Arancha Palomino, acusada de envenenar a su tía: “Si llego a saber esto, la incinero y nadie se entera”

“Si llego a saber que iba a pasar esto, la incinero y nadie se entera de nada”. Es la frase textual que Arancha Palomino, acusada junto a su marido –el actor Luis Lorenzo- del presunto asesinato de la tía de ella, dijo el pasado viernes, camino del calabozo cuando ambos fueron detenidos.

“Así nadie se hubiera enterado de nada, que no soy gilipollas”, es la “declaración espontánea” y reveladora de la asturiana de 37 años que consta en el sumario del caso y ha avanzado en exclusiva el programa de Telecinco Ya son las ocho:

Arancha Palomino habría pronunciado esta frase, tras conocerse que la autopsia que realizaron a su tía María Isabel Suárez (85 años) detectó en su cuerpo una intoxicación por metales pesados (mercurio, cadmio y manganeso) muy superior a la normal, calificando el fallecimiento de “muerte violenta” y abriendo una investigación a la pareja, que convivía con la mujer, por presunto envenenamiento.

La mujer de Luis Lorenzo dice que su intención era incinerar a su tía, que falleció el pasado mes de junio, pero accedieron a enterrarla por la presión de su familia en Asturias. "Yo solo quería cumplir su última voluntad, que era ser enterrada al lado de su marido", dice también, según consta en el sumario.

Días después de que saliera a la luz la frase que habría dicho Arancha tras su detención, la mujer de Luis Lorenzo fue preguntada por ella en la entrevista que concedió al programa de Ana Rosa. Entonces, explicó que se refería a sus hijos. "Lo que quería decir es que si llego a saber que la autopsia iba a desatar todo esto, y causar tanto dolor a mis hijos -tiene uno con Luis Lorenzo, de 4 años, y otro de 11 de un matrimonio anterior-, la hubiese incinerado".

El hermano de María Isabel y tío de Arancha, José Manuel Suárez Arias, siempre sospechó de su sobrina y su marido, ya que la mujer había regresado de Madrid muy deteriorada, con 30 kilos menos y manifestado su rechazo a regresar con la pareja a la capital. Además tenía dificultad para contactar con ella, por lo que tras su fallecimiento, puso una denuncia que permitió hacer la autopsia, que de haber sido incinerado el cuerpo, no habría sido posible.

En su declaración judicial, Arancha Palomino negó todos los hechos que le imputan. “No es verdad que la hayamos envenenado, yo no tengo conocimientos de química, mi tía tenía problemas que se vieron agravados”, dijo.

Asegura que no sabe “por qué aparecen metales pesados” en su cuerpo. “Yo no le daba de comer a mi tía, me enteré de su muerte por la mujer que la cuidaba”, dice sobre la enfermera que contrataron un mes antes de que falleciera.

Sobre el cambio de testamento que hizo la tía de Arancha, un mes antes de morir, dejando toda su herencia a su sobrina, esta ha declarado que lo hizo en perfectas facultades. “El 5 de mayo testó a mi favor, la vio una doctora y estaba bien, me dejó casi todo porque no tengo madre, no sé si el dinero fue a la cuenta de mi marido o a la mía”, añade, reconociendo que “sacamos dinero para pagar a la cuidadora”.

Arancha Palomino se defiende acusando a la familia de su tía en Asturias. “Me llaman asesina porque todos querían su dinero, ella no quería volver allí porque la querían llevar a una residencia”. La mujer de Luis Lorenzo mantiene que ella y su marido “nos desvivíamos por ella”, a pesar de que los informes médicos que han trascendido ponen en duda que estuviera bien cuidada.