El hechizo de Netflix: claves para entender por qué es un gigante con pies de barro


Analizamos la paradoja de la plataforma de series líder en el mundo: 158 millones de abonados en 190 países
Pero arrastra un arriesgado modelo financiero que podría verse agravado a partir de 2020 por la entrada de nuevos rivales
Netflix se ha convertido en un elemento esencial del entretenimiento en todo el mundo. Cuando se habla de series en una comida de amigos, lo normal es que se la ponga por las nubes –“no podría vivir sin ella”, “estoy enganchado a tal serie…”. Pero cuando la conversación se traslada a un entorno empresarial o financiero, los comentarios son bien distintos. Todos dan por hecho los logros de la plataforma en sus casi dos décadas de vida, pero no dejan de alertar del futuro incierto de la compañía, con su arriesgado modelo financiero en el punto de mira.
Netflix echó un órdago al mercado para convertirse en una de las principales empresas tecnológicas del mundo, apostando en la inversión a largo plazo. Pero su rentabilidad económica sigue dependiendo de un ritmo paralelo de crecimiento de abonados que podría verse frustrado por la entrada de nuevos competidores.
¿Cuáles son sus puntos fuertes?
- El éxito editorial de Netflix es incuestionable. Durante años, la plataforma se ha presentado al mundo como una propuesta irresistible: un catálogo infinito de series por menos de 8 euros (su plan básico en España) o 9 dólares en EE.UU. En solo tres años, la compañía ha doblado su número de usuarios (de 86 a 158 millones) y goza de una gran presencia internacional en 190 países.
- Netflix hizo públicos este lunes, por primera vez, su número de suscriptores por territorios. La empresa con sede en Los Gatos (California) desglosó que tiene más de 60 millones de usuarios en Estados Unidos y Canadá – la mitad de los hogares con banda ancha-; 47.4 millones en Europa, Medio Oriente y África; y 29.4 millones en Latinoamérica, donde uno de cada tres usuarios de Internet ya son suscriptores, lo que demuestra el especial auge de la compañía en este continente.
- Netflix cuenta con un catálogo de producciones de 130 países superior al de la mayoría de televisiones y medios americanos. La compañía aspira a competir con los gigantes Facebook y Youtube, ambos con más de 2 mil millones de usuarios en todo el mundo.
- Es la plataforma con más conexiones después de Youtube en España. Aunque en el caso de los menores, se ve superada por HBO y Mitele (Mediaset), según un reciente estudio de Qustodio.
- Netflix atraviesa un momento dulce en lo que es su punto fuerte: los contenidos y la imagen de su marca. Es la más nominada en los Globos de Oro (34 candidaturas), doblando a sus principales rivales con productos como ‘The Crown’ o ‘Creedme’, y películas como ‘El Irlandés’ o ‘Historia de un matrimonio’.

¿Cuáles son sus puntos débiles?
1. Ralentización de crecimiento de suscriptores
Si recordamos el balance general del tercer trimestre de 2019, Netflix facturó 5.244 millones de dólares (4.712 millones de euros), un 31,3% más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que el beneficio neto avanzó un 65%, hasta 665 millones de dólares (597 millones de euros).
Su principal mercado Estados Unidos y Canadá, donde facturó 2.500 millones de dólares (2.242 millones de euros) en el tercer trimestre del año y donde registró 67,1 millones de suscriptores.
La segunda región más importante es Europa, Oriente Próximo y África (EMEA), donde contabilizó unos ingresos de 1.428 millones de dólares (1.280,6 millones de euros), con 47,3 millones de suscriptores. Al tiempo, en Latinoamérica la cifra de negocio trimestral fue de 741 millones de dólares (664,5 millones de euros), mientras que la lista de suscriptores ascendió a 29,4 millones de suscriptores.
De su lado, Asia-Pacífico facturó 382 millones de dólares (342,6 millones de euros), procedentes de los 14,5 millones de suscriptores de la región.
Sin embargo, el ritmo de crecimiento en las suscripciones, su talón de Aquiles, apunta a ser el más lento desde que la empresa de ‘streaming’ se separó de su negocio de alquiler de DVD en 2011.
Los datos presentados por Netflix muestran cómo su crecimiento se ha ralentizado en Estados Unidos y Canadá, donde apenas ha ganado 2,4 millones de suscriptores en lo que va de año, frente al alza de 9,5 millones de EMEA (Europa, Oriente Próximo, Medio y África), los 3 millones más de Latinoamérica o los 3,9 millones adicionales de Asia-Pacífico.

