La verdad sobre la exigencia sexual de Jennifer López a Ben Affleck: ni es nueva ni tan inusual

Jennifer López y Ben Affleck son la pareja del momento en el mundo, después de que anunciaran su boda, casi dos décadas después de su primer compromiso.

La cantante y actriz de 59 años y el actor de 49 estuvieron a punto de casarse en 2003, pero finalmente cancelaron la boda meses antes de terminar con la relación, que han decidido retomar veinte años después, tras romper con sus respectivas exparejas –Álex Rodríguez y Ana de Armas- y demostrando que las segundas partes también pueden ser buenas.

Después de que la cantante de ‘El anillo pa cuando’ mostrara con orgullo su sortija de compromiso de verdad a sus seguidores, y narrase cómo le pidió Ben Affleck matrimonio, estando ella desnuda en la bañera, se ha viralizado una noticia sobre el acuerdo prenupcial que habrían firmado y la insólita cláusula sexual que incluye, en la que la "diva del Bronx" le pide a su futuro marido una frecuencia de cuatro relaciones a la semana.

La noticia, surgida a principios de la semana pasada, sigue corriendo como la pólvora por todas las tertulias de crónica social de las televisiones y portales digitales. Sin embargo, no es nueva. En realidad se trata de una cláusula que JLo y Ben Affleck habrían firmado en 2002, cuando se comprometieron por primera vez, y no hay constancia de que siga incluida en un presunto nuevo acuerdo prenupcial de la pareja ni de que ésta haya renovado el anterior.

Tras confirmar su relación en el vídeo musical Jenny from the Block, López y Affleck se comprometieron en 2002, pero finalmente cancelaron la boda meses antes de terminar con la relación, en 2004.

Fue en 2002, en pleno auge informativo por el primer compromiso de la pareja, cuando los medios sensacionaistas se hicieron eco de su curioso acuerdo prematrimonial.

El Sunday Mail informó que Jennifer Lopez y su prometido Ben Affleck se enfrentarían a una multa de 5 millones de dólares si alguno de ellos era infiel. Una cláusula de fidelidad que J.Lo habría exigido para asegurarse de que su entonces tercer matrimonio no siguiera el camino de los dos primeros. Además, López estipulaba la cantidad de sexo en al menos cuatro veces por semana y tantos hijos como quiera. Si cualquiera de las estrellas le mentía a la otra, estaban sujetos a una multa de un millón de dólares.

Con motivo de su nuevo y reciente compromiso matrimonial, alguien recordó esa cláusula que la pareja de actores habría firmado en 2002, pero lo cierto es que desde entonces no habido ninguna noticia fiable nueva al respecto.

Al margen de la antigüedad de la noticia, replicada como nueva estos días sin que haya trascendido una nueva fuente, lo cierto es que la comentada cláusula sexual ni siquiera es tan original en los acuerdos prematrimoniales entre estrellas de Hollywood, tal y como apunta hoy el medio Esquire, que se pregunta “¿de verdad es tan raro?”, y la respuesta es que, al menos entre las celebrities, y según ha ido recogiendo la prensa a lo largo de estos últimos años, no.

El motivo suele ser alejar de la relación el fantasma de las infidelidades. Justin Timberlake y Jessica Biel también tienen algo parecido. La actriz recibiría 500.000 dólares por cada infidelidad del cantante y actor, por ejemplo.

Cuando Nicole Kidman se casó con el músico Keith Urban, ex adicto, acordaron 600.000 dólares para el músico por año de matrimonio, pero nada si recaía en las drogas.

A la actriz Catherine Zeta-Jones, mujer de Michael Douglas, 25 años más joven, le correspondería un millón de dólares por año de matrimonio pero, según el Economista, nada si engordaba 10 kilos o más.

Y Angelina Jolie, ahora en guerra judicial con Brad Pitt por la custodia de sus hijosAngelina Jolie, Brad Pittcustodia de sus hijos en medio de un sonado divorcio, se quedaría con ellos si hubiera habido infidelidad por parte de Pitt.