Los equilibrios de Carlos III para que Harry y Meghan asistan a su coronación y no le roben el protagonismo


El príncipe William quiere evitar que su hermano improvise su agenda en Londres y arrastre con él a todos los medios de comunicación
El arzobispo de Canterbury, pieza clave en la mediación entre los duques de Sussex y el rey
La ceremonia de coronación se celebrará en la abadía de Westminster el 6 de mayo
El rey Carlos III de Inglaterra ha expresado su deseo de que el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle asistan a la ceremonia de coronación, que tendrá lugar el próximo 6 de mayo en la abadía de Westminster de Londres.
Así se lo ha hecho saber el monarca al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la Iglesia Anglicana, que debería emitir una orden especial, ya que los duques de Sussex -residentes en Estados Unidos- renunciaron voluntariamente a representar a la familia real británica.
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Justin Welby parece una pieza clave en la difícil decisión que tiene ante sí el rey, pues mantiene una buena relación con los duques de Sussex y podría realizar labores de mediación.
Según detalla The Mail on Sunday, el rey considera que la ausencia de Harry y Meghan provocaría más ruido mediático que su presencia en el acto. Aunque, al mismo tiempo, Carlos III teme la reacción de su primogénito, William, después del tenso distanciamiento agravado por la reciente publicación del libro biográfico de Harry 'En la sombra' y de los documentales de Netflix en los que la familia Windsor -principalmente sus miembros de más edad- ha quedado mal parada.
Según detalla la prensa inglesa, es William quien ha trasladado a su padre el temor a que su hermano pequeño aproveche un acto de la máxima relevancia, como la coronación, para acaparar los focos y eclipsar al propio monarca.
La propia ubicación de los duques de Sussex en la ceremonia podría suponer un quebradero de cabeza para los responsables del protocolo. Según The Mail on Sunday, el rey podría convencer a Harry de que asista garantizándole un lugar destacado en la abadía de Westminster o un lugar menos destacado, a cambio de mantener sus títulos.

Para tener 'bajo control' a Harry, su hermano cree que sería imprescindible someterlo a una agenda estrictamente tasada para evitar imágenes que lo conviertan en protagonista. Teme, por ejemplo, que el príncipe improvise un paseo con Meghan por algún barrio desfavorecido de Londres y arrastren a todos los medios de comunicación.
"La cuestión de fondo es si asistirán a la Coronación, y si lo hacen, bajo qué términos y condiciones", dice una de las fuentes consultadas por el dominical británico. "La familia está dividida, y todo indica que se le está aconsejando a Harry que no acepte nada en esta etapa y que 'haga el resto' hasta el último minuto, lo que dificulta mucho las negociaciones con él".