Acaba la serie de Rocío Carrasco: los 7 impactos que ha tenido en la sociedad


'Rocío, contar la verdad para seguir viva' llega a su fin con la emisión del episodio 12, 'En el punto de partida'
Analizamos los hitos que ha marcado el testimonio de maltrato de la hija de Rocío Jurado en el ámbito social, mediático, político y televisivo
Maruja Torres fue una visionaria cuando hace años bautizó a Rocío Carrasco como "Roci-Hito" en una de sus columnas de El País. La hija de Rocío Jurado ha marcado varios hitos con su serie documental en Telecinco, empezando por que dejemos de llamarla "Rociíto" y empecemos a referirnos a ella como Rocío Carrasco o, simplemente, Rocío.
Esta noche se emite el último episodio de Rocío, contar la verdad para seguir vivaRocío, contar la verdad para seguir viva, después de dos meses en los que han pasado muchas cosas. Ha dado la vuelta a la imagen que teníamos de ella, haciendo entonar el 'mea culpa' a muchos periodistas; ha visibilizado la violencia de género en todas sus formas, disparando las llamadas al 016 y haciendo que hasta el presidente del Gobierno se interese por su caso; nos ha hecho revisar el concepto de "mala madre", ha derribado mitos sobre la depresión, ha creado un nuevo género televisivo y hasta ha reavivado el interés por Eurovisión.
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1. Trascendencia política
El pasado 21 de marzo, el estreno de Rocío, contar la verdad para seguir viva pilló por sorpresa a los espectadores. La hija de Rocío Jurado aparecía en televisión después de mucho tiempo, contando por primera vez y de una forma desgarradora su versión de cómo había sido la relación con su ex marido, Antonio David Flores, y por qué hace años que no ve a sus hijos.
Ese día nos enteramos de que su ex marido le había hecho la vida imposible en los últimos 20 años, que había puesto a sus hijos en contra de ella, que estaba en tratamiento psiquiátrico desde 2011, que tocó fondo e intentó quitarse la vida, y que también fue víctima de desprecios y maltrato físico en los inicios de su relación (“me tiró del pelo y golpeó contra la mesa”).

Frases como “me decía ‘tus hijos te van a odiar, hija de puta’”, “ha ensuciado su mente, los tengo enterrados en vida” o “mi hija es víctima de una mente diabólica” impactaron a la audiencia de una forma como hacía mucho tiempo que no ocurría con una entrevista en televisión, ni siquiera con la reciente de Kiko Rivera atacando a su madre, Isabel Pantoja.
“El testimonio de Rocío Carrasco es el de una víctima de violencia de género. Yo sí te creo”. La frase que la ministra de Igualdad, Irene Montero tuiteó en la noche del estreno, y a la que siguieron mensajes de otros políticos como Íñigo Errejón (Más País), Rocío Monasterio (Vox) o Adriana Lastra (PSOE) marcaron el comienzo del tsunami mediático.
El testimonio de Rocio Carrasco es el de una víctima de violencia de género. Cuando una mujer denuncia públicamente la violencia puede ser cuestionada o ridiculizada. Por eso es importante el apoyo. #RocioYoSiTeCreo
— Irene Montero (@IreneMontero) 21 de marzo de 2021
"Este testimonio ocupará muchas horas de televisión, pero muchas otras mujeres se verán también reflejadas", escribió Irene Montero en Twitter, dando una trascendencia social al programa de Telecinco que se materializaba una semana después, cuando el Ministerio dio a conocer que las consultas al 016 (número para denunciar casos de violencia machista) se habían disparado un 42%.las consultas al 016disparado un 42%.
Irene Montero intervino al día siguiente en Sálvame. La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Vicky Rosell, lo hizo el miércoles pasado, en el penúltimo episodio de la docuserie. Y este viernes conocíamos, a través de María Teresa Campos, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, telefoneó a Rocío Carrasco para agradecerle su testimonio de violencia de género. Según Vanitatis, miembros de otros partidos políticos se han interesado también por el caso.
2. Debate social y mediático
Más allá del revuelo que ha generado la trascendencia política de Rocío, contar la verdad para seguir viva, lo cierto es que la docuserie ha tenido un fuerte impacto en la sociedad.
La entrevista a Rocío Carrasco, seguida en su estreno por 3,7 millones de espectadores y un 33% de share, ha generado un debate que trasciende a la prensa del corazón, removiendo la problemática de la violencia de género, el maltrato psicológico y los posibles agujeros que puede haber en la justicia.

El caso tiene polarizada a la opinión pública. Prueba de ello son los hashtags a favor o en contra que son tendencia a diario en las redes sociales (#RocíoYoTeCreo o #RocíoYoNoTecreo). Multitud de famosos, periodistas e influencers apoyan a Rocío Carrasco a diario en los medios, frente a otra parte que llama a la prudencia y al respeto por la actuación judicial y la presunción de inocencia de Antonio David, que de momento guarda silencio y solo ha demandado a Mediaset y a la productora por despido improcedente, amparándose en que no ha sido condenado ni juzgado por los delitos que le imputa su ex mujer.
3. El concepto de "mala madre", a examen
Ya desde el primer episodio trascendió que lo que más daño ha hecho a Rocío Carrasco es la imagen de “mala madre” que Antonio David ha ido proyectando de ella en los medios de comunicación a lo largo de estos últimos veinte años, en los que la ha acusado de descuidar a sus hijos y de ser la culpable de no verles.
El síndrome de la “mala madre” parte de la creencia arraigada de que solo es una buena mujer aquella que lo da todo por sus hijos. El testimonio de Rocío, en el que explica los motivos que la hicieron renunciar a la custodia por su propia salud psicológica, ha hecho que muchos se replanteen el concepto de buena o mala madre.

Muchos siguen sin entender que una una mujer esté ocho años sin ver a sus hijos, como continúan recriminando a Rocío Carrasco sus detractores. Pero también hay quien empieza a defender con fuerza la tesis de que el amor no debe ser nunca incondicional, ni siquiera el de una madre por sus hijos, o el de unos hijos por una madre: "antes que madre o hijo, se es persona".
4. El problema de la alienación parental o violencia vicaria
El documental de Rocío Carrasco también ha destapado las distintas formas de violencia machista, entre la que se encuentra el síndrome de alienación parental o la violencia vicaria, dos conceptos sobre los que también hay debate, pero que al final hablan de lo mismo: la instrumentalización de los hijos para hacer daño a la pareja.

La primera que lo mencionó fue Rocío Monasterio, la líder madrileña de Vox, nada más estrenarse el documental:
Hoy media España ha entendido lo que es el síndrome de alienación parental. Lo sufren miles de niños, unos víctimas de padre, otros de madre. #rociocarrasco #RocioVerdad1
— Rocio Monasterio (@monasterioR) 21 de marzo de 2021
Tanto el síndrome de alienación parental –el rechazo de un menor hacia uno de sus progenitores- como la violencia vicaria –la utilización de los hijos para infligir dolor y control hacia la madre- son dos problemas sobre los que Rocío Carrasco ha puesto el foco, desde que contó que Antonio David le dijo "tus hijos te van a odiar, hija de puta", dificultando desde entonces su relación con ellos.
5. El tabú de la violencia de hijos a padres
El episodio 8 de la serie, titulado Miedo, fue el más duro y revelador de cómo se fue torciendo la relación de Rocío Carrasco con su hija, Rocío Flores, por la presunta manipulación que Antonio David Flores ejercía sobre ella.
El testimonio de la hija de Rocío Jurado sobre la pelea del 27 de julio de 2012, con una paliza que la llevó al hospital, y otros episodios vividos en la convivencia reflejaron con crudeza el drama de la violencia filio-parental (de hijos a padres), reabriendo un debate que suele ser “tabú” en nuestra sociedad, a pesar de vivirse en muchas familias. Los detalles que contó Rocío Carrasco, sobre cómo su hija la llamaba “zorra e hija de puta”, le decía que iba a “quemar la casa con ella dentro”“quemar la casa con ella dentro” o la agredió con un cuchillo han removido también conciencias sobre este tipo de situaciones conflictivas en la adolescencia y cómo deben afrontarlas los padres.

Si bien es cierto que Rocío Carrasco nunca denunció a su hija por la agresión, sino que fue la denuncia que Rocío Flores le puso a ella la que propició que la Fiscalía actuara de oficio, lo cierto es muchos analistas empiezan a advertir de la importancia de denunciar cualquier tipo de violencia, aunque sea por parte de un hijo, también por su propio bien.
6. El mito de la depresión entendida como una tristeza permanente
Otro mito que ha ayudado a derribar la docuserie de Rocío Carrasco es el que dice que una persona deprimida o maltratada no puede tener momentos de felicidad.
A Rocío Carrasco se la criticó por mostrarse alegre en las revistas el día de su boda con Fidel Albiac, cuando sus hijos no estaban presentes y ella ya estaba diagnosticada por depresión. Ahora, también se le ha llegado a cuestionar por narrar su infierno con un deslumbrante traje fucsia y perfectamente maquillada.

El décimo episodio del documental ayudó a desmontar la falsa creencia de que una persona con depresión debe estar llorando las 24 horas del día para que su testimonio resulte creíble.
Algo parecido a lo que sucedió con la víctima de La Manada, cuando uno de los argumentos de la defensa de los acusados era que la joven violada hacía vida social con normalidad en los días posteriores a la agresión, como si eso minimizase el delito.
En este sentido, los productores de Rocío, contar la verdad para seguir viva lanzaron una importante reflexión sobre la depresión que se hizo viral en las redes sociales.
"Incluso en los momentos más duros de la pandemia hemos encontrado momentos para sonreír. Y menos mal. Estar deprimido no es estar llorando todo el día. Culpar a una persona deprimida por mostrarse feliz es negarle el derecho a la recuperación", puso Telecinco en pantalla justo antes del episodio en el que se recordaba la boda de Rocío con Fidel:
Si no entiendes esto, tienes un problema #RocíoVerdad10 pic.twitter.com/iLjaJbnuf8
— Adolfo Rodríguez 🔴🏳️🌈🏳️⚧️ (@AdolfoRH) 12 de mayo de 2021
El equipo de la docuserie defendía así a la protagonista de aquellos que vieron incoherente que pudiera mostrarse feliz en su boda, El programa recordó la portada que Antonio David hizo con sus hijos para una revista, el mismo día que Rocío se casaba, con el titular “mientras ella se casa, sus hijos lloran”. Además, rescataron la intervención de Antonio David en su etapa como asesor de Mujeres y hombres y viceversa en la que se reía de la depresión de su ex mujer, poniéndola en duda ante las preguntas de Emma García:

7. La "violencia mediática", un caso sin precedentes
Rocío Carrasco no denunció a Antonio David por violencia de género, sino por “lesiones psicológicas” (síndrome ansioso depresivo diagnosticado en 2011), derivadas del maltrato durante años de su imagen en los medios de comunicación:
Aqui dejo unas cuantas portadas que se ha echo Antonio David a costa del sufrimiento de Rocio... pic.twitter.com/gqJAzszZnl
— Comentando Reality (@carrillo_ramn) 21 de marzo de 2021
"Mucha gente me daba la razón pero me decía que desistiera, porque no había precedentes de un caso como el mío", explicó Rocío Carrasco en el penúltimo episodio centrado en su batalla judicial.
Recordemos que su denuncia se archivó en el Supremo por falta de pruebas que demostrasen la causa-efecto entre las actuaciones del ex Guardia Civil en los medios y las lesiones psicológicas de la hija de Rocío Jurado.
El debate que ha abierto la docuserie es si la derrota judicial de Rocío Carrasco, que los jueces no la hicieran caso como ella quería, pudo deberse a que en España no hubiera precedentes de una demanda como la suya. Nunca antes un famoso había acusado a alguien de un maltrato mediático tan continuado en el tiempo.
La duda está ahora en si el caso de Rocío Carrasco podría marcar un antes y un después en el ámbito jurídico, hacer cambiar las bases para que esto pueda ser considerado delito, o si debe seguir pesando la libertad de expresión, el principal argumento de defensa de Antonio David Flores.
Extra. Un formato inclasificable que abre un nuevo género televisivo
Rocío, contar la verdad para seguir viva Rocío, contar la verdad para seguir vivaha supuesto también un revulsivo, no solo en el fondo sino en la forma, introduciendo nuevos conceptos en televisión.
'Rociíto' contaba por primera vez su vida en los últimos 25 años en un formato que hasta ahora no habíamos visto en televisión. Una entrevista de 60 horas fraccionada en entregas semanales y acompañada de un debate, lo que aportaba también novedad a otras docuseries de plataformas de streaming como Nevenka (Netflix) o [Woody] Allen vs. Farrow (HBO).

¿Una serie documental, una docuserie, un docu-reality? ¿Son capítulos o episodios? Los espectadores se han estado haciendo un lío todo este tiempo sobre cómo referirse al formato. La productora ya explicó a NIUS que deberíamos llamar a cada entrega “episodio” y no “capítulo”, ya que hace referencia a una “serie audiovisual” y no a las partes de un libro.
En cualquier caso, es un ejemplo más de lo novedosa que ha sido la serie de Rocío también desde el punto de vista meramente televisivo.
La cuidada y minimalista escenografía, los grafismos, la peculiar forma de hablar de Rocío... sin olvidar el papel crucial de la banda sonora con la acertada elección de temas de Eurovisión que han ambientado los distintos capítulos, y que estuvieron a punto de ganar el festival este año.
Por último, la docuserie de Rocío abre una nueva forma de abordar las biografías de famosos, más allá de la clásica entrevista en revistas o programas como Deluxe, y que podría dar pie a que otros famosos se lancen a contar su “verdad” de esta misma forma en el futuro.