Quién es Natasha Ivzhenko, la ucraniana que narra sin descanso en televisión su huida a España con sus hijos


Hablamos con la profesora de español y 'madre coraje' que hemos visto conducir hasta Polonia en todas las cadenas
"A mis hijos les he dicho que vamos de vacaciones a España", su destino final. "Prefiero no hablar de guerra"
"Mi suegra perdió su casa, la traje conmigo para que piense en el horror"
El pasado 25 de febrero, solo un día después del primer ataque de Rusia a Ucrania, la televisión española enmudecía con el testimonio de una mujer desde Hostomel (a 15 kilómetros de Kiev), la primera ciudad asaltada. Natasha Ivzhenko dejaba sin palabras a Susanna Griso al contar su situación. En shock, aterrorizada desde su casa y con sus dos hijos, entre explosiones y disparos, lanzaba un grito desesperado al mundo para que parasen lo que le parecía un “sueño de terror”.
Desde entonces, esta filóloga inglesa y profesora de español en Kiev, cuya apacible vida cambió de la noche a la mañana, se convirtió en uno de los símbolos del sufrimiento de la guerra. En las últimas tres semanas no ha habido día que no la veamos en alguna televisión, narrando su experiencia con un perfecto dominio de nuestro idioma que aprendió en la Universidad de Kiev. Primero la vimos huir de su ciudad para “salvar la vida de sus hijos” y esconderse en un pueblo más tranquilo, armada por lo que pudiera pasar, y dejando allí a su marido, padres y hermano.

En los últimos días la hemos visto siempre en su coche, con su suegra y sus hijos, viajando hacia Polonia, con España como último destino. Un trayecto en el que han tenido que atravesar los corredores humanitarios, jugándose la vida para que no les atacasen.
Son muchas las mujeres y 'madres coraje' ucranianas que están compartiendo su testimonio en televisión desde el inicio de la guerra, pero Natasha nos ha fascinado a todos por la valentía y generosidad con la que lleva tres semanas narrando su odisea en todos los medios. Una crónica de viaje que nos permite empatizar con el dolor y la desesperación de los tres millones de ucranianos que han tenido que dejar su país:
A punto de cruzar la frontera con Natasha, una mujer ucraniana que lleva más de un día conduciendo con sus hijos pequeños y su suegra
— La Hora de La 1 (@LaHoraTVE) 16 de marzo de 2022
Un camino duro en el que han pasado más de 20 barricadas y han parado a repostar durante la noche
👉 #LaHora16M
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En una misma mañana la vemos en El programa de Ana Rosa, Espejo Público, La hora de La 1 Al rojo vivo,Al rojo vivo o la escuchamos en la radio. Su coche se ha convertido en "el diario de Natasha". Siempre al volante, grabándose con el móvil mientras conduce y respondiendo a los presentadores de forma serena y didáctica, para que comprendamos la dramática situación que le ha tocado vivir.

"Las mujeres ucranianas podemos hacer cien cosas a la vez"
Este miércoles por la tarde llegó por fin a Cracovia (Polonia), y aunque estaba exhausta, sacó tiempo para responder a la llamada de NIUS. Lo primero que le preguntamos es cómo se las apañaba para estar siempre conectada y no perder la calma en ningún momento mientras conduce, atiende a varios medios, sin perder de vista a sus hijos en los asientos traseros, y con encuadres perfectos para que solo se la vea a ella. “Primero, soy ucraniana. Las ucranianas pueden hacer cien cosas a la vez”, comenta entre risas. Y es que Natasha también necesita bromear para desconectar de la tragedia.
No es lo mismo que te lo cuenten los ucranianos en España, que lo ven pero no lo sienten como nosotros
Confiesa que está "cansada", pero sabe que la guerra es el tema central de la actualidad y "entiende" por ello la atención que está teniendo. "Yo vivo allí, y estaba allí, y no es lo mismo que te lo cuenten los ucranianos en España, que lo ven, pero no lo sienten como nosotros. Así que yo siempre que puedo, contesto para ayudar”, explica.

Ahora está "más tranquila", porque “lo peor del viaje” ya ha pasado. "Las constantes barricadas y revisiones de la documentación nos han retrasado mucho, porque además no hemos venido por carretera general sino por pueblos desconocidos para los terroristas que están actuando en mi tierra”, nos dice al teléfono, desde ese móvil “con tarifa de internet ilimitada”, gracias al cual nos llegan sus crónicas sin descanso, y al que aún le queda batería, ya que “lo estoy cargando constantemente en el coche para usar el GPS, y atender las llamadas de mi marido y de las televisiones, de las que me va avisando Siri”.
Los periodistas de Telemundo la han ayudado en Cracovia
Natasha ha atendido también a varios medios internacionales, como Noticias de Telemundo (Miami), cuyos periodistas, “me esperaban en la frontera y me han ayudado en la reserva del hotel” en Cracovia desde el que nos atiende.
#NoticiasTelemundo recibió en la frontera en Polonia a la profesora ucraniana de español Natasha Ivzhenko, quien abandonó su país para proteger a sus hijos.
— Noticias Telemundo (@TelemundoNews) 16 de marzo de 2022
Irá a Zaragoza, España, para trabajar y enviar el dinero al Ejército ucraniano. @RogerMoraTagle tiene la entrevista hoy. pic.twitter.com/rmzUYWCLFI
"Mis hijos creen que estamos de vacaciones, prefiero no hablarles de guerra"
Mientras hablamos se oye a unos niños reír de fondo. Son sus hijos, una niña de 12 años y otro de 7, que “ahora están viendo un programa en la tele, ya se adaptaron”, dice aliviada de verles sonreír después de tantas horas de tensión en el coche. Natasha no quería ocultarles la realidad que están viviendo, sobre todo al mayor, “que ve la televisión y ya lo entiende todo”. Por eso les dijo desde el principio que “Rusia había sido invadido nuestro territorio”, pero ahora sí prefiere edulcorar la situación para que no sufran, de una forma que recuerda a La vida es bella, la película de Roberto Benigni sobre un judío italiano que crea un mundo imaginario a su hijo para protegerle del horror de un campo de concentración nazi.
“Les he dicho a mis hijos que nos íbamos de vacaciones, por Europa, que estaremos unos días en España, que iban a conocer a mis amigos, a pasear, a comer churros… Prefiero no hablar de la guerra, y no quiero que lo vean como una huida, no lo es, salimos para salvar sus vidas", cuenta Natasha, cuyo "primer objetivo" era que sus hijos "no escuchasen las explosiones, porque desde allí te está temblando el corazón a cada momento, cada ruido te pone nerviosa, así que para ellos son unas vacaciones”.
Mi suegra perdió su casa, la traje conmigo para que sintiera tranquilidad y no piense en el horror
Con ellos viaja también su suegra. “Vivía cerca de mí en Hostomel, ella ha perdido su casa porque su edificio fue bombardeado, y decidí llevarla conmigo para que sintiera tranquilidad y protección, para que no piense en el horror”, nos cuenta Natasha, cuya casa sí “está aún en pie, por lo que espero que podamos volver pronto todos allí para vivir juntos hasta que la casa de mi suegra esté reconstruida”.
Le tranquiliza saber que sus padres y su marido, con quien habla a diario, están a salvo. "Él me llama cada hora preguntando dónde y cómo estamos, e informándome de la situación. Está en el mismo pueblo donde pasamos 20 días de guerra, ayudando a las personas mayores”.
"Unos amigos españoles me han buscado una casa en Zaragoza"
La próxima parada de Natasha y su familia será en Alemania o Francia, donde espera volver a hacer noche, gracias a “un grupo de voluntarios que están ayudándonos con el alojamiento”.
De ahí pondrán rumbo a España, país en el que nunca ha vivido pero que ha visitado varias veces por su trabajo. “Unos amigos me han ofrecido una casa para los cuatro en Zaragoza, porque yo no quiero ir a un sitio de refugiados. Afortunadamente, tengo amistades que me han ayudado mucho y siguen haciéndolo. Y esta acogida me calma mucho y me da ánimos”. "Me encanta la basílica del Pilar, es el primer sitio al que iré”, dice esperanzada en la tranquilidad que encontrará allí junto a sus hijos.
Trabajará "de lo que sea" en España para mandar dinero a Ucrania
Natasha está dispuesta a trabajar de lo que sea en nuestro país para sacar a su familia adelante y poder cubrir ella misma "todos los gastos". Su objetivo también es transferir una parte de dinero a las necesidades del ejército ucraniano", ha contado hoy en una de sus crónicas.
Su vida antes de la guerra
Natasha Ivzhenko tiene perfil en Instagram, con más de 12.000 seguidores, donde ha puesto dos corazones amarillo y azul de la bandera de su país y el lema "Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes! ¡Fuera, buque de guerra ruso". Su cuenta es el vivo reflejo de cómo le ha cambiado la vida en solo tres semanas a los ucranianos. Para encontrar una publicación alegre hay que remontarse al 21 de febrero, tres días antes del estallido de la guerra, cuando la vemos bailando y desayunando:
En este otro vídeo vemos que Natasha ya tenía experiencia en grabarse con el móvil conduciendo, y respondiendo a las preguntas de sus seguidores: