mejor estación para pasear y disfrutar de los bosques
Las hayas, almendros, cerezos y nogales suelen ser árboles de hoja caduca que pierden sus hojas durante la estación
En NIUS, te proponemos cinco lugares para huir de la ciudad y disfrutar de una escapada diferente
Uno de los espectáculos naturales más esperados del otoño es la caída de las hojas de los árboles. Muchos bosques de especies caducifolias las pierden en otoño, lo que crea alfombras de colores amarillentos y marrones.
Entre las especies más comunes de árboles de hoja caduca se encuentran las hayas, almendros, cerezos y nogales, entre otros.
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En España tenemos una gran variedad de bosques con especies de todo tipo, algunos de ellos protegidos. En NIUS, seleccionamos cinco de ellos para hacer turismo rural este otoño.
Montejo de la Sierra (Madrid)

En la Sierra Norte de Madrid, casi en la frontera con Castilla-La Mancha, se encuentra el bosque natural de Montejo de la Sierra. Este enclave es muy conocido por sus hayas. Esta especie caducifolia pierde sus hojas en otoño, que pasan a improvisar una alfombra natural.
Este bosque forma parte de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón, un lugar que requiere de una acreditación para poder ser visitado. Todas las reservas se tramitan desde esta página web.
Para alojarte puedes hacerlo en alguna de las casas rurales de Montejo de la Sierra, una localidad que también cuenta con locales de restauración.
La Fageda d’en Jordà (Girona)

En Girona existe un parque de hayas único en España: La Fageda d’en Jordà. Este lugar es muy especial porque el hayedo crece en la colada del volcán Croscat.
Situado entre los municipios de Olot, Les Preses y Santa Pau, este lugar es especialmente bonito en otoño. Si visitas Girona, puedes llegar al parque en menos de una hora en tu vehículo particular. Una vez allí, hay un parking para estacionar.
En caso de que viajes con niños, puedes llevarlos al Lava Parc, situado muy cerca de Santa Pau. Allí se pueden hacer diversas actividades, como la vuelta en ferrocarril por la zona o pasear a caballo, entre otras.
Devesa da Rogueira (Lugo)

Cerca de Folgoso do Courel, en Lugo, se encuentra este parque natural de la Devesa da Rogueira.
Este bosque atlántico es un ejemplo de la frondosa naturaleza gallega, con especies de hayas, tejos, fresnos, acebos, serbales y abedules. El enclave también es destino de senderismo, en una ruta que parte del aula de naturaleza de Moreda.
Con una extensión de tres kilómetros cuadrados, este bosque es de relieve mayoritariamente llano, por lo que no te cansarás al recorrerlo.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca)

A gran altitud, en pleno Pirineo aragonés, se encuentra el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este lugar es perfecto para apreciar el rico relieve kárstico de la zona: con diversas grutas y cañones.
Este parque forma parte de la Reserva de la Biosfera “Ordesa-Viñamala” y es Patrimonio Mundial por la UNESCO. El macizo del Monte Perdido cuenta con una elevación de 3.348 m hasta llegar a la cima.
La naturaleza es muy diversa y existen diversos bosques y valles con cascadas por las que fluye el agua natural. En cuanto a flora, el parque tiene más de 1.500 especies diferentes.
Ciudad Encantada de Cuenca (Cuenca)

La Ciudad Encantada se encuentra en Valdecabras, una localidad situada a una media hora de Cuenca capital. El recorrido está pautado y se extiende a lo largo de tres kilómetros.
En medio de pinares, se encuentran repartidas por toda la sierra unas formaciones rocosas que fueron modeladas hace millones de años, cuando la zona se encontraba cubierta por el mar.
Las formas con las que el agua moldeó las rocas son de lo más variopintas, lo que sorprende a los visitantes. La entrada para acceder al recinto cuesta cinco euros en su precio general, y existen precios reducidos a disposición de diferentes colectivos.