Qué es el “brow up”, el retoque de cejas que le ha cambiado la cara a Cristina Pedroche


La presentadora, criticada por su nueva imagen tras someterse a un tratamiento de moda alternativo al 'microblading'
Responde con humor a la polémica, explica por qué se lo ha hecho y muestra su antes y después
Conoce qué es el 'brow up', en qué consiste, cuánto dura y el precio
Cristina Pedroche es una de las tendencias de hoy en las redes sociales. No por su relación con Dabiz Muñoz, ni por un avance de su próximo vestido de Campanadas, sino por un retoque estético que no parece convencer a sus seguidores.
La presentadora se ha sometido a un “brow up”, tratamiento que consiste en alisar y levantar el vello de las cejas. El resultado es el de unas cejas mucho más pobladas y peinadas de una forma diferente, lo que le ha cambiado la expresión y se ha convertido en un nuevo motivo de críticas por parte de sus seguidores y ‘haters’.
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“Qué horror de cejas", "¿cómo te pueden gustar esas cejas?", "están muy gordas, no?", “pareces el hombre lobo”, son algunos de los mensajes que ha estado recibiendo en los últimos días.

Ella, sin embargo, está encantada, y por ello ha decidido salir al paso de la polémica, explicando por qué lo ha hecho, ya que siempre le han horrorizado las cejas finitas y hacía tiempo que quería tenerlas más gruesas, como asegura que las tenía antes de ir depilándoselas.
Pedroche ha colgado una serie de vídeos en sus stories de Instagram donde muestra el antes y el después del retoque facial y explica con detalle el "tratamiento de su vida", como ella misma lo ha definido, que se ha hecho en el salón de belleza L' Atelier du Sourcil.
"No me he hecho micropigmentación ni nada, solo las he dejado crecer y asalvajarse", explica la colaboradora de Zapeando, que también rellena a diario los huecos con lápiz cuando se maquilla, para potenciar aún más el grosor.
Qué es el ‘brow up’ y en qué se diferencia del ‘microblading’
El brow up es uno de los tratamientos de moda para tener unas cejas más densas, alternativo al microblading (pigmentación de la capa superficial de la piel sin llegar a ser un tatuaje), ya que es menos invasivo, indoloro y asequible.

Consiste en aplicar dos geles, uno alisador y otro fijador en las cejas que las peina y estira hacia el lugar deseado (normalmente hacia arriba), consiguiendo el efecto óptico de que están más gruesas y levantadas.
El tratamiento cuesta entre 45 y 80 euros, dura unos 40 minutos y el resultado es semipermanente. Se suele ir a las seis u ocho semanas, y recomiendan repetirlo cada tres meses. También se puede aplicar un tinte para oscurecer el color del vello y dar más impresión de grosor.
Para que dure más, los expertos recomiendan desmaquillarse solo con una loción libre de aceite.