Ponen nombre a la presunta hija secreta del rey Juan Carlos, Alejandra: así es su historia

El rey Juan Carlos I habría tenido una tercera hija, después de que nacieran la infanta Elena (59 años), la infanta Cristina (57) y el rey Felipe (55), fruto de una relación extramatrimonial con una aristócrata. Es una vieja historia, secreta para los españoles pero no para muchos periodistas, como Pilar Eyre, que se ha estado haciendo eco de ella en los últimos años, sin desvelar la identidad de su protagonista.

Los primeros que le han puesto nombre son los periodistas José María Olmo y David Fernández, en su libro King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I (Libros del K.O.), que sale a la venta el 8 de mayo, y del que hoy El Confidencial ofrece el primer capítulo.

Se trata de una obra de investigación que desvela datos desconocidos del Rey emérito (85 años), entre ellos la historia de su presunto cuarta hija ilegítima.

Una mujer llamada Alejandra, casada, con un hijo, y que, a diferencia de otros presuntos hijos ilegítimos del rey, nunca ha reclamado ningún tipo de derecho sucesorio.

De edad parecida al rey Felipe, nació a finales de los 70, principios de los 80, fruto de la relación del monarca, que entonces rondaba los 30 años, con una aristócrata mayor que él, a quien conoció cuando ambos eran jóvenes: “Compartían amigos y pasión por la caza”.

El supuesto progenitor de Alejandra, también aristócrata, tenía más de 70 años. Fue en la adolescencia cuando ella supo quién era su verdadero padre, pero prefirió vivir ignorándolo, "como si nunca se hubiera enterado".

Son algunos datos que dan los autores del libro, que prefieren “proteger la identidad de la principal afectada, que prefiere permanecer en el anonimato”.

En Zarzuela siempre se ha sabido de su existencia, aunque al principio Juan Carlos trató de ocultárselo a sus otros hijos. “Temía que Felipe conociera a su hermanastra”, debido a que pertenecían al mismo círculo social, “y los dos se enamoraran sin saber que eran familia”.

El rey tuvo un acercamiento con Alejandra, a quien compensó con “afecto y generosidad”, aunque “nunca la trató como a sus otros hijos”. Nunca ocultó su existencia a sus amistades y hablaba orgulloso de ella, a quien definía como una “buena chica, muy inteligente y preparada”.

En Zarzuela se llegó a un pacto de silencio para salvaguardar el secreto, que en aquellos años, cuando aún no habían salido a la luz todas las amantes o "amigas entrañables" del rey, hubiera puesto en peligro la imagen de la monarquía española.

Los autores del libro han confirmado la existencia de Alejandra por tres fuentes, una “examante del Rey emérito a la que este confesó la paternidad de la joven”, un “empresario amigo desde hace décadas de Juan Carlos I comparte amistad desde hace seis décadas”, y un “antiguo novio de Alejandra, a quien esta también reconoció su vínculo con la familia real”.

La presunta ex amante del rey y madre de Alejandra tenía un perfil “liberal y progresista”, cuentan Olmo y Fernández. Salía con frecuencia en las revistas del corazón. Era experta en moda e “incluso llegó a convertirse en la musa de un célebre diseñador de alta costura”.

Alejandra también es un rostro conocido de la prensa del corazón. Su boda fue retratada en las revistas, tal y como ya contó Pilar Eyre en el programa Tout es mou, de la televisión pública catalana TV3:

La autora de libros como Yo, el rey o La soledad de la reina [Sofía] aseguraba que es una "historia que conoce todo el mundo en Madrid, porque la madre es la primera que contaba orgullosa que su hija era del rey". “Algunos comentan que se parece a Felipe, otros a Cristina de Borbón. Incluso el padre, "que tiene un título, una persona muy conocida de la sociedad madrileña, también lo contaba con orgullo", añadió la periodista, que cinco años atrás ya había soltado la primera pista en el Chester de Risto Mejide (Cuatro):

El libro de Olmo y Fernández cuenta ahora que Alejandra se dedicó a la moda, como su madre, y a la comunicación. Es “alta, delgada y guapa”. Ha sido imagen de marcas de ropa y joyas. La supuesta tía de Leonor y Sofía se declara “apasionada de la música, la cultura y los viajes, y ha formado una familia”.

NIUS se ha puesto en contacto con Casa Real para confirmar la información publicada en el libro sobre la supuesta hija del emérito, pero han declinado hacer ningún comentario. Varias personas han llamado al rey emérito en Abu Dabi, donde acaba de regresar después de pasar unos días en España. El periódico El Mundo asegura que el monarca ha desmentido que tenga una hija. En una conversación telefónica, D. Juan Carlos ha afirmado tajante: "No tengo ninguna hija" llamada Alejandra.

Un desmentido que no ha sorprendido a uno de los autores del libro. “Era lo esperable, lo comprendo, pero lo hemos publicado porque lo teníamos confirmado por el entorno del rey y el de Alejandra, vemos que otros periodistas estaban tras la pista de la misma información”, ha dicho el coautor del polémico libro en una conexión posterior con Ana Rosa.

Asegura que se vieron con el “deber y la obligación de contar a los españoles esto, que tenían derecho a saber, pero al mismo tiempo preservar la intimidad de la afectada. Lo que hacemos en el libro es liberarla de un secreto que ha mentenido años, pero la última palabra la tiene ella”, ha añadido.

Alejandra no es la única hija atribuida al rey Juan Carlos fuera de su matrimonio con la reina Sofía, aunque sí la única que no lo ha hecho público ni reclama la paternidad. Sí lo hace Ingrid Sartiau, la belga de 53 años cuya demanda fue archivada por el Tribunal Supremo y que se presentó a las puertas de Zarzuela, cuando el emérito visitó Sanxenxo, el pasado mayo.

El presunto hijo ilegítimo del rey más conocido fue Albert Solá Jiménez (66 años), el camarero de La Bisbal d’Empordà (Gerona) fallecido en octubre, en extrañas circunstancias, que decía ser el primogénito de Juan Carlos I.

Ingrid Sartiau presentó su demanda de paternidad con prueba de ADN junto a Albert Solá, ambas rechazadas. La belga estuvo en el entierro de Solá, acompañada de su abogado, Jaume-Alonso Cuevillas –letrado también de Carles Puigdemont y diputado de JxCat en el Parlament-, que está recopilando pruebas para estudiar si sacan adelante una nueva demanda de paternidad.

La otra mujer que dice ser fruto de una aventura extramatrimonial del rey, en los años 60, es María Alexandra, una comercial catalana que también intentó demostrar la filiación. Reclamaba dinero, ya que tiene una invalidez del 68% y cobra una pensión de 460 euros.