El positivo de Trump agita más aún, si cabe, la campaña electoral en Estados Unidos

En esta loca campaña electoral que ya nos ha deparado una pandemia mundial, las revueltas raciales violentas más graves de los últimos tiempos, una crisis económica enorme y el peor debate televisivo de la historia, nos encontramos ahora con que tanto el presidente de los Estados Unidos y su mujer, han dado positivo en la prueba del COIVID-19, a cuatro semanas de las elecciones presidenciales.

Como si estuviéramos viendo un capítulo de la serie “Sucesor designado”, en la que una explosión acaba con los máximos representantes del gobierno norteamericano y sitúa en el puesto de presidente a un político lejano en la línea de sucesión que nunca había esperado el cargo, el país asiste atónito a una situación que, fuera de las series de ficción, es prácticamente inédita.

Anteriormente otros presidentes cayeron enfermos estando en el cargo, como George Washington durante un brote de gripe o Woodrow Wilson durante las conversaciones de paz tras la Primera Guerra Mundial. Otros cuatro fallecieron durante su mandato y otros cuatro fueron asesinados. Pero ninguno se enfrentó a una pandemia de este tipo, que se comporta con cierta arbitrariedad y que obliga a estar pendiente de los síntomas a cada momento y del testeo de los que le rodean.

Aunque la Casa Blanca aún no dado información sobre lo que haría si Donald Trump se enfermara lo suficiente como para no poder desempeñar su cargo, lo primero que se ha hecho es difundir que el vicepresidente Mike Pence y su mujer han dado negativo al virus, ya que en caso de inhabilitación en el cargo del actual presidente, sería el vicepresidente, el siguiente en la línea de sucesión presidencial quien ostentaría el cargo, según una ley de 1947. Curiosamente, la segunda en la línea sucesoria, sería la demócrata Nancy Pelosi, que es la Presidenta del Congreso.

El jefe de gabinete de Donald Trump, Mark Meadows ha confirmado a primera hora de este viernes en la Casa Blanca que el Presidente Trump tiene "síntomas leves" de coronavirus pero que se encuentra "energético". No ha querido aclarar si se encuentra tomando medicación.

En este sentido, ha sido el propio Mike Pence de los primeros en reaccionar a la enfermedad de Donald y Melania Trump, publicando un tuit en el ofrecían oraciones por el presidente y la primera dama. “Karen y yo enviamos nuestro amor y nuestras oraciones a nuestros queridos amigos, el presidente @realDonaldTrump y @FLOTUS Melania Trump. Nos unimos a millones en todo Estados Unidos que rezan por su recuperación completa y rápida. Dios los bendiga, el presidente Trump y nuestra maravillosa Primera dama Melania”, escribía al poco de saberse la noticia.

También Joe Biden, que fue muy combativo con el actual mandatario durante el último debate acerca de su gestión de la pandemia y su tardío y escaso uso de la mascarilla, envió un mensaje señalando que él y su esposa Jill continuarán pidiendo por la salud de la pareja. “Jill y yo enviamos nuestros pensamientos al presidente Trump y la primera dama Melania Trump por una pronta recuperación. Continuaremos orando por la salud y seguridad del presidente y su familia”, tuiteó.

En estos momentos Biden está a la espera del resultado de su propia prueba de Covid, ya que estuvo a cierta distancia de Donald Trump durante el debate y, aunque delante de las cámara ni siquiera se tocaron, se desconoce la cercanía que trato que pudieron tener en Ohio.

Otros miembros del partido demócrata también se manifestaron acerca del contagio de Trump. "Mantendré al presidente y a la primera dama en mis oraciones y les deseo una pronta recuperación", dijo en Twitter el representante demócrata Ted Lieu de California. Más combativa se mostró Nanette D. Barragán, la representante demócrata de la Cámara de Representantes de California, quien tuiteó que esperaba que el presidente "cambie su tono y actitud" sobre el coronavirus. "Si se recupera rápidamente y no tiene síntomas, continuará burlándose de los que usan una máscara", añadió.

De los ayudantes más cercanos a Trump está saliendo la lista de los posibles contagiados o negativos y ya sabemos que Amy Coney Barrett, jueza nominada al Supremo ha dado negativo al contrario que Ronna McDaniel, presidenta del partido republicano, que ha resultado positivo en coronavirus. también se ha confirmado que tanto Ivanka Trump, hija y asesora de Trump, como Jared Kushner, yerno y asesor de Trump y Steve Mnuchin, secretario del Tesoro, los tres muy cercanos al presidente en los últimos días han dado negativo.

La reacción de la ciudadanía ante el giro que esta tomando esta campaña sin embargo, no es de asombro. Como señala Frances Wiliams, ciudadana estadounidense de origen escocés que ha vivido en tres continentes: “No me sorprende en absoluto que haya dado positivo en la prueba; creo que en los próximos días veremos más ayudantes y miembros de la familia que habrán contraído el virus. Curiosamente, creo que esto le hará salir de los debates, lo cual puede que sea algo positivo si nos remitimos a su última actuación”.

Al respecto de cómo puede afectar a las elecciones, Frances añade que “ya no podrá hacer campaña. Siempre ha restado importancia al virus; ahora que es una víctima, es un poco humillante para él. Pero, por otro lado, si no se enferma demasiado, respalda su teoría de que solo un pequeño porcentaje de las personas que contraen el virus mueren a causa de él”.

En la misma línea se manifiesta Kathleen Philpott Costa, profesora de inglés y abogada. “No me sorprende que el presidente Trump haya dado positivo por coronavirus, dado que él y su personal han desobedecido constantemente las pautas de uso de máscaras y distanciamiento social. Me preocupa que él y su séquito ya hayan infectado a otros, incluido Joe Biden. Hay muchas cosas impredecibles en este entorno. No puedo predecir si su diagnóstico fortalecerá el apoyo de sus fanáticos o reforzará el esfuerzo por elegir a Biden”, señala.

Pero no solo los políticos y ciudadanos se han manifestado tras saberse la noticia. También los mercados internacionales han hablado. Los índices bursátiles europeos y asiáticos se han derrumbado y en Nueva York, Wall Street ha abierto a la baja con un promedio de un 1’5%. La intensa volatibilidad se ha mantenido todo el día debido a la incertidumbre de la situación, que es lo que peor le sienta a la economía y los inversores.

Sí subieron los precios de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos y el precio del oro, al igual que el yen japonés, lo que deja no sólo al sector financiero a la espera de los próximos acontecimientos, sino al mundo entero.