Qué fue de César Cabo, el controlador 'sex symbol', compañero de Letizia y fichaje fugaz de Ciudadanos


Este miércoles comienza el juicio contra los controladores aéreos por la huelga de 2010 que dejó en tierra a 700.000 pasajeros
César Cabo, que saltó a la fama como portavoz del colectivo, es uno de los 133 acusados y de los pocos que no ha llegado a acuerdo
Estrella mediática hace 10 años, coqueteó también con el cine y la política. Hoy sigue trabajando de controlador en Madrid
Este miércoles 15 de enero arranca en Madrid el macrojuicio contra los 133 controladores aéreos que provocaron el cierre del espacio aéreo español en diciembre de 2010.
La cara más visible de este conflicto es la de Cesar Cabo, uno de los controladores que saltó a la fama de la noche a la mañana al erigirse en todos los medios como portavoz del gremio denostado por el caos aéreo que afectó a 700.000 pasajeros y a más de 5.000 vuelos en toda España.
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Él es uno de los 14 controladores que no han llegado a un acuerdo con la Fiscalía de Madrid y que se enfrenta a partir de mañana a multas de hasta 75.000 euros. Están acusados de un delito de abandono de servicio público por paralizar la actividad aeronáutica entre los días 3 y 4 de diciembre de ese año. El pacto con los otros 119 controladores se dará a conocer también en el juicio que tendrá lugar en el Juzgado de lo Penal nº 18.
¿Qué fue de César Cabo?
NIUS se ha puesto en contacto con César Cabo, que ha declinado hacer declaraciones sobre el juicio que comienza mañana, pero sí ha confirmado que forma parte de los 14 controladores que no han pactado un principio de acuerdo.

En la actualidad, César Cabo sigue trabajando como controlador aéreo en Madrid, “mientras me dejen”, nos dice en alusión a la resolución final del proceso judicial.
El controlador dejó la portavocía del colectivo en febrero de 2011, un año después de la polémica huelga, pero ha seguido trabajando como vigilante aéreo hasta la actualidad, una actividad que empezó hace ya 22 años. En 2016 fue controlador en el aeropuerto Seve Ballesteros (Santander) tras haber pasado un periodo en Asturias, “un traslado temporal por cambiar de aires”, contó.
Feliz día del controlador aéreo.
— César Cabo (@Cesar_Cabo) 20 de octubre de 2015
Nada mejor que celebrarlo controlando aviones. @controladores pic.twitter.com/6mKQpdB0tg
Estrella mediática por casualidad
César Álvarez Cabo (Madrid, 1972) –se quitó el apellido paterno “porque ya estaba cogido”- saltó a los medios en diciembre de 2010. Su capacidad de oratoria –es Licenciado en Periodismo- y su buena presencia física le hicieron erigirse como portavoz de los 1.800 controladores aéreos del sindicato USCA en las comunicaciones sobre el conflicto, asistiendo de invitado y colaborador a programas de radio y televisión como ‘La Noria’, ‘El programa de Ana Rosa’ o ‘Cuarto Milenio’. Entonces, Cabo pidió “disculpas a los usuarios por la disparatada situación fuera de control que no hubo manera de parar y que se podía haber evitado con un mínimo de voluntad para solucionar la presión laboral de los controladores”.

El controlador más guapo de la tele
Cabo se convirtió en una de las ‘celebrities’ del momento. Lo que más llamó la atención al principio era su atractivo físico -alto, rubio y con ojos azules-, algo que él decía llevar con pudor. “Soy consciente de que no tengo una mala apariencia y sé que la imagen indudablemente ayuda, pero también puede ser un arma de doble filo. La gente normalmente te juzga de antemano, sin conocerte, sólo por la apariencia que tienes y puede que se equivoquen."

Recibió amenazas de muerte en las redes sociales
El controlador vivió entonces lo bueno y lo malo de la fama. Se referían a él como ‘sex symbol’ pero también era la diana diaria de las críticas al colectivo más denostado en ese momento. Le salieron varios clubes de fans, se convirtió en uno de los rostros más guapos de la tele, pero también recibió amenazas de muerte en las redes sociales ("como no despegue mi avión te mato”), como consecuencia de la indignación por la huelga que había dejado sin vacaciones a miles de pasajeros en pleno puente de la Constitución.
Activo en las redes, con cuenta privada en Instagram
Hoy mantiene en privado su cuenta de Instagram, donde tiene cerca de 2.000 seguidores. También tiene activo el perfil de Twitter (20.000 seguidores), donde se define como “controlador, periodista y viajero”. Una red social que utiliza para comentar artículos de actualidad o política -muchos críticos con el gobierno de Pedro Sánchez-, compartir vídeos virales y pedir a los medios que investiguen la verdad de lo que pasó en el caos aéreo de 2010 del que fue protagonista:
Hoy hace 9 años del caos aéreo de 2010. Único estado de alarma de la democracia.
— César Cabo (@Cesar_Cabo) 3 de diciembre de 2019
Los @controladores fuimos militarizados por un gobierno manipulador e irresponsable.
No olvidamos.
La prensa nunca quiso investigar la verdad...
Colaborador de TV, actor y aspirante a presentador
César Cabo no ocultaba su atracción por el mundo del entretenimiento. De niño hacía teatro y en el colegio fue delegado e interpretó 'El Principito'.
Su estrellato involuntario le llevó en los dos años posteriores al conflicto a colaborar con Anne Igartiburu en el programa de TVE ‘+Gente’, donde defendía posturas de actualidad en la sección “cara a cara”, así como en Telemadrid o Punto Radio.
Su popularidad llegó a Facebook con páginas como “Señoras que quieren de yerno a Cesar Cabo”, "Quiero que César Cabo controle mi espacio aéreo” o “Señoras que quieren que César Cabo les haga perder el control”.
Entonces se mostraba partidario de compaginar el control aéreo con la actividad en los medios. Incluso llegó a fantasear con ser presentador de informativos, aunque también reconoció que no tenía televisor en casa desde hace 11 años. “No me interesa mucho el famoseo, prefiero opinar sobre temas serios”, dijo en un reportaje que le dedicó El País.

Además de comunicar, una de sus pasiones siempre ha sido viajar. “No me importaría hacer un programa de viajes, del corte de Jesús Calleja, cuando lo he visto me da mucha envidia”, dijo entonces. “He descubierto una nueva faceta de mí que me agrada. No me equivoqué a la hora de elegir la carrera”, confesó.
Por más que uno viaje siempre encuentra sitios sorprendentes.
— César Cabo (@Cesar_Cabo) 21 de junio de 2015
Islandia es uno de ellos. pic.twitter.com/qkRWCpepdC
En su etapa mediática llegó a debutar en el cine, formando parte del reparto de 'El regreso de Elías Urquijo', un thriller de misterio de Roque Madrid en el que interpretó a un farmacéutico que salía a través de 'flashbacks'. También acudía de invitado a 'photocalls' de 'premières' de ficción como ésta de la serie 'El Príncipe':

Compañero de Letizia, "una estudiante muy aplicada"
César Cabo fue compañero de clase de Doña Letizia cuando estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Preguntado entonces por ello, respondía: “No he mantenido una relación de amistad con ella, pero recuerdo que en la facultad siempre se sentaba en las primeras filas y daba la sensación de ser una estudiante muy aplicada.”
Además de “guapo”, los medios le pusieron la etiqueta de ‘pijo’, con estilo ‘Massimo Dutti’, llegó a publicarse. Hijo de padre toledano funcionario y madre gallega ama de casa, vivió en la zona de Nuevos Ministerios en Madrid junto a otros tres hermanos mayores, y cuando se independizó, en el barrio de Chamberí. Pasó un tiempo en en San Francisco (EE.UU), donde trabajó en una tienda de zapatos; en París (trabajó en Eurodisney) y Minnesota. Ahora habla inglés, francés, portugués, italiano y catalán. Entonces no se le conocía pareja, pero desveló su “deseo de ser padre, aunque sin obsesionarse”.
Tras licenciarse en Periodismo, y sin tener claro entonces cómo encauzar su carrera profesional, se presentó a las oposiciones para ser controlador aéreo. Y ahí encontró su vocación. “Me gusta mi trabajo porque decides cosas que afectan a otros y que tienen efectos inmediatos”.
Fichaje frustrado de Ciudadanos
También se interesó por la política, pero el proceso judicial frustró su salto a Ciudadanos, que contó con su apoyo en 2013, antes de la expansión nacional del partido. “El tema judicial lo frenó y, cuando pase ese momento, veremos si es una opción”, contó hace tres años a El Diario Montañés.