La gaiteira Susana Seivane toca para sus vecinos aprovechando el primer paseo con su familia

Armados con gaita, pandereta, bombo y tambor, recorrieron las calles de la parroquia de Cambre en la que viven
Susana, su hijo, su hermana y su sobrino ya tocan cada día desde el balcón para animar a los vecinos
Como todos los niños, los de la familia de la gaiteira Susana Seivane estaban deseando salir a dar su primer paseo. Aunque ellos son afortunados porque viven en una zona rural y tienen jardín en casa, tenían ganas de poder ir más allá de su parcela. Ella está pasando el confinamiento además de con su marido y sus hijos, con su hermana y sus sobrinos. Y el domingo decidieron emplear la hora que tenían para pasear en alegrarle un poco el encierro a sus vecinos. "Nuestra aldea es como una familia, nos conocemos todos", explica Susana, "así que decidimos aprovechar esa primera salida para darles ánimo y mucho cariño desde más cerca". Y qué mejor forma que compartir su música con ellos. Así que Susana con su gaita, su hijo Fiz con el bombo, su sobrino Brais con el tambor y su hermana con la pandereta, comenzaron su particular pasacalles.
Científicamente está demostrado que la música cura el alma"
Ahora que no puede ir de gira y que ha tenido que cancelar actuaciones para presentar su nuevo disco, Susana siente que su música es lo único que tiene para ayudar en estos momentos. "Científicamente está demostrado que la música cura el alma, creo que está ayudando mucho en estos momentos difíciles". De hecho no es el primer concierto que ofrecen. Cada día, tras los aplausos de las 20:00, convierten su balcón en un escenario y le ponen ritmo al confinamiento. Muiñeiras, pasodobles, foliadas y todo tipo de canciones populares suenan en la parroquia de Pravio, en la localidad coruñesa de Cambre. En los vídeos que cuelga en sus redes sociales se puede ver cómo los vecinos acompañan con palmas las canciones e incluso algunos se animan a bailar. "Vemos las cabecitas de lejos y siempre nos dan las gracias por tocar y después vemos que los vídeos tienen un montón de reproducciones. Así que seguimos", cuenta la gaiteira gallega.
Por eso el domingo decidieron aprovechar el paseo para llevar la música más allá de su balcón. "Fuimos puerta por puerta para agradecerles que estén todos los días animándonos a lo lejos", relata Susana, "fue maravilloso, los niños estaban supercontentos y ver la cara de sorpresa y de felicidad de los vecinos, que no se lo esperaban, fue genial".
Un pasacalles muy especial en el que disfrutaron tanto Susana y su familia como los habitantes de Pravio, que se sienten unos privilegiados por tener como vecina a esta famosa gaiteira. "De hecho, ya hay gente que me escribe preguntando si hay casas en venta por aquí, ja, ja, ja", explica divertida.