Los actores Ryan Reynolds y Rob McElhenney compran el Wrexham FC, equipo de quinta división inglesa

Los actores Ryan Reynolds, conocido principalmente por su papel en las películas de Deadpool, y Rob McElhenney, que saliera en Jóvenes prodigiosos entre otra, se han convertido en los nuevos propietarios del Wrexham Football Club, conjunto galés que milita en la quinta división del fútbol inglés.

Los nuevos y mediáticos dueños han adquirido el equipo de fútbol después de que los seguidores del Wrexham dieran el visto bueno a su oferta para comprar el club de 156 años de historia. Y tienen previsto inyectar dos millones de libras (más de 2,2 millones de euros) una vez completada la adquisición.

Los actores presentaron su propuesta de adquisición a principios de noviembre. Pero ni su fama era suficiente para convencer de primeras a un club con tanta ¿solera? Y es que este humilde equipo del Reino Unido recibe ahora liquidez llegada desde Hollywood, gracias al apoyo unánime de sus socios, que han aprobado la compra con un 98% de votos a favor.

Nada más concretarse el acuerdo, sus nuevos dueños han comenzado a volcarse en el negocio para su equipo. Pues Reynolds y McElhenney han protagonizado un vídeo de bienvenida en clave de humor en el que hablan de las virtudes del patrocinador oficial del equipo, Ifor Williams, una compañía de vehículos especiales que se usa entre otras cosas para el transporte de caballos.

McElhenney, protagonista también de la película Colgados en Filadelfia y que tuvo un papel en una de las temporadas de la serie Perdidos, y su socio parecen especialmente motivados con su nueva andadura como propietarios de un club de fútbol. “Nos sentimos honrados y ya nos estamos poniendo manos a la obra”, ha dicho Reynolds, protagonista de Enterrado, la película española que dirigiese Rodrigo Cortés, que está actualmente con Blake Lively y fue pareja de Scarlett Johansson.

No son las primeras celebridades que se lanzan al negocio del fútbol. Elton John fue presidente de Watford, el equipo de sus amores, durante casi 26 años. El también cantante Rod Stewart, llegó a invertir en un equipo de Los Ángeles en la MSL. Robbie Williams se hizo accionista del equipo de su ciudad, el Port Vale. Will Ferrel tiene una parte de LA Galaxy. Y Lebron James posee un porcentaje del Liverpool, por el que compró acciones por valor de 5 millones de euros. Está claro que el fútbol es un negocio, y no sólo los jeques iban a meterse en el control de los clubes.