Es lógico que Netflix empiece a tocar su techo de suscriptores en los países en los que ya está implantado, sobre todo Estados Unidos. Esa desaceleración se produce en un contexto en el que la compañía presidida por Reed Hastings tendrá que hacer frente a nuevos competidores en su mercado doméstico, como Disney+ o Apple TV+, que se lanzaron en Estados Unidos en noviembre. A lo largo de 2020, también debutarán en el sector los servicios de 'streaming' de NBCUniversal o HBO Max.
Las nuevas plataformas reducirán inevitablemente la base de suscriptores de Netflix. El reciente lanzamiento de Disney + en Estados Unidos (6.99 dólares al mes), que llegará a España en primavera, ha sido muy bueno y vaticinan que podría terminar el año con 20 millones de suscriptores.
Por ejemplo, la analista de Needham Laura Martin predijo que Netflix perdería en 2020 hasta 4 millones de suscriptores ‘premium’ en EE.UU, debido a la creciente competencia.
2.- Inestabilidad en Bolsa
Desde su nacimiento, Netflix también ha sido pionera con una práctica poco habitual en el sector: anticipar al mercado sus previsiones de crecimiento de ingresos y abonados. A la empresa con sede en Los Gatos (California) le gusta compartir sus expectativas, aunque a veces sufra las consecuencias de que éstas no se cumplan.
El pasado martes 10 de diciembre Netflix sufrió una caída de acciones que volvía a pintar un panorama sombrío a corto plazo. En concreto, la compañía bajó un 3%, lo que supone un 7% desde primeros de diciembre.
Este lunes 16 de diciembre, tras informar sobre sus datos de suscriptores por regiones, la compañía se recuperaba con un alza del 3,13% en el mercado Nasdaq, hasta 313,72 dólares por acción. Las acciones de Netflix se situaban en los 307,36 dólares, frente a los 304,21 'billetes verdes' de la jornada anterior. El máximo intradía escaló hasta los 315,8 dólares por título.

A pesar de la subida de este lunes, y del buen repunte del 24% que tuvo en septiembre y octubre, las acciones de Netflix llevan tiempo mostrando una curva negativa.
Para Matt Maley, experto en estrategia de mercado consultado por CNBC, los problemas para la plataforma empezarían si la acción baja de 260. Hay que recordar que las alarmas ya saltaron a finales de diciembre de 2018 cuando rondó los 250 dólares.
Quint Tatro, director de inversiones de Joule Financial, y otros analistas consultados por NIUS, se muestran igualmente pesimistas con las previsiones de Netflix para el próximo año.
3.- Flujo de caja negativo
Netflix siguió registrando un flujo de caja negativo de 501 millones de dólares (450 millones de euros), según datos tercer trimestre, debido al alto coste a corto plazo que supone la producción de nuevas series y películas. La multinacional calcula que cerrará este año con un flujo negativo de 3.5 mil millones de dólares. Éste es uno de los puntos débiles del modelo financiero de Netflix, que sigue invirtiendo, al tiempo que reconoce al mercado que no es capaz de determinar cuándo empezará a invertir esta tendencia y generar “caja” positiva.
4.- Una deuda en aumento
Entre julio y septiembre, la deuda a largo plazo de Netflix alcanzó los 12.425 millones de dólares (11.166 millones de euros), un 1,3% menos que a cierre del segundo trimestre, pero un 49% más que el mismo período del año pasado y hasta 6 veces mayor que la de hace 3 años (2,37 mil millones en 2019).
A esta deuda financiera de Netflix hay que sumar la deuda comercial, que según los datos de la compañía consultados por NIUS es prácticamente idéntica (12.000 millones de dólares), de forma que la deuda total de la compañía sería de 24.000 millones de dólares al cierre del año.
Este es el balance anual de Netflix, a septiembre de 2019:
- Ingresos: 18,9 mil millones
- Costes: 16.5 mil millones
- Abonados: 158 millones
- Generación de caja: 2.920 mil millones
- Inversión en contenidos: 11.000 mil millones
- Deuda financiera (bonos ‘high yeld’):12.000 mil millones
- Deuda comercial: 12.000 mil millones
- Deuda total. 24.000 mil millones
Otro indicador popular utilizado por economistas para determinar el riesgo de una acción en comparación con el mercado es la relación deuda-capital. Cuanto más alta es ésta, más riesgo tiene la compañía.
Para hacernos una idea, al final del último trimestre la relación deuda-capital de Netflix era de 1.81, mientras que la de toda la industria en el tercer trimestre fue de 0.09. Y solo en el entorno del cine y el entretenimiento, de 0.05.
¿Cuál es el problema del modelo de Netflix?
Cuando nació Netflix, sus inversores sabían que arriesgaban al apostar por una empresa tecnológica pionera. Y la evolución ha sido indudablemente buena. Hasta ahora, el mercado compra lo que Netflix le vende: un éxito incuestionable y crecimiento de abonados, pero éste tiene un límite.
Los expertos temen que la compañía no crezca tan rápido como sus dueños tenían previsto, sobre todo ante el inminente escenario competitivo que se presenta con empresas como Disney, Apple y Comcast.
Netflix tiene dos problemas principales: el coste del contenido y cómo podrá pagarlo si no genera caja positiva.
El modelo inicial de Netflix era sencillo. Se basaba en la distribución del catálogo de otros proveedores. Era básicamente una empresa tecnológica. Pero la decisión de Disney y otros estudios de dejar de venderle sus producciones, para empezar a competir con sus propias plataformas,han obligado a Netflix a un cambio radical de su modelo de negocio. Ahora está obligada a producir sus propias series para mantener el volumen de su biblioteca, lo cual le genera los siguientes problemas:
- Ha de subir el precio de su suscripción, con el peligro de perder abonados
- Debe aumentar costes por la movilización de recursos de producción
- Si antes estrenaba productos ya testados, porque compraba lo que había funcionado en el mundo, ahora se arriesga a que sus producciones no funcionen como espera
- Todo ello obliga a la compañía a alargar en el tiempo la posibilidad de generar caja positiva
¿Cómo se prepara Netflix para afrontarlo?
A medida que todas las nuevas plataformas compitan por los mejores recursos para crear su propio contenido original -algo que ya está ocurriendo-, entrarán en una guerra de precios por el contenido y todo se volverá más caro para ellas, por la ley básica de la oferta y la demanda.
El propio director de Contenidos de Netflix, Ted Sarandos, reconoció que ya ha habido un aumento de precios del 30% desde el año pasado".
Una subida que el CEO de la compañía, Reed Hastings, justificó así: "El precio del contenido está aumentando, pero tenemos la suerte de tener la mayor comunidad, uno de los mayores volúmenes de ingresos y el mayor presupuesto para contenido".

Netflix está testando futuras medidas para contrarrestar los efectos de la nueva competencia, como impedir compartir contraseña, entre otras que les hemos venido contando. En los últimos tiempos se ha sugerido que la compañía debería introducir algo de publicidad para asegurar su base de suscriptores y atraer a nuevos que buscan un plan de suscripción más asequible. Una idea interesante, pero que podría ser contraproducente si lo que provoca es que muchos de sus abonados migren al plan más barato.
De momento, no hay señales de que Netflix planee ir por este camino. "Es falso que estemos pensando en vender publicidad. Creemos que nuestro negocio tendrá más valor a largo plazo si no competimos por los ingresos publicitarios y nos centramos en la satisfacción del espectador”.
¿Por qué son pesimistas los expertos?
El problema de Netflix, como confirman sus propios dueños, es que su plan de futuro es seguir gastando y compensarlo con el aumento de ingresos por abonados. Pero, ¿qué pasará cuando se asienten más competidores con mucho dinero como Disney, Apple o Comcast? ¿Qué pasará si estos deciden también aumentar su gasto en contenido?
Si a estas compañías les va bien en los primeros meses, no sería raro que se planteen aumentar su desembolso, que ya es alto de por sí. La compañía de la manzana tiene un presupuesto inicial de 6 mil millones, y Disney, de 2.5 mil millones.
Es decir, los analistas no prevén que los nuevos rivales se aprieten el cinturón y decidan invertir menos en su fase de lanzamiento, sino todo lo contrario. Lo cual obligará a Netfix a seguir gastando también más para ser competitivo. Tarde o temprano, se teme que esto le pase factura.
Sobre todo, por una ecuación muy simple: se prevé que Netflix gaste más, al tiempo que bajen inevitablemente sus abonados. La previsión de crecimiento de suscriptores para este cuarto trimestre del año –septiembre a diciembre de 2019-, es idéntica a la del mismo periodo del año anterior (8.8 millones de abonado), lo cual estaría muy bien si no fuera porque es evidente que su factura del año que viene sí que crecerá.
Si a Netflix no le salen las cuentas, inevitablemente aumentará su flujo negativo en caja, su deuda, y en consecuencia, el riesgo para su modelo financiero.
Conclusión: Netflix, un gigante con pies de barro
El modelo de Netflix lleva años basándose en vender al mercado su “éxito” como empresa de entretenimiento y el “crecimiento de abonados”. Un discurso que el sector financiero ha comprado encantado, pero no lo hará eternamente.
Netflix ya no es la ‘startup’ del principio. Ya es una empresa madura, y por tanto, vulnerable a los vaivenes del público y del mercado. Los analistas se preguntan qué pasará cuando cuando la compañía toque techo en abonados, se vea obligada a reducir costes, comprar menos series o perder suscriptores en favor de otras plataformas.

Los analistas no se atreven a decir claramente que Netflix está en peligro, pero sí coinciden en que “no está libre de riesgos significativos”. Muchas voces empiezan a decir que ya no se le puede seguir considerando una “empresa tecnológica” como cuando arrancaba. Ahora es un gigante que juega en la liga mayor, con todas sus ventajas, pero también sus riesgos y consecuencias.
En definitiva, si Netflix sigue aumentando la inversión en contenido, pero no retiene, o incluso pierde suscriptores que migran a otras plataformas, inflará su deuda cada vez más y, en consecuencia, aumentarán sus riesgos.