La historia de Bárbara Rey y el emérito: quién les presentó y cómo se torció por culpa de su "novia", Marta Gayá


La periodista Pilar Eyre relata cómo les presentó Adolfo Suárez: "Es de Totana y actriz, pero tiene mucha clase"
"Se enamoraron" y estuvieron viéndose casi 18 años, pero ella no soportó no ser la única mujer en su vida
La historia de Bárbara Rey y Juan Carlos I vuelve a estar de plena actualidad, por la comparecencia de la vedette en el Senado (que finamente no se producirá), su supuesto romance sorpresa con Bigote Arrocet, y las fotos del emérito en Abu Dabi junto a la que parece ser otra de sus presuntas antiguas amantes, Marta Gayá, conseguidas por Viva la Vida:

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La periodista Pilar Eyre dedica su columna de Lecturas a la relación de Bárbara Rey con el padre de Felipe VI, aportando nuevos detalles a todo lo que ha trascendido en los últimos 40 años.
Adolfo Suárez: "Señor, os presento a una amiga, Bárbara Rey"
Según la experta en temas de las Casa Real, fue el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez quién les presentó, a mediados de los años 70. “Señor, os presento a una amiga, Bárbara Rey. Es de Totana y actriz, pero tiene mucha clase”.

"Ella cayó enamorada"
El flechazo fue inmediato, sobre todo para ella, que “cayó enamorada”. Pilar Eyre relata, con su particular estilo literario, cómo fueron los encuentros de Bárbara Rey y el monarca en la casa de ella en Boadilla del Monte (Madrid), aprovechando que sus hijos estaban con su padre, Ángel Cristo, o el servicio se encontraba de vacaciones
“Sábado por la noche de un día de invierno de 1994. En el chalé de Bárbara Rey, el Vega Sicilia está a 17 grados. Ha puesto dos copas y un plato de Jabugo. Los Cohiba, en su caja metálica (....) Ella está sola, esperando a su amado. (…) El hombre al que está esperando, su amor desde hace ya 16 años, es el rey de España”.
"A ella le gustaría poner velas", para crear ambiente, "pero Juanito no quiere, dice que hace puticlub, que tiene poca clase...", escribe Pilar Eyre sobre el tema de la "clase" que tanto parecía preocupar a Juan Carlos de Borbón.

Sus encuentros en el chalé de un amigo y en hoteles
Además de en casa de Bárbara Rey, “se veían dos o tres horas en el chalé de un amigo cerca de la Zarzuela”, relata Pilar Eyre, en Barcelona o cuando ella acompañaba al rey en sus viajes. “La metían en la habitación del hotel y entonces la noche no tenía fin”.
Al principio de la relación, ella era más espléndida qué él. "Le regaló un Rolex Day-tona por su cumpleaños", el mismo que el monarca se quitaría años después y se lo daría al chófer de Corinna, según contó la alemana.
Aunque Juan Carlos era un hombre muy apuesto, lo que conquistó a Bárbara fue su aparente fragilidad. "El rey le habla de sus padres, a veces de su hermano muerto, y llora, o de sus inseguridades, algunas tan banales como su temor a quedarse calvo, lo que le hizo llevar un postizo años despúés.
El rey ya había "roto" con la reina Sofía: "No puedo soportarla"
La relación entre la ex de Ángel Cristo y Juan Carlos I habría durado con altibajos desde 1976 hasta 1994. La totanera no veía a la reina Sofía como rival, porque el rey ya le había dicho que su matrimonio estaba roto “desde que nació el príncipe Felipe”. “Él se lo ha contado muchas veces: 'No puedo soportarla'", le dijo.
"Todo se torció cuando apareció Marta Gayá, la 'novia' del rey"
El problema, según Pilar Eyre, es que Bárbara Rey "quería ser la única amante”, pero “había muchas otras”. "Al principio ella intentó darle celos con otros, pero él se rió, y ella decidió dejarlo y casarse con Ángel Cristo". Tuvo dos hijos, Ángel y Sofía, a la que quizá llamó así porque "admiro mucho a la Reina", dijo la vedette una vez.
Bárbara no era la única "amiga entrañable" del rey. Se habló de dos "Palomas", una "actriz del destape de impresionantes ojos verdes" que murió en extrañas circunstancias, una amiga de la infancia y una aristócrata, cuya hija guarda un gran "parecido con la infanta Cristina". Pero todo se torció para siempre cuando apareció Marta Gayá, a la que Juan Carlos llamaba "mi novia". "Bárbara sabía que había otras mujeres, pero la mallorquina fue la que más le dolió".

Marta Gaya, la supuesta acompañante del rey en su retiro en Abu Dabi, habría sido el amor más duradero del rey Juan Carlos. El propio Borbón se lo confesaba en 1990 a su amigo Josep Cusí: "Nunca he sido tan feliz", tal y como se puede escuchar en una grabación hecha por los servicios secretos y difundida en 2017. También trascendió que Marta Gayá recibió generosas donaciones por parte del rey, al igual que Corinna. El monarca decía que “se quería casar con ella”, comentaba esta semana la periodista Beatriz Cortázar.
Cómo acabó todo, con las presuntas "amenazas" de Bárbara de contarlo todo
Bárbara Rey se volcó en su matrimonio con Ángel Cristo, pero "cuando empezó su calvario" con el domador por sus adicciones, "pidió ayuda al Rey, y ahí volvió a empezar todo". El monarca formó parte un tiempo de la vida familiar de Bárbara Rey, cuenta Pilar Eyre. "Sus hijos le llamaban tío Juan y él posaba para la cámara de Angelito".
Pero ni Bárbara Rey ni el rey Juan Carlos eran ya los mismos de antes. Es a mediados de los 90 cuando el rey, presuntamente, decide romper, también animado por su entorno, que desconfiaban de la actriz, pese a que esta siempre ha sido discreta, al menos públicamente. Según el archivo secreto del que fuera director del CESID durante 14 años y consejero del rey, Emilio A Manglano, recogido en el libro El jefe de los espías, Bárbara Rey empieza a chantajear al jefe del Estado, amenazando con publicar vídeos íntimos grabados en su casa, los mismos que más tarde denunciaría que le fueron robados.
En el libro se dice que en un principio se le pagó a Bárbara Rey 25 millones de pesetas, se le consiguió un contrato en TVE y luego se llegó a otro acuerdo para pagarle otros 600 millones de pesetas durante diez años, con dinero procedente del CNI.
"Fui a almorzar con la Parienta, Bárbara Rey", como la llamaban por la coincidencia del apellido de la vedette con el título institucional del monarca. "Tuve algún gesto con ella. Le toqué un pecho. Una semana después llamó a Zarzuela diciendo que tiene fotos de eso. Pide 100.000 dólares", se cuenta en el libro de lo que el rey dijo supuestamente.