Quién es Ney Alves, el hermano cantante de Dani Alves que vivió su propio calvario

Dani Alves lleva ya cinco días en prisión preventiva y sin fianza, actualmente en la prisión Brians 2, acusado de la presunta violación a una joven de 23 años en el baño de la discoteca Sutton en Barcelona, el pasado 30 de diciembre. Aunque el testimonio de la víctima y las pruebas acorralan cada vez más al futbolista brasileño, que prepara su recurso con el penalista Cristóbal Martell, abogado también de Messi y los Pujol, su familia defiende a capa y espada su inocencia.

Su hermano pequeño, Junior, hablaba este domingo para el programa Fiesta de Telecinco, donde dijo que toda la familia estaba viviendo un infierno. "No aguanto más. Están haciendo con él una trampa. Están pasando el límite. Está prohibido visitarle", dijo el familiar del jugador en conversación telefónica con el programa de Telecinco.

Pero ahora es el hermano mayor del acusado, Disney Alves, más conocido como Ney Alves (44 años), el que se ha convertido en portavoz de la familia desde Brasil, donde también están el padre y los otros dos hermanos del futbolista.

"Queremos que salga de la cárcel, vamos a luchar hasta el final para que así sea. Hay cosas que no se están haciendo bien y me genera muchas dudas", dijo Ney Alves ayer en conversación telefónica con el programa Cuatro al día. “Le han tendido una trampa, es una conspiración demoniaco-diabólica”, dijo también en otra conexión con Espejo Público (Antena 3).

Asegura que toda la familia está deseando venir a España para apoyar a Dani (39), pero están esperando a que operen a su padre. “Una vez que haya pasado eso nos vamos a trasladar todos con él y espero que pueda estar ya fuera de prisión", explicó. "Mi hermano es muy buena persona y siempre hizo las cosas bien. Ayuda a todo el mundo, es inocente, confío en él. Son momentos muy duros porque han hundido su carrera", añadió.

La madre de Dani Alves, Lucía, que también confía en la inocencia de su hijo, sí se encuentra en Barcelona y ha pedido verle en el locutorio de la cárcel pero él se ha negado a comunicarse con su familia "por vergüenza".

Este jueves la madre de Alves acudía al despacho de abogados de Barcelona. Al salir, se le ha podido ver visiblemente emocionada con la mirada cubierta por gafas de sol y sin apenas mediar palabra.

Dani Alves tiene tres hermanos (Ney, Lucivânia y Junior), quienes recuerdan que ya con 6 seis añitos, Dani no paraba de garabatear con su nombre todas las paredes de la casa y sus cuadernos del colegio, alegando que practicaba su firma para cuando fuera famoso.

Crecieron en el seno de una familia humilde en Juazeiro, ciudad del estado brasileño de Bahía, con su madre, Lucía (ama de casa), y su padre, Domingo Alves de Silva, un agricultor que además de integrarles en los trabajos del campo, fue quién les inició a ambos en el fútbol.

El padre de Alves montó su propio equipo de fútbol, el Palmeiras de Salitre, donde su hijo Dani jugó con 10 años, antes de fichar años después por el Bahía y empezar así su imparable trayectoria como futbolista, que ahora se ha visto truncada por el grave delito del que se le acusa.

Ney también iba para futbolista como Dani. El Bahía se fijó en los dos, pero el primogénito de los Alves enfocó finalmente su carrera a la música, como vocalista de la banda Forró na hora.

El ex jugador del Barça y el Sevilla ayudó a despegar la carrera como cantante de su hermano, cuando en 2019 se desligó del grupo e inició su carrera en solitario como cantante de forró, un ritmo originario del Nordeste brasileño. Dani Alves, que entonces se encontraba en Brasil jugando en el Sao Paulo F.C., le acompañaba en sus conciertos y se subía con él al escenario, además de usar sus contactos para que se diera a conocer en programas de televisión:

Tal y como recuerda La Razón, Ney Alves vivió su propio calvario con la justicia en febrero de 2016, cuando fue confundido con un asesino de niñas por un montaje que circulaba en internet con una fotografía suya, que le señalaba como el autor del crimen de Beatriz Angélica Mota (7 años),  asesinada a puñaladas en el Colégio Nossa Senhora Auxiliadora, en Petrolina, dos meses antes.

Ney Alves, que llegó a recibir amenazas de muerte por esta confusión, denunció el caso a la Policía Civil de Pernambuco. “Estoy muy triste porque robaron mi imagen para hacer esto. Soy un tipo serio, honesto, trabajador, que lucha mucho para triunfar en la música”, dijo, consiguiendo frenar el bulo.