La estrella de ‘Friends’, Matthew Perry, revela los detalles de su romance secreto con Julia Roberts

The Sunday Times han filtrado nuevos detalles de Lovers, and the Big Terrible Thing, las esperadas memorias de Matthey Perry (Chandler en la mítica serie ‘Friends’), que Contraluz Editorial publicará el 17 de noviembre en España.

Después de un primer avance en la revista People donde se explaya sobre su adicción a las drogas y al alcohol -que le llevaron a repetidas operaciones y un coma-, ahora Perry (que tiene 53 años) detalla su intensa vida amorosa durante su estrellato. Y da a conocer una relación secreta con nada más y nada menos que la actriz Julia Roberts.

Perry relata que fue ella la que quiso ponerse en contacto con él en 1995, en pleno éxito de popularidad de ‘Friends’. La actriz quería protagonizar con Perry un capítulo de la serie y él recogió el guante: “Le envié tres docenas de rosas rojas y una tarjeta que decía: 'Lo único más emocionante que la perspectiva de que hagas el programa es que finalmente tengo una excusa para enviarte flores", cuenta en el libro.

El humor dominó aquel primer intercambio de misivas. “Su respuesta (de Roberts) fue que si le explicaba adecuadamente la física cuántica, aceptaría estar en el programa -revela el actor-. (...) Al día siguiente le envié un artículo sobre la dualidad y el entrelazamiento de partículas y ondas, y solo una parte era metafórica. (...) Julia no solo accedió a hacer el programa, sino que también me envió un regalo: bagels , montones, montones de bagels”.

Aquello sirvió para romper el hielo y –en aquella época sin móviles- la comunicación siguió vía fax, y de forma compulsiva.  “Había cientos (de faxes). Tres o cuatro veces al día me sentaba frente a mi máquina de fax y miraba cómo el trozo de papel revelaba lentamente su próxima misiva. (…) Algunas noches me encontraba en una fiesta compartiendo un intercambio de coqueteo con una mujer atractiva y acortaba la conversación para poder correr a casa y ver si había llegado un nuevo fax. Nueve de cada diez veces, uno lo había hecho”.

Matthew no se lo podía creer. “Estaba sonriendo como un chico de 15 años en su primera cita. Y ni siquiera nos habíamos hablado todavía, y mucho menos nos habíamos conocido (…). Entonces, una mañana temprano, algo cambió. El fax de Julia se volvió romántico. 'Llámame', decía, y su número de teléfono estaba en la parte inferior".

Y llegó una primera cita y luego más. Revela el actor que ella lo llevó en un avión privado a su refugio de Nuevo México para celebrar el Año Nuevo de 1996, y que incluso conoció a la familia de la actriz. Matthew no se lo podía creer, y su inseguridad le pasó factura. “Salir con Julia Roberts había sido demasiado para mí. Siempre había estado seguro de que ella iba a romper conmigo”.

Para evitar males mayores, fue él quien decidió romper. Matthey Perry relata una triste escena sucedida años después, en 2001, mientras se encontraba ingresado en una clínica de rehabilitación en donde se recuperaba de su adicción a las drogas y alcohol. Vio en la televisión a Julia Roberts recibir el Óscar a la Mejor Actriz por Erin Brockovich. “Esa gente de la tele ya no era mi gente. No, la gente frente a la que estaba acostado, temblando, cubierto con mantas, esa era mi gente ahora”, cuenta.

Caso diferente fue el de su compañera de serie Jennifer Aniston. a la que conoció años antes de rodar ‘Friends’. La invitó a salir. “Ella se negó, pero dijo que le encantaría ser mi amiga, y yo lo empeoré diciendo: '¡No podemos ser amigos!'”, explica en el libro.

Y esa frialdad se mantuvo durante algunos momentos del rodaje. “Nuestros saludos y despedidas se volvieron incómodos. Me preguntaba: ¿cuánto tiempo puedo mirarla? ¿Tres segundos es demasiado tiempo?”.

Con la ex de Brad Pitt, la actriz Gwyneth Paltrow, tuvo más de suerte. Se conocieron en una fiesta en 1994. Enseguida surgió la chispa. “Nos metimos en un armario de escobas y nos besamos".

“Este fue el último verano de mi vida cuando pude besarme en una fiesta con una hermosa joven llamada Gwyneth y que a nadie, excepto a Gwyneth y a mí, le importara”, relata.

Poco después voló a las Vegas, para unirse al resto del elenco del rodaje de Friends y se esfumó su anonimato. Su vida cambiaría para siempre, para bien y pero también para mal. Pero eso ya es historia de la televisión.