Tamara Falcó ingresará en un centro para adelgazar 10 kilos en un mes, según 'Sálvame'

Tamara Falcó ya tiene diseñador para su vestido de novia después de romper abruptamente con Sophie et Voilà, la firma que ya había empezado a realizarlo. Pero a 44 días de su boda con Íñigo Onieva, la hija de Isabel Preysler tendría otro reto por delante, adelgazar de 8 a 10 kilos en un mes, según asegura Sálvame, para recuperar su figura de cara al día más importante de su vida, el 8 de julio en el palacio El Rincón.

La marquesa de Griñón "quiere alejarse un tiempo de su familia para ingresar en un centro especializado" y perder el peso que ha ganado en las últimas semanas, con un estricto plan alimenticio combinado con ejercicio. Es una "decisión" que solo saben dos personas de su entorno y que ha estado "ocultando a su familia, y en especial a su novio, que estarán enterándose ahora", ha dicho la colaboradora Mayte Ametlla. "Va a estar ingresada tres semanas", detallaba la colaboradora Gemma López. Un especialista en nutrición presente en el plató ha cuestionado si perder tantos kilos en tan poco tiempo "es saludable".

Que Tamara Falcó (41 años) había engordado es algo evidente por sus últimas apariciones en medios. Hace unas semanas fue polémico el retoque de muslo que hizo en una fotografía de su viaje por Indonesia con Íñigo, en un intento aparente de parecer más delgada que no pasó desapercibido a sus seguidores:

Su aumento de peso ya había dado lugar a rumores de embarazo, desmentidos por ella y su novio, e incluso llegó a especularse que podría deberse a un "tratamiento hormonal estimulatorio" para tener hijos, dijeron el doctor José Manuel Gómez Villar en el programa Fiesta (Telecinco) o la periodista Beatriz Miranda en Es Radio.

La periodista Pilar Vidal, amiga personal de Tamara, explicó que "lo único que le pasa es que está feliz", dando a entender que el aumento de peso se debía únicamente a que estaría comiendo más de lo habitual y al lógico estrés y ansiedad por los preparativos de su boda.

El peso de Tamara viene siendo objeto de debate en las tertulias televisivas, donde se advertía que estaba más "rellenita" y con la cara más "redonda" de lo habitual.

"He engordado un poquito, porque desde que estoy con Iñigo, es verdad que a él le gusta mucho salir, cocinar, comer y vamos a muchas comidas", explicó cuando fue criticada por retocar sus fotos. "Onieva hace mucho ejercicio y quema todo, mientras que Tamara hace ejercicio de aquella manera: fitness y algo de pesas", comentó Aurelio Manzano sobre la explicación que le dio su amiga.

Algunos periodistas apuntan al aumento de peso como uno de los motivos de conflicto con las diseñadoras de Sophie et Voilà que estaban haciendo su vestido, hasta que el pasado 16 de mayo rompieron el contrato, insinuando que la hija de Isabel Preysler les pedía demasiada "inspiración" en un modelo de alta costura, concretamente este de Chanel.

"Un obstáculo con el que se encontraron las diseñadoras fue que Tamara quisiera perder peso a tres semanas de su boda, teniendo en cuenta que las fotos con el vestido para la revista [¡HOLA!] se hacen una semana antes, iba pillada de tiempo", ha comentado Gemma López.

Alessandro Lequio y Bibiana Fernández comparten la misma información de la tertuliana de Sálvame, y ya fueron criticados este pasado lunes por la forma en que abordaron el tema en el programa de Ana Rosa. "Ha cogido peso y se puede vestir de novia y de trapecista, pero cuando se tomó las medidas con las vascas tenía otra talla. Cuando Wes Gordon (director creativo de Carolina Herrera) la vea, creo que se va encontrar con un problema, porque Tamara no es la mujer que recuerda", comenzó la exchica Almodóvar. "No me estoy metiendo con ella. Ya tuvo un problema de salud y cogió peso por algo que no sé lo que es y vuelve a tenerlo", añadió la tertuliana de Ana Rosa, reconociendo que hablar de engordar es "un tema impopular", pero "las mujeres cuando vamos a casarnos normalmente hacemos régimen... Yo le estoy pidiendo a Dios una vida para ser gorda", bromeaba para quitar hierro.

Lequio fue todavía más explicito y crítico. "Carolina Herrera es un valor seguro y le va a sentar de maravilla. Ahora, será interesante ver cómo el vestido elegido disimula esas redondeces, cosa que no ha hecho el vestido con el que estaban trabajando las vascas. Ella ha estado muy a disgusto con esto", añadía el italiano, en alusión a los arreglos que hicieron y que no gustaron a Tamara, tal y como contó ella misma: "Cambiaron el vestido y lo llenaron de volúmenes sin avisarme".

"Si repasamos la foto de este fin de semana [durante la boda a la que acudió con su madre, Isabel Preysler], vemos como el perímetro de Tamara es el doble del de su madre. Eso tiene repercusión en la elección del traje. Me cuentan que Tamara no se sentía a gusto con el vestido de Sophie et Voilà por el aumento de talla y quería disimularlo", añadía Lequio, que fue acusado de "gordofobia" junto a Bibiana Fernández en las redes sociales.

Tras dar a conocer la noticia de la presunta dieta a la que se someterá Tamara, en Sálvame han dicho respetar su decisión de carácter personal. "Si Tamara quiere adelgazar, me parece perfecto, pero hay que saber que las mujeres con una talla 50 también se casan y están estupendas", ha dicho la presentadora, Adela González.

No es la primera vez que la hija de Isabel Preysler engorda repentinamente y es noticia por ello. En 2016, dos años antes de ganar Masterchef Celebrity y relanzar su carrera mediática, Tamara sufrió un notable aumento de peso provocado, según explicó, por un problema de tiroides (hipotiroidismo) que hizo mella también en su autoestima, ya que consideró que algunos medios se mofaban de su aspecto.

Entonces, Tamara se alejó momentáneamente de la prensa para volver recuperada un año después, con 20 kilos menos, tras un entrenamiento personal, varias dietas detox y visitas a la clínica Buchinguer de Marbella a la que también acude su madre, en su caso para tratamientos de belleza y desintoxicación